Ť No sé qué le pasa a Melón; no sé de dónde venga ese resentimiento, señala
Rubén Blades: la gente no sabe dónde colocar lo que hago; ¡véndanlo como música, coño!
Ť Carlos Fuentes me dijo que admiraba mi capacidad para narrar una historia en seis minutos
Ť De niño escuché a los Beatles, pero básicamente mis influencias son Cheo Feliciano y Piero
ERNESTO MARQUEZ/ II Y ULTIMA ESPECIAL
Veracruz, Ver. 14 de julio. Muchos se han preguntado quién es este hombre huidizo, medio neurótico, que poco se deja entrevistar, "porque no me gustan las entrevistas", pero que ante todo es un gran artista, que muchos ven como narrador de barrio o poeta de la calle. No sabe conducir un auto ni usar celular, está reñido con la tecnología moderna y sin embargo está empeñado en realizar trabajos en la web para dar a conocer proyectos propios y ajenos.
Muchos lo conocen por sus éxitos musicales o por las intervenciones en el cine, pero ¿quién en realidad es Rubén Blades?
-Es un tanto difícil explicar quién soy porque no tengo nada extraordinario. Soy una persona que tiene su complejidad y sus cosas a partir de una vida normal dentro de lo que es su situación. Una persona que tiene los gustos y los mismos amigos de hace 30 años, que asiste poco a fiestas, que aún no sabe manejar un automóvil ni una computadora; que no tiene infraestructura ni controles... Esto último explica el que no existan oficinas ni manejadores, ni publicista en mi desarrollo profesional.
-¿Las razones?
-Porque si te manejan, lo hacen en la dirección que ellos quieren, y eso crea toda una serie de trabas para mí. Me gusta tener la libertad de decidir qué hacer. Si me pongo en manos de un mánager para tener éxito, en las condiciones de hoy, éste se sentirá con "obligación" de decirme cómo debo hablar, cómo tengo que vestir, qué debo grabar, y yo no estoy en eso. Estoy muy agradecido, sinceramente, de que mi vida profesional no tenga controles.
-Pero esto también genera otro tipo de problemas.
-Claro, como el que ocurrió con la prensa en México, que, por confiarme, se me olvidó la cita. Eso es una cosa que me tiene muy avergonzado, porque está completamente fuera de mi forma de ser. No soy un tipo que anda por la vida pisoteando gente, por haber obtenido cierta fama. No soy un patán, Ernesto; soy un tipo que respeta a la gente, y no quiero dar excusas porque no tengo que darlas, sólo quiero pedir perdón a toda esa gente que fue a escuchar mi punto de vista sobre algunos temas, que a mí me convenía y me conviene dar a conocer, en vez de dejarlo a la interpretacion de terceros.
Luego comenta un secreto: quiere ayudar al Festival Afrocaribeño. "No sabía que venía a esto", dice al referirse a la fiesta que inauguró con una actuación apoteósica, que convocó a más de 20 mil entusiastas gozones. "Estas son las cosas que me entusiasman y por las cuales apuesto. Creo que la mejor forma de integración de nuestros pueblos se da a través de la convivencia."
La música, medio de escape y confrontación
-Hablemos ahora de tu pasión. ¿Qué es para ti la música?
-Bueno, la música como reflexión del sentir humano se puede interpretar de diferentes formas. Me parece que es quizá una de las expresiones más sinceras del ser, del arte en general. La música en sí se puede enfocar de dos maneras: utilizándola como medio de escape ante las presiones cotidianas y como medio de confrontación, para comparar situaciones con el fin de solucionarlas, precisamente brindando al público en general la idea de que existe el problema, pero también la posibilidad de solucionarlo al enfrentarlo. Yo hago mi trabajo musical con ese objetivo de la confrontación, y no del escape.
-¿De quién tienes influencias musicales directas?
-Es dificil atribuir mis influencias exclusivamente a una sola. Cuando niño escuché mucho rocanrol, por ejemplo a Frankie Limón y Los Teenagers, Bill Haley y Los Cometas; por supuesto a Benny Moré, también a Pérez Prado, después a los Beatles. Pero básicamente diría que lo que me atrajo a este género fue la conjunción de dos fuerzas concentradas en Cheo Feliciano y Piero. Cuando escuché por primera vez a Cheo Feliciano me impresionó mucho la pureza de su voz y lo delicadamente callejero de su expresión, había cierta clase en Cheo que al mismo tiempo reflejaba el sentir popular. Por su parte, Piero con sus baladas, que eran una especie de crónicas sociales, me alimentó la idea de componer en esa línea.
-La mayoría de tus canciones son narrativas, llenas de imágenes, como de escenas cinematográficas, lo que obliga a pensar en un ejercicio de síntesis literaria.
