MARTES Ť 17 Ť JULIO Ť 2001
Ť La demanda de construcción crece anualmente al ritmo de 880 mil nuevas unidades
Seguirá aumentando el déficit de vivienda este sexenio
DAVID ZUÑIGA
El programa de vivienda del gobierno foxista será insuficiente para cubrir la creciente demanda, pues para finales del sexenio se pretende construir 750 mil casas habitación anuales, pero la demanda es de 880 mil unidades; además, hay un rezago de 1.1 millones y un millón más necesitan reparaciones mayores.
Según cifras del Consejo Nacional de Población (Conapo) dentro de 20 años México tendrá 122 millones de habitantes y necesitará 17 millones 600 mil nuevas viviendas; es decir, en sólo dos décadas casi tendrán que duplicarse las actuales, que suman 22 millones 827 mil 258 unidades.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) prevé que Jalisco, Distrito Federal, estado de México, Guanajuato, Puebla y Veracruz, donde residirá 40 por ciento de la población, serán las entidades donde más crecerá la demanda.
César Mercado Mexía, presidente de la Comisión de Vivienda de la Coparmex, señala que la escasez de vivienda se ha agravado por falta de financiamiento. Desde 1995, dijo, la banca comercial dejó de financiar a compradores y constructores y no volverá al mercado hipotecario en el corto plazo. El Fovi ha tratado de paliar la falta de crédito mediante las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles), pero la escasez de recursos lo obliga a hacer subastas que encarecen los créditos.
En documento entregado al gobierno federal, el sindicato patronal propone subsidiar a trabajadores que ganen menos de 3.5 salarios mínimos, excluidos del financiamiento al cambiar las reglas de crédito del Infonavit.
Este subsidio estaría condicionado a que el trabajador de bajos ingresos tenga una cuenta de ahorro a la que aporte periódicamente y le permita amortizar parte del préstamo.
En cuanto al Infonavit, Mercado Mexía propone una estrategia: que sanee su cartera vencida, que equivale a 21.5 por ciento y suma casi 40 mil millones de pesos (para el final de este sexenio prevé reducirla a sólo 5 por ciento); que modifique criterios de selección, otorgamiento de créditos y precio de vivienda, y que sujete avalúos a estándares internacionales.
Hechos estos cambios, se procedería a la bursatilización de la cartera del Infonavit con apoyo del nuevo banco hipotecario, a fin de que bancos, Afores y fondos mutualistas con capital nacional o extranjero compren y vendan los títulos, obtengan rendimientos reales y generen recursos para nuevos proyectos.
Promotores de vivienda calculan que en los próximos cinco años hará falta acondicionar 56 mil hectáreas y dotarlas de servicios para que inmobiliarias puedan construir vivienda y así se controle el crecimiento de las urbes.