MARTES Ť 17 Ť JULIO Ť 2001
Ť Alistan acuerdo para legalizar residencia de 3 millones de connacionales en EU
Buscan México y Washington sentar las bases para regularizar su relación migratoria: Gustavo Mohar
Ť Preocupación en el Congreso estadunidense sobre una amplia amnistía para mexicanos
ROSA ELVIRA VARGAS Y AGENCIAS
El acuerdo entre México y Washington mediante el cual se regularizaría la estancia de 3 millones de mexicanos con años de residencia en Estados Unidos y se concederían permisos de empleo temporal para frenar la migración de indocumentados pretende "de una vez por todas" sentar bases de legalidad en la relación migratoria bilateral, expuso Gustavo Mohar, director general de Protección y Asuntos Consulares de la cancillería. Las propuestas hacia ese fin, añadió, serán entregadas en septiembre próximo a los presidentes Vicente Fox y George W. Bush en Washington, por los responsables del grupo de Alto Nivel designado por ambos.
Al mismo tiempo, en Washington, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, confirmó la intención del gobierno de Bush de aplicar una solución para los mexicanos que laboran en aquel país con una irregular situación migratoria, pero precisó que "no hay un calendario inmediato" para adoptar una decisión y enviarla al Congreso.
"Se trata de crear un proceso ordenado de lo que ha sido hasta el momento un proceso muy desordenado." Dijo además que el objetivo es concentrarse en un nuevo programa para trabajadores temporales y que la gente pudiera venir acogida por el mismo y tener un estatuto legal firme.
Entrevistado en la cancillería, Mohar refirió que el grupo de Alto Nivel para el tema migratorio fue creado en febrero pasado durante la reunión en Guanajuato entre los presidentes Fox y Bush. Lo conforman, por México, los secretarios de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, y de Gobernación, Santiago Creel; por el lado estadunidense están Colin Powell, secretario de Estado, y el procurador, John Ashcroft.
Desde el principio, apuntó, la agenda de este grupo incorporó el tema de la regularización de los mexicanos en el otro lado, y lo que en estos días reportó la prensa estadunidense describe un poco más el trabajo de ese grupo, al señalar que el gobierno de Estados Unidos reconoce estar analizando esto, "y, como se sabe, antes de esta expresión existía la percepción en Estados Unidos, de que el gobierno de Bush había dicho que no a cualquier tipo de amnistía''.
"Brazos abiertos"
En coincidencia con Mohar, en sus declaraciones de ayer, el vocero Fleischer afirmó que George W. Bush "quiere tener fuertes relaciones con México y hacer de Estados Unidos una nación de brazos abiertos a los inmigrantes".
Abundó que las reuniones sobre este tema "se focalizaron en la posibilidad de un nuevo programa de trabajo temporal que buscaría crear un proceso ordenado de inmigración a este país que tendría en cuenta temas como la seguridad en la frontera''.
Expuso que se manejan ideas sobre "regularización de los mexicanos indocumentados en Estados Unidos. Se concentraría en los derechos de los trabajadores, en la demanda de mano de obra, en la cooperación (policial) a lo largo de la frontera''.
Fleischer precisó que "hay un grupo de trabajo que está en la mitad del esfuerzo. La Casa Blanca todavía no ha recibido el informe de este grupo. Pero el presidente se siente estimulado por el progreso que se ha venido haciendo con México en diferentes asuntos fronterizos y ha dicho que Estados Unidos es una nación de inmigrantes y que debería dar la bienvenida a la gente hacia nuestras costas".
En septiembre, el presidente Fox tiene programada una visita de Estado a Washington y sería entonces cuando, a decir de Mohar, se entregaría a los mandatarios una propuesta acabada en materia migratoria. Incluso -de acuerdo con un cable de la DPA- el grupo de Alto Nivel se reunirá en agosto, según informó el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher.
El director de Protección y Asuntos Consulares apuntó que para la otra parte de la pinza en el fenómeno migratorio, constituido por aquellos miles que se internan sin documentos en territorio estadunidense, se analiza el otorgamiento de permisos de empleo que les aportaría los derechos y obligaciones de un trabajador documentado, con lo cual se frenaría el contrabando de personas.
"Si un trabajador mexicano indocumentado pudiera tener acceso a un papel que lo acredite frente a su patrón, frente a la policía, frente al que le renta una casa, como alguien que está legal, le cambia totalmente su situación'', dijo.
-ƑSería esa la amnistía que le reclamaban en Chicago al presidente Fox los mexicanos con quienes se reunió?
-La amnistía es un concepto que tiene una carga histórica y jurídica en Estados Unidos que no creemos que sea la que corresponde a esta situación. Tiene más un sentido de perdonar a alguien que cometió un delito y ellos no han cometido ninguno. Tienen una falta administrativa, hay que legalizarlos, regularizar su estatus migratorio.
-ƑPor qué entonces recurren al concepto de amnistía?
-Lo dicen porque es una palabra muy arraigada en la comunidad, pero nosotros en las negociaciones con Estados Unidos hemos insistido siempre en que hablamos de regularizar o legalizar, pero en el fondo lo que se busca es establecer como vecinos, tal vez por primera ocasión, un régimen legal para todos: los que ya están y los futuros; darle legalidad al movimiento.
Sin embargo, cables fechados en Washington recogieron las preocupaciones al interior del Congreso en torno a una amplia amnistía para los mexicanos. El líder de la minoría en el Senado, el republicano Trent Lott, expresó: "Creo que necesitamos mirar eso con mucho cuidado... Hay algunos inmigrantes para los cuales deberíamos adelantar un proceso sobre cuándo podrían tener la residencia legal...''
Añadió: "Pero otorgar sumariamente estatus legal a tres millones de personas, muchas de las cuales llegaron aquí ilegalmente y han violado la ley al permanecer aquí (...) me gustaría asegurarme de que lo hagamos cuidadosamente''.
En Milwaukee, entre las 12 mil personas que participan en una conferencia del Consejo Nacional de La Raza hubo satisfacción al escuchar la posibilidad de que se regularice la situación de los mexicanos indocumentados, aunque de inmediato se preguntaron si la medida podría ampliarse a otras nacionalidades.