LUNES Ť 16 Ť JULIO Ť 2001

Ť Esa práctica se debe erradicar "en un marco de transición democrática": Aguiar

Rivera Carrera asegura ser blanco del espionaje

Ť El secretario general del Celam pide al gobierno revalorar el uso que se da al Cisen

JOSE ANTONIO ROMAN Y JAVIER SALINAS CESAREO

El cardenal Norberto Rivera Carrera reconoció abiertamente ser víctima del espionaje telefónico, y aunque condenó esta práctica, dijo no estar preocupado porque "todo" lo que dice en privado lo puede también decir en público.

Señaló que estos hechos que han invadido su privacía de manera frecuente han ocurrido no sólo en el presente y en el pasado sexenios, sino aun desde antes.

Entrevistado al término de su acostumbrada misa dominical en la Catedral Metropolitana, el prelado informó que en ninguno de los hechos donde ha percibido la violación de su "intimidad" ha presentado la denuncia judicial correspondiente, pues carece de los elementos jurídicos para hacerlo.

"He sabido que están ahí los pajaritos en el alambre porque cosas que solamente he dicho o comunicado por teléfono a veces las veo reflejadas en los medios de comunicación", dijo Rivera Carrera, al argumentar su afirmación de que es y ha sido víctima de la práctica del espionaje.

-ƑEs pecado el espionaje?

-Lo de pecado es una cuestión moral; nadie puede saber si el otro está cometiéndolo o no, son categorías religiosas estrictamente. Aquí se trata de un asunto civil; es una falta porque es una violación a un derecho humano fundamental que es la privacidad, la intimidad de la persona. Yo creo que es algo grave, que es algo verdaderamente detestable.

-ƑLa Iglesia o usted han sido espiados?

-Muchos de nosotros (los obispos) hemos sido espiados, y hemos tenido pajaritos en los alambres.

-ƑAl no denunciar cae en el pecado de omisión?

-No, porque no tengo los elementos jurídicos; si supiera quién, a lo mejor sí.

-ƑLe preocupa que lo hayan espiado?

-Para nada, absolutamente. Lo que digo en privado lo puedo hacer en público.

Llamado a evitar el abuso

El secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Carlos Aguiar Retes, se pronunció en contra del espionaje telefónico. Además, pidió al gobierno federal que clarifique y revalore el uso que se da al Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), de tal forma que se evite abusar de los datos recabados; igualmente, solicitó a los gobiernos estatales modificar "sus métodos de recabar información".

El también obispo de Texcoco señaló que el espionaje telefónico "es una práctica negativa y se debe erradicar en un marco de transición democrática". Aseguró que si bien algunos mexicanos sospechaban que sus diálogos telefónicos eran grabados, no tenían certeza de ello, "y con la detención de la banda en el estado de México esta acción se confirmó".

El prelado consideró que el espionaje "no es para escandalizarse, sino para tomar conciencia de que es necesario una revalorización en las formas y métodos de cómo los gobiernos obtienen información". De igual forma, aseguró que "de sobra es conocido" que en todos los estados de la República se realiza espionaje telefónico.

"Debemos de tener cautela frente a estas prácticas, y lo que ahora tenemos que exigir es que se vaya haciendo esa transición para que esas estructuras no se utilicen conforme a ciertos criterios, que deben de aclararse", indicó Aguiar Retes.

Destacó que la intervención de líneas telefónicas "sólo es justificable" cuando se trata de investigar a personas relacionadas con algún acto delictivo, o a sospechosos vinculados con el narcotráfico.

Según el secretario general del Celam, los gobiernos deben contar "con la información necesaria para tener un conocimiento político y social de lo que pasa", pero "también deben de utilizarse otros métodos muy variables que hay, y no las intervenciones telefónicas, y para esto es necesario que los gobiernos federal y estatales clarifiquen los criterios del cómo van a hacer esta recolección de datos".

Aguiar Retes comentó que es importante que el gobierno federal clarifique el uso que se le da al Cisen, a fin de evitar el abuso en el manejo de la información.

"A mí no escandaliza que haya un centro de investigación, pues en todos los países los hay. Aquí lo que se debe de hacer es clarificar para qué y cómo realmente se utiliza el Cisen, y hacer, hasta donde sea posible, que se pueda manejar abiertamente, y dar muestras al paso del tiempo de que efectivamente ese centro le sirve al gobierno para conducir mejor sus programas", indicó.