Ť Funerales del concejal y el alto mando policiaco
Manifestación en repudio a los recientes atentados de ETA
Ť Lamentan violencia ayuntamientos gobernados por EH
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 15 de julio. Miles de personas se manifestaron hoy en silencio por los atentados que costaron ayer las vidas de José Javier Múgica, concejal conservador del pueblo navarro de Leiza, al estallar una bomba en su automóvil, y del alto mando de la policía autonómica vasca, Mikel Uribe, que recibió nueve impactos de bala en la localidad guipuzcoana de Leaburu.
Los dos ayuntamientos, gobernados con mayoría absoluta por Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de Batasuna, considerado el brazo político de ETA), celebraron una sesión extraordinaria en la que "lamentaron" las acciones violentas y reiteraron que los asesinatos son "consecuencias dolorosas del conflicto político que vive la región".
Esta postura provocó ira e indignación en la sociedad y de los dirigentes políticos vascos y españoles que estuvieron presentes en las honras fúnebres por las recientes víctimas del histórico conflicto vasco: el edil de Unión del Pueblo Navarro (UPN, filial del derechista Partido Popular en Navarra), murió al estallar una bomba-lapa de tres kilogramos de explosivos adosada a su vehículo particular, y del subcomisario de la Ertzaintza acribillado a balazos por dos presuntos miembros de la organización armada.
Miembros de la sociedad civil increparon a los ediles abertzales, que abandonaron los respectivos consistorios bajo los gritos de "asesinos" y "cómplices" de ETA, que con los asesinatos de ayer suma 34 víctimas mortales desde que decretó en noviembre de 1999 el final de la tregua unilateral e indefinida de 14 meses.
Las fuerzas de seguridad del Estado adelantaron que los dos atentados habrían sido perpetrados por miembros del comando Donosti de ETA, considerado la "nave nodriza" de la organización, e incluso se mantiene la hipótesis de que ambos crímenes fueron cometidos por los mismos militantes de ETA, dada la cercanía entre las dos localidades, escasos 20 kilómetros.
Hasta el momento las investigaciones confirmaron que el policía Mikel Uribe recibió nueve disparos de bala, si bien en su vehículo particular fueron identificados 19 orificios de bala, con lo que se concluyó que los autores del asesinato tenían experiencia en el manejo de armas, una versión fortalecida por el hecho de que utilizaron un subfusil que ETA no empleaba desde 1996.
Javier Balza, consejero de Interior del nuevo gobierno vasco del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, explicó que en este momento los atentados son "especialmente significativos en lo político y es cuando más cabida tiene el mensaje del lehendakari en el debate de investidura, de que nuestra prioridad es perseguir la barbarie terrorista. Esto se hará de la única forma posible: de la mano del conjunto de partidos políticos y con una importante coordinación con el Estado" español.
En Leiza el jefe de gobierno español, José María Aznar, y el presidente de la comunidad de Navarra, Miguel Sanz, asistieron a la misa en honor de Múgica, cuyos restos fueron cremados. Tras la ceremonia cientos de personas se congregaron en silencio en la plaza de la localidad para manifestar su condena a las acciones de ETA.
El ministro del Interior español, Mariano Rajoy, dijo que estos atentados demostraron que "ETA ya es una organización mafiosa... a la que hay que combatir con todos los medios que el estado de derecho nos da y con la máxima colaboración posible".