Ť Tocará la música de Rockdrigo con una sinfónica
El guarrismo es lo antisolemne y grosero, pero inteligente: Arrellín
JAVIER HERNANDEZ CHELICO ESPECIAL
"Nací en un barrio de rateros, de la colonia Centro de la ciudad de México", dice contundente Fausto Arrellín, propagador de la doctrina guarra, quien agrega: "El guarrismo es lo antisolemne y grosero, pero inteligente; príncipes guarros son José Agustín, Parménides, Jis, Trino, Brozo".
Además de guarro Fausto es músico, editor, impresor y, sobre todo, rolador de tiempo completo y apañador de historias que después vuelve canciones. Se ha convertido en personaje de cuadros urbanos-roqueros y principalmente Rupestres.
Los inicios
Clásico modelo '54, Fausto Arrellín ha transitado de monaguillo a obrero e impresor: "Desde los 10 años me metí a la imprenta de un tío mío; mi papá y mis hermanos también son impresores", afirma este capitalino de pelo largo y barba hirsuta, que también tocó las puertas de la sastrería y de las artesanías hasta que a los 20 años tomó la música como modus vivendi. Ganó un concurso organizado por la revista Conecte y un certamen musical organizado por el PRI, con su grupo Chakra.
Posteriormente Arrellín fundó Cuautlicue y tiempo después se unió con Rafael Catana; "fue entonces que conocí a Rockdrigo González" rememora Fausto.
Plenamente instalado en el rincón de los rudos de conocida chelería, Fausto recuerda anécdotas: "En una reunión, en la casa de Rafael Catana nos juntamos cinco cuates; alguien sacó una guitarra y quedamos tocar cada uno una rola, pero cuando fue el turno para el chavo que estaba sentado frente a mi, al terminar la primera se siguió con otra canción. No dije nada, porque me gustó la rola ¡imagínate oír en vivo y frente a mí a Rockdrigo interpretando No tengo tiempo de cambiar mi vida! A partir de esa noche ya no lo dejé".
Fausto y Rockdrigo actuaron primero como dueto y posteriormente se les unieron Francisco Acevedo y Adrián Gasca, con quienes formaron Qual. "Somos de los afortunados que podemos decir que en ese tiempo tocábamos siete días a la semana" precisa. Fue la banda de acompañamiento de El Profeta del Nopal hasta su muerte ocurrida en el DF, en los terremotos de 1985.
"Ahora tocamos muy esporádicamente, pero estamos preparando algo grande: tocar las rolas de Rockrigo con orquesta sinfónica y grupo de rock totalmente ensamblados: "54 elementos para interpretar los temas de ese músico acompañados de Qual" a mediados de septiembre, revela Fausto.
Angelito Editor
La idea de ser editor surgió en Fausto cuando trabajaba en Discos Pentagrama. "Un agradecimiento para Modesto López", desliza Arrellín, quien hace un recuento de su trabajo en esta área: Cienpiés, periódico para niños dirigido por la maestra Cecilia Almeida Uranga, publicación que recibió el premio de periodismo José Pagés Llergo, que otorga el gobierno de Tabasco, "por la calidad de este periódico sui generis"
Explicó que la editorial ha estado inmiscuida directamente con producciones musicales como los discos de Rafael Mendoza, Las Cabezas de Cera y el de Armando Palomas, "que siendo independiente es de nuestra línea: la guarrez pura".
Habló de su editorial el Angelito Editor, que ha cobijado a revistas como Plumas y Compás y actualmente a Cráneo, también se refirió a su colaboración en el proyecto de Antonio Malacara Palacios, Catálogo del rock mexicano.
Dijo: "Cráneo es la válvula de escape para los sentimientos generados en el lugar donde trabajamos. La realidad es que esa labor no la realizo solo, están Alfredo Arrellín -mi hermano- en la cuestión editorial; Israel Miranda en el diseño -es autor de la portada del Catálogo-; está mi hijo; estuvo Gabino Navarro mi primer -no quisiera decir- empleado, y Mauricio Sotelo, guitarrista de Las Cabezas de Cera".
Respecto de él, señaló que es autodidacta: "No terminé la carrera, no hice mi servicio militar y como a mi no me gusta la sujeción no permito que la gente que trabaja conmigo la sufra. Me interesa que el trabajo sea parte de la realización de la gente, por eso espero que sigan saliendo más egresados del instituto Angelito, y espero sean creativos".
Como reflexión final Fausto aseveró: "Todo esto se da por la capacidad de entendimiento, de agrado, de buena onda entre nosotros. A mi se me hace muy rico estar en esto y hace que el Angelito Editor genere cosas. No es que yo haga cosas, es un grupo el que está conmigo, y es a toda madre estar con él".