SABADO Ť 14 Ť JULIO Ť 2001
Ť Los chinos obtuvieron 56 votos; superaron a Toronto y a París, la gran perdedora
Pekín ganó la sede para realizar los Juegos Olímpicos de 2008
Ť El presidente saliente del COI, Juan Antonio Samaranch, dio la notificación oficial
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 13 de julio. Aunque fue una competición por momentos más política que deportiva, la primera gran prueba de los Juegos Olímpicos de Verano de 2008 se celebró esta tarde aquí y, tras dejar atrás a las otras cuatro aspirantes, Pekín obtuvo la sede.
Para China, la decisión se convirtió en una suerte de doble revancha: en lo deportivo se sacó la espina de haber perdido en 1993 frente a Sydney y por tan sólo dos votos la posibilidad de organizar los Juegos de 2000. En lo político, a pesar de que persiste la razón que la hizo fracasar hace ocho años -las duras críticas de sus adversarios sobre la situación de los derechos humanos en el país, sumadas al conflicto por el Tíbet-, esta vez no fue impedimento y se separaron política y deporte para hacer posible que la nación más poblada del mundo, por primera vez en la historia, celebre en su territorio la fiesta deportiva veraniega.
En una primera ronda de votación, los integrantes del Comité Olímpico Internacional (COI), reunidos en la capital rusa en su trascendental sesión número 112, inaugurada ayer, ratificaron a Pekín como favorita indiscutida al otorgarle 44 votos.
Fueron ocho menos de los necesarios pero más del doble de su inmediata seguidora, Toronto, que sacó sólo 20.
También quedaron fuera Estambul, Osaka y París. Esta última dio la gran sorpresa con apenas 15 votos, pues su candidatura era considerada muy fuerte.
Apegado a las tradiciones no escritas, al situar como líderes a Pekín y Toronto, el COI mantuvo el principio de la rotación de los continentes, toda vez que los juegos de 2004 se llevarán a cabo en la europea ciudad de Atenas.
En la historia del olimpismo sólo se conoce un precedente en el que los juegos se celebraron consecutivamente en un mismo continente, cuando Helsinki sucedió a Londres, en 1952.
Pekín pidió a los miembros del organismo internacional que cambiaran el curso del siglo XXI. "Cualquiera que sea su decisión ustedes escribirán una página en la historia, pero sólo una podrá cambiar esta historia", declaró He Zhenliang, presidente de honor del Comité Olímpico Chino.
Entonces Pekín recibió 56 votos, cuatro más de los necesarios, Toronto 22, París 18 y Estambul 9. Ya había sido eliminada Osaka y no participó en la segunda ronda de votación.
Casi siempre la presentación final va más allá del mero reporte estadístico de la capacidad de cada ciudad aspirante de acoger los juegos, en términos de infraestructura y facilidades para los deportistas y público en general.
Así se convierte en todo un espectáculo, que mezcla documentales e intervenciones de personalidades de los ámbitos de la política, la cultura y el deporte, integrantes de las respectivas y numerosas delegaciones de apoyo.
Esta vez no fue la excepción, si bien se enfