Ť El gobernante paquistaní comenzó una visita a India
Diálogo para solucionar conflicto en Cachemira, demanda Musharraf
DPA, AFP, AP Y REUTERS
Nueva Delhi, 14 de julio. El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, comenzó hoy una visita de tres días a India con un llamado al diálogo para solucionar el litigio de Cachemira, y permitir así la "normalización total" de las relaciones indo-paquistaníes.
La llegada de Musharraf, quien fue recibido con todos los honores de rigor de un jefe de Estado y en medio de un dispositivo de seguridad sin precedentes, coincidió con la continuación de los combates en la parte india de Cachemira con saldo de 14 muertos, entre ellos 10 militantes separatistas.
Al afirmar que "no existe una solución militar" para el conflicto fronterizo de Ca-chemira, insistió en que no puede haber una "normalización completa" indo-paquistaní sin dar una solución a ese conflicto que, dijo, envenena desde hace medio siglo las relaciones entre ambos países.
"Por la prosperidad económica y la coexistencia pacífica, Pakistán e India necesitan mantener un diálogo para resolver las disputas. Me alegro de que haya comenzado este diálogo", aseveró el hombre que llegó al poder mediante un golpe de Estado en octubre de 1999.
Reiteró la posición paquistaní de "resolver el conflicto de acuerdo con las aspiraciones del pueblo de Cachemira", en alusión a la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas sobre el derecho a la autodeterminación de los cachemiros, un punto que India siempre ha rechazado bajo el alegato de que su soberanía no es negociable.
India, que sólo acepta discutir el modo de poner fin a la insurrección separatista musulmana, poco antes de la llegada del gobernante paquistaní anunció la retirada de 20 mil militares de la línea de separación entre el Cachemira paquistaní y el indio, comenzando en la región de Jammu.
El ministro paquistaní del Exterior, Abdul Sattar, que acompaña a Musharraf, dijo que su gobierno no había sido informado acerca de tal retiro de tropas indias, sin embargo indicó que Pakistán ya había mostrado el camino de buena voluntad con la retirada de una brigada en noviembre, luego que India suspendió sus operaciones militares.
Con todo, los combates no han cesado en la Cachemira india, pues con la muerte hoy de al menos 14 personas se elevó a 153 el número de muertos desde hace 10 días. Además, desde 1989 la insurrección ha causado la muerte de decenas de miles de personas.
Musharraf, quien es también jefe de la junta militar paquistaní, tiene previsto en-trevistarse este domingo con el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, en lo que será el primer encuentro de alto nivel que sostendrán en los dos últimos años con miras a suavizar las tensiones.
La cumbre "histórica", como se le ha de-nominado, tendrá lugar en la ciudad de Agra, donde se alza el famoso monumento al amor Taj Mahal, donde ambos dirigentes políticos podrían acordar la apertura de las fronteras de Cachemira por primera vez en 53 años, y quizá pactar un alto del fuego entre las tropas fronterizas.
El mandatario paquistaní, quien se declaró dispuesto a discutir todos los temas entre ambas potencias nucleares de Asia, subrayó no obstante que Cachemira era el asunto central y advirtió que Islamabad no aceptará como frontera internacional la actual línea de control que divide a esa región en el Himalaya entre Pakistán e India.
Causó buen impacto al rendir homenaje a Mahatma Ghandi, el padre de la independencia y oponente a la partición en 1947 de India y Pakistán, pero hubo disgusto al reunirse con los partidos separatistas, agrupados en la Conferencia por la Libertad.