Ť Yoruba Andabo, Estrellas Cubanas y Juana Bacallao, entre los invitados
Apología a la música tradicional cubana en el festival afrocaribeño
Ť La insuficiente información acerca de las propuestas de los grupos ha impedido la total entrega del público jarocho Ť Quejas por la falta de flexibilidad en los tiempos de los programas
JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO
Veracruz, Ver., 14 de julio. La noche del sábado en el puerto veracruzano fue una apología de la música tradicional cubana con la encendida presentación -en el marco del Octavo Festival Internacional Afrocaribeño Veracruz 2001- de los grupos Yoruba Andabo, Estrellas Cubanas y la Diosa Negra Juana Bacallao. El ingrediente especial fueron las agrupaciones Obiní Añá, Sol Meztizo, la Big Band Jazz, Son como son (de Veracruz) y Quetzal (banda chicana de "afrochicano son").
En el escenario de las colonias y en el Paseo del Malecón, la calidad de esos grupos quedó demostrada, pese a que los receptores jarochos poco conocían de las propuestas mostradas, debido a la insuficiente información acerca de los participantes en el festival. Se puede decir que traer a estos grupos es un lujo que la gente no aprovechó al máximo. Hizo falta esa energía de retroalimentación que se da cuando la gente se conecta de inmediato con quien está en el escenario.
Pero la candela estuvo ahí. Yoruba Andabo ofreció una narración acústica de la evolución de la música afrocubana, con la representación de coloridas coreografías que explicaban la presencia de sus orishas (dioses afrocubanos). Y el canto de los esclavos venidos de la madre Africa se entonó para Changó, Yemayá, Babalú Aye, Abakuá, recreando una fantasía energética y profunda.
Los Yoruba son 16 artistas entre cantantes, percusionistas y bailarines, cuyo surgimiento ocurrió 1961. Han visitado diversos países presentando sus historias; en esta ocasión fue acerca "del origen a la fiesta", una mitología afrocubana transmitida de generación en generación y que rinde homenaje a la práctica de la religión santera. Geovani del Pino Rodríguez, Rolando Rodríguez y la sensibilidad de Carmen Gener, dan vida a ese grupo que tiene un disco llamado Del yoruba al son.
Por otro lado, las Estrellas Cubanas, que son estrellas de carbón que se iluminan incandescentes en cualquier escenario, hizo bailar, tanto en el Paseo del Malecón como en el bailongo organizado por la noche -la entrada se cobró en 50 pesos, lo que causó la falta de quórum popular, sin contar que no se dieron las condiciones necesarias como la falta de una buena iluminación como para el reventón- a la no mucha gente congregada en el principal proscenio.
Qué comentar de Juana Bacallao, con "ochenta cañitas" (o sea 80 años) de entretener a la gente en los cabaretes habaneros y del mundo. Doña Juanita, morenaza maciza y con vocerrón dio lo mejor de sí, con una pila que no se acababa, porque de hecho su tiempo se le terminó o se lo terminaron, como comentaron a este reportero algunos artistas qur destacaron el hecho de la inflexibilidad de quien hace los programas. "Yo puedo seguir hata la seis de la mañana", decía en cada oportunidad. Fue una diva en el entarimado.
La calidad de los artistas es de primera, pero falta más atención de la gente para hacer de este festival un acontecimiento más chévere. A lo mejor con la libertad de los tambores cariocas y mexicanos se detone la sangre que todos los veracruzanos llevan por dentro.