DOMINGO Ť 15 Ť JULIO Ť 2001
Ť Mi caso y el de Blanco demuestran el buen nivel de los futbolistas mexicanos, dijo
Palencia dijo adiós a sus amigos de La Máquina
Ť Durante casi una hora El Gatillero se reunió con jugadores y cuerpo técnico
Juan Francisco Palencia arribó a la Noria a bordo de su automóvil BMW gris, vestido de negro, su color favorito, para decir adiós a su otra familia, la futbolística, antes de emigrar al futbol de la Primera División de España, concretamente con el Español de Barcelona.
Fue una mañana diferente. Hoy no llegó con maletas y arreos para un nuevo entrenamiento. A las 10:35 entró no por la reja donde el resto de jugadores de Cruz Azul ingresa regularmente, sino por la puerta anexa que sirve a veces como "escapatoria" para algunos que no quieren dar autógrafos o que buscan escabullirse de la prensa.
En el tercer día de ser esperado por la prensa luego del anuncio de su contratación a préstamo con el Español de Barcelona, Juan Francisco Palencia regresó a su segunda casa.
Palencia se reunió con utileros, masajistas, médicos, jugadores, los auxiliares y el preparador físico chileno Iván Quintana, con todos se fundió en un abrazo y escuchó palabras de aliento y deseos de buena suerte.
Mientras sus ahora ex compañeros del primer equipo realizaban un partido de práctica contra un cuadro invitado, el Gatillero cruzó el campo para subir los escalones que conducen a la caseta desde donde el cuerpo técnico de La Máquina observa los entrenamientos.
Ahí se despidió de los auxiliares y del director técnico José Luis Trejo, con quienes convivió el último año. Primero el abrazo fue con Guillermo Chatito Ortiz y luego con Marco Mendizábal.
Después de unos minutos de charla, el delantero bajó para encontrarse con el doctor Gerardo Herrera, con los jóvenes de fuerzas básicas y con los integrantes de Cruz Azul Hidalgo. Con todos ellos se tomó la última fotografía, la del recuerdo, igual que hizo momentos después con sus ex compañeros como el capitán Juan Reynoso, Emilio Mora, Melvin Brown, José Alberto Hernández y Carlos Barra, entre otros.
Palencia atendió a periodistas unos 10 minutos y luego siguió su recorrido.
Su estancia duró poco más de 50 minutos y fue de sentimientos encontrados, aseguró el jugador, "porque dejo aquí una familia, porque sentí raro acudir a un lugar tan conocido y muy visitado durante mi vida no para entrenar con el resto de mis amigos, pero también de alegría porque sentí la buena vibra en todos aquellos que se cruzaron en mi camino para desearme buena suerte".
El Gatillero aseguró que su firma con el Español y la de Cuauhtémoc Blanco con Valladolid demuestran la calidad de los futbolistas mexicanos en el extranjero, aunque sea a "cuentagotas".
Puntualizó que intentará mantenerse en buena forma, ya que tiene el carácter necesario para afrontar el futbol de otras partes del mundo.
Juan Francisco Palencia, junto con su representante Greg Taylor, viajó ayer por la tarde rumbo a España, para incorporarse a los entrenamientos de su nuevo equipo lo más pronto posible. NOTIMEX