DOMINGO Ť 15 Ť JULIO Ť 2001

Ť Jóvenes gays salen a las calles en demanda de respeto y en desafío al conservadurismo panista

En Guadalajara, el macho bravío deviene ángel tapatío

JENARON VILLAMIL ENVIADO

Guadalajara, 14 de julio. Guadalajara transforma sutilmente su perfil de macho bravío para ceder paso a los "ángeles tapatíos". Y precisamente, este es el nombre que ha adquirido la agrupación de jóvenes de entre 14 y 19 años, adolescentes enfundados en sus pantalones ajustados, con sus cabellos teñidos de colores chillones y sus cuerpos espigados, que constituyen la nueva generación de gays de la capital jalisciense que después de 17 años de "enclosetamiento" y de repliegue vuelven a salir a marchar a las calles poniendo a prueba lo que aquí llaman la "apertura acotada" de las autoridades municipales panistas, que gana terreno frente al silencio del cardenal Juan Sandoval Iñiguez y los exabruptos de Provida.

Los Angeles de la Plaza Tapatía son chavos que se emocionan con la segunda marcha gay después de tres lustros de silencio.

No vivieron las épocas del activismo de los setenta ni de los ochenta. Ellos se juntaron en la plaza remodelada en 1982 por el entonces gobernador Flavio Romero, y que se extiende entre el teatro Degollado y el Hospicio Cabañas. En esa explanada nació la idea de organizarse, defenderse y divertirse. Reclaman espacios, respeto y hoy desafían con sus desplantes y sus "joterías", como ellos mismos dicen, a la tradicional sociedad tapatía que comenta por lo bajo lo escandaloso de esta nueva juventud, mientras que otros simplemente los ven divertidos.

Esta agrupación, junto con otras nueve, coordinadas por el Comité Lésbico-Gay, han hecho caso omiso de las invectivas de Provida, y organizaron la quinta Marcha del orgullo gay, la semana cultural y una serie de acciones afirmativas que han originado un renacimiento después de casi 15 años de repliegue.

Rodolfo Ruiz, presidente del Comité Humanitario de Esfuerzo Compartido contra el Sida (Checcos), organismo pionero en Guadalajara de defensa de los derechos de gays y de la atención a personas que viven con VIH, consideró que si bien la influencia de los grupos conservadores en la sociedad tapatía ha descendido, aún ejercen presión social a través de la prensa y la televisión locales. Ruiz relató que en marzo de este año su organización encabezó una protesta a las puertas del canal 4 de Televisa por su línea informativa, que asociaba a los homosexuales con "pervertidos", y por transmitir las declaraciones homófobas del cardenal Sandoval Iñiguez. A partir de esa protesta, el cardenal mantuvo silencio.

El año pasado Sandoval Iñiguez declaró ante la organización de la marcha lésbico-gay que "las desviaciones de algunas personas no deben servir para condenarlos, pero tampoco para presumirlas". Por esas declaraciones, el cardenal ha sido objeto de constantes críticas de los grupos locales de gays y lesbianas.

En esta ocasión mantuvo un sacro silencio, mientras que el alcalde panista Fernando Garza ha tenido que reconocer el derecho constitucional al libre tránsito que le asiste a la comunidad gay, aunque insistió en que no hubieran "perversiones", en clara referencia a los travestis. Quien ha expresó más temores frente a la movilización fue el secretario general del municipio, Horacio Alejandro Gutiérrez.

Para Héctor Sahagún, joven fundador del grupo Homo Sapiens Sapiens AC -llamado así porque propone "repensar al hombre"-, ha sido importante que "previo a la marcha la derecha se haya hecho visible. Esto los exhibió porque intentaron juntar firmas para promover la prohibición de la movilización", pero no tuvieron éxito. Sahagún destaca que persiste una doble moral en la sociedad tapatía, que respeta, la existencia de gays y lesbianas, pero se incomoda cuando estos sectores salen a las calles.

Sondeo sobre la marcha

Hoy, por ejemplo, el periódico Mural publica una encuesta en la cual revela que 42 por ciento de 380 adultos entrevistados telefónicamente desaprueban la marcha, mientras que 30 por ciento la aprueba y 24 por ciento se mantiene indiferente. Sin embargo, 78 por ciento opina que los homosexuales son discriminados y 58 por ciento considera que la única diferencia entre un homosexual y un heterosexual es su preferencia sexual. En la prensa local se ha reabierto el debate sobre la "normalidad" o "anormalidad" psicológica y social de los gays.

Para nosotros, destaca Ana Isabel, integrante del grupo pionero de lesbianas Platatonalli, lo importante es que "también puedan sumarse a nosotros los grupos de bisexuales y hasta de heterosexuales que apoyan a la comunidad gay".

En el mismo sentido, Armando Díaz, del grupo Diversidad Sexual, propuso que lo importante en Guadalajara es declarar un "pacto de respeto" para todos aquellos que han criticado a la movilización.

La expectativa en la sociedad tapatía ha ido creciendo en las últimas semanas. Los dirigentes de Guadalajara reconocen que están frente a un repunte de la movilización, después de que hace 10 años el alcalde priísta Gabriel Covarrubias Ibarra, prohibiera la realización del congreso internacional gay, convocado por la ILGA, respondiendo a presiones de la derecha jalisciense.Hoy estas presiones ya no surtieron el efecto deseado.

Entre otras organizaciones que se han aglutinado para impulsar las movilizaciones se encuentran el Comité Lésbico Gay de Occidente, creado en 1999, y que convocó a la marcha el año pasado después de 17 años de haberse suspendido.

Están las asociaciones de personas que viven con VIH, Lazos Unidos por la Vida, Frenpavih y Checcos, así como Platatonalli, la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, así como el Club de Osos Tapatíos, integrado por "hombres-hombres" que se asumen gays y portan el estandarte leather, y Homo Sapiens Sapiens AC.

Escepticismo para denunciar violaciones a los derechos

Isidro Cisneros, integrante de Checcos, reconoce que aún existe escepticismo entre la comunidad gay para denunciar violaciones a derechos humanos y tratos discriminatorios, así como temor de algunos establecimientos, como bares, y profesionistas para expresar abiertamente su apoyo al movimiento.

Y ejemplifica: en el foro de derechos humanos organizado un día antes de la marcha, se destacó que no había quejas ante la comisión estatal en la materia. "Esto quiere decir que aún no hacemos lo suficiente para denunciar y hacer valer nuestros derechos", abundó.