-En cierta ocasión Carlos Fuentes me dijo que admiraba esa capacidad de síntesis, porque en un tiempo estrecho de seis minutos yo podía desarrollar una historia que a él le llevaba más tiempo y cuartillas. Pero debo decirte que a mí me resulta muy complicado escribir. Esa tarea para mí no es nada fácil. El proceso de escribir es largo, por eso demoro mucho entre un disco y otro. Puedo escribir artículos periodísticos en los que fijo posiciones de una manera cotidiana, porque es mucho más fácil, ya que reacciono ante una circunstancia equis, pero cuando estoy reproduciendo una imagen o interpretándola me demoro más.
"Si tú analizas mi trabajo y lo comparas álbum por álbum, vas a ver la pintura de una realidad urbana, y eso es un trabajo en proceso, pero las partes que están más o menos completas las he ido cortando para armar. Ahí te das cuenta que Juana Mayo está conectada con Pedro Navaja, y que éste tiene algo que ver con Carmelo Da Silva y que Pablo Pueblo, de alguna forma, tiene que ver con Adán García, y que Cipriano Armentero está conectado con este otro. Es como un trabajo para armar."
-Seguramente te has o te han enterado de los señalamientos que te hace Luis Angel Silva Melón. Te acusa de ser un cantante al que le hace daño la clave, que eres un ingrato porque reniegas del son y que en realidad no has hecho lo que Bebo Valdés, Dámaso Pérez Prado o Chico O'Farril hicieron, como para que te califiques o te califiquen de vanguardista.
-Yo creo que a veces las personas te califican mal cuando te piden no moverte y sales de su región de mira. Yo debo decirte que toda la vida le he tenido mucho cariño y mucho respeto al son. Lo que pasa es que a mí, como músico, me interesa la exploración. Es decir, no quedarme en el mismo sitio haciendo lo mismo. Yo he tenido la fortuna de conocer a muchos músicos cubanos, incluyendo a toda esa gente del excelente Buena Vista, y creo que a ellos les agrada más lo que yo hago, que es de exploración, que el pretender imitar lo que ellos hicieron una vez o están haciendo. Yo no voy a correr, por ejemplo, para tratar de imitar Chan chán, porque Chan Chán sea un éxito. El asunto mío, como músico, no es imitar lo que está haciendo Compay Segundo, el asunto mío es presentar una propuesta honrada, que sea interesante, y les va a resultar interesante a aquellos que tengan una mente abierta, un espíritu abierto y consideren la música como música, no como una expresión exclusiva para cierto sector.
-Muchos me han preguntado si existe algo personal entre tú y Melón...
-Mira, yo no sé qué le pasa a Silva ... no sé de dónde viene ese resentimiento, ese encono, esa furia... es una persona que si bien no es mi amigo es alguien a quien yo respeto. Si tú me preguntas cuál es la agrupación mexicana que más he admirado te diría que la de Lobo y Melón. Ellos crearon y desarrollaron una forma de hacer, y eso es algo que admiro mucho; eso de utilizar voces para hacer la parte de las trompetas...
-La forma scateada que, según cuenta Francisco Fellove, él la llevó al son.
-Pues mira tú cómo son las cosas y de donde vienen. Yo no dudo que ellos hayan tomado esa idea, pero de todas formas es una idea muy original.
-En mis nuevos trabajos he tratado de tender puentes entre las músicas. Desde hace tiempo estoy escribiendo cosas que tienen la intención de llegarle al mundo completo. Con la incorporación de nuevos y variados elementos estoy buscando competir en un marco más amplio que el de la salsa. A mí lo que me interesa es establecer la presencia de ritmos de Centro y Sudamérica en Europa y Asia. Conectar con Irlanda, el norte de España, hasta tocar la costa africana. ¿Cuándo en la vida se ha visto una gaita escocesa tocando con tambores afrocubanos? Yo no lo he oído y nosotros lo estamos haciendo.
Musicalmente, yo apelo a todos los sonidos que tiene nuestra sangre y en nuestra sangre va una memoria que predata las barreras, fronteras y banderas... Por eso, cuando nosotros nos desplazamos en distintos escenarios, lo que hacemos es incorporar a mucha gente a nuestro trabajo. Nosotros hemos tocado con esos viejos adorables de los Chieftain, con mi amigo entrañable Paco de Lucía, con los Ketamas, y eso es lo que buscamos, es la integración sonora que da nuevos hijos.
-¿Cuál es el problema principal al que te enfrentas con estas opciones?
-Mi problema es que la gente no sabe dónde colocar mi música. No sabe si es salsa, pop, new age o qué vaina. Por eso dice que no sabe cómo venderla. A lo que yo respondo, ¡véndanla como música, coño!