DOMINGO Ť 15 Ť JULIO Ť 2001

Ť No se le considera un país pobre, sino una nación intermedia, con buen potencial

Asesora del PNUD reconoce avances de México

Ť En cinco años se quintuplicó el número de conexiones a Internet y se invierte en educación

GEORGINA SALDIERNA

En el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) existe la percepción de que México sólo requiere tiempo para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

Nancy Birdsall, asesora especial del PNUD, considera que el país tiene un potencial enorme y que ha sabido aprovechar el mercado que se abrió con el Tratado de Libre Comercio. "Yo diría que sólo le falta tiempo" para lograr su desarrollo, puntualiza.

En una plática con La Jornada, antes de que se diera a conocer el Informe sobre Desarrollo Humano 2001, señala que México es un país muy sofisticado; es una democracia, y puede lograr su desarrollo aun sin la ayuda que proporcionan organismos internacionales, puntualiza.

Y es que para el PNUD, México no es un país pobre, como lo podrían ser los de Africa o algunos de Asia. México es una nación intermedia. Según el Informe sobre Desarrollo Humano se encuentra en el sitio 51 de una lista de 162 países, por debajo de Noruega, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Hungría y Chile.

Si bien todavía no es considerado dentro de los Estados líderes en adelanto tecnológico, se le considera uno de los 19 que pueden sumarse a ese grupo, debido a que cuenta con institutos que ya están trabajando en áreas de punta, como la biotecnología.

El reporte anual del PNUD hace varias recomendaciones para mejorar el desarrollo humano de los países, entre las que se encuentra el apoyo a la educación básica y secundaria; el desarrollo de la biotecnología como una manera de mejorar los rendimientos del campo, y el uso intensivo de nuevas tecnologías, como Internet.

Nancy Birdsall reconoce que se necesitan recursos económicos para poner en práctica las recomendaciones de Naciones Unidas y que muchos países carecen de dinero, entre otras razones, debido a sus deudas.

La situación no es fácil, pero los países tienen que fijar prioridades y escoger aquello que les reportará resultados a favor del desarrollo humano. Por ejemplo, destaca que la instalación de computadoras en las escuelas y el acceso a Internet siempre tendrá un enorme potencial para cambiar la vida de las personas.

En México hemos visto que en los últimos cinco años se multiplicó en cinco veces el número de conexiones a Internet, mientras que los gastos en educación y otros aspectos del desarrollo humano han crecido, ejemplifica.

La asesora del PNUD destaca en otra parte de la entrevista que los países altamente industrializados canalizan pocos recursos para las naciones pobres. La recomendación es que asignen 0.7 por ciento del PIB a actividades del desarrollo, pero por ejemplo Estados Unidos sólo destina 0.1 por ciento.

El problema no es de voluntad de los pueblos, sino de falta de comunicación entre la población y los políticos, considera, y ejemplifica que en Estados Unidos la gente piensa que el gobierno canaliza el 10 por ciento del PIB a los países pobres.

De acuerdo con la especialista, esto demuestra que no hay un suficiente entendimiento entre la población y los políticos. De ahí la importancia de que se conozca el informe del PNUD, agrega.

Afirma que directivos del programa han tratado el tema con funcionarios de Estados Unidos; sin embargo, resalta que las decisiones no dependen de una sola persona; están los congresistas, los estados, la administración.

Birdsall señala por otro lado que el desarrollo humano enfrenta fuerzas poderosas, por ejemplo las grandes trasnacionales que no han permitido el otorgamiento de licencias para que los países en desarrollo puedan utilizar tecnologías patentadas, como lo permite la Organización Mundial de Comercio.

Frente a ese fenómeno, considera que sólo la presión de la opinión pública puede ayudar a que estos grupos cumplan con las normas de la OMC.

Birdsall reconoce que existe la posibilidad de que las recomendaciones del PNUD se queden en el papel, es decir, que no se hagan una realidad; sin embargo expresó su confianza en que se genere el entusiasmo necesario para que la agenda tenga éxito.

En relación con México se muestra confiada en que el gobierno asuma las recomendaciones. Ya de principio, el presidente Vicente Fox se comprometió a elaborar su propio reporte anual de desarrollo humano, concluye.