SABADO Ť 14 Ť JULIO Ť 2001

Ť Autor de Reloj solar, escultura emplazada en la Ruta de la Amistad

La Iglesia católica de Polonia representa hoy un peligro para la democracia, afirma Kowalski

Ť Su instalación Horizontal mexicano se puede visitar en el Espacio Torre de los Vientos

MERRY MAC MASTERS

Si como ser humano el artista polaco Grzegorz Kowalski (Varsovia, 1942) mantiene la esperanza a fin de sobrevivir, se muestra pesimista respecto del lugar que ocupa el arte en la sociedad moderna. Dice: ''El arte es una forma de comunicación para un pequeño grupo de personas porque muy pocos se interesan por él. La mayoría está satisfecha con el arte masivo que ve en la televisión. No obstante, la cultura que se adquiere por televisión es poco profunda. No la desprecio, simplemente no es mi modo de expresarme. El arte, en cambio, tiene un papel relevante en la vida de la sociedad y siempre estará presente hasta que el ser humano diga otra cosa''.

Obra en memoria de Popieluszko

La escultura Reloj solar, que en 1968 Kowalski realizó para la Ruta de la Amistad -ahora se restaura- y la instalación Horizontal mexicano, montada en el Espacio Cultural Torre de los Vientos, también obra del corredor escultórico, ofrecen una idea de la diversidad de su producción y lo hacen expresar:

'kowalski_esculturas02'Como artista soy totalmente independiente. No dependo del Estado, ni de encargos del gobierno ni de los galeristas que quieren artistas productores de piezas en un solo estilo para ser vendidas como obra reconocible de cierto creador. Para mí el arte surge de la búsqueda de lo nuevo, de tener contacto con otro ser humano. Mi inspiración principal es lo que siento y lo que sucede a mi alrededor, como algún acontecimiento social o político.''

Después de terminar Reloj solar, Kowalski diseñó algunos proyectos más en piedra para Polonia, pero sólo uno se concretó: ''El último proyecto en piedra que hice fue para el asesinado cura polaco Popieluszko, capellán del movimiento Solidaridad. Popieluszko fue un crítico comprometido de la ley marcial y de las autoridades. En 1982 la policía secreta lo capturó, fue torturado y victimado. Fue un gran golpe para la nación. Mis compañeros y yo sugerimos diseñar un monumento en el lugar del bosque donde el religioso fue capturado. Es un sitio señalado por el pueblo como el comienzo del viacrucis de Popieluszko. Sin embargo, no fue hasta 2000 que se pudo hacer''.

La obra de Kowalski no se ha escapado de la polémica. Y señala: ''Durante la ley marcial en Polonia, la Iglesia católica se volvió un lugar donde los artistas podían expresarse, claro, no del todo. Se hacían exposiciones y conciertos. Las iglesias eran un territorio no sólo para el sentir nacional, sino para la expresión artística. Ahora que somos una democracia y podemos decir lo que queremos, la situación se ha revertido. Hoy día la Iglesia católica ejerce una fuerte influencia en la vida de la sociedad, ya que trata de ideologizar la ley y el Estado. Esto representa otro peligro para la democracia''.

Catedrático de la Academia de Bellas Artes, Kowalski se mantiene en estrecho contacto con las nuevas generaciones de artistas polacos. Sobre su uso de la libertad sostiene: ''Hay una generación que adquirió conciencia después de 1988, cuando comenzó la democracia en Polonia. Ellos emplean su libertad para producir obras que están en contra de algunas reglas y tabúes que nos atan y no nos ayudan a mejorar la humanidad''.

Tríptico con máscaras humanas

Kowalski dedicó en 1972-73 la pieza Horizontal a su amigo el fallecido escultor uruguayo Gonzalo Fonseca, autor de la Torre de los Vientos, pero nunca se la envió. De su instalación mexicana, dice, ''le he dado un tratamiento de tarjeta postal y se la envío a Gonzalo, dondequiera sea que esté''. La obra consiste en tres tiras de plástico impresas que cuelgan en medio de la única escultura ''habitable'' de la Ruta. La imagen de este tríptico es de una superficie nevada sobre la cual se han distribuido máscaras humanas. El trabajo en cuestión se remonta a una época en que el artista solía pedir a las personas que contribuyeran con la obra, en vez de ser espectadores pasivos. Así que solicitó a sus amigos y conocidos que prestaran sus caras para la obra. De los moldes hizo un vaciado en concreto. Luego fotografió la superficie nevada con las máscaras.

La historia no se acaba allí. Kowalski acordó con sus colaboradores colocar las máscaras en el mar (Báltico) para que con el tiempo las olas y la arena borraran las facciones humanas, convirtiéndolas en piedras. Esta última parte del proyecto aún está por hacerse.

Horizontal mexicano se puede visitar sábados y domingos de 12 a 18 horas en Periférico Sur sin número esquina Zacatépetl, frente a Perisur. Para recorridos especiales, favor de comunicarse a las oficinas del Patronato Ruta de la Amistad, que preside Luis de la Torre, a los teléfonos 5616-1677 o 5550-0663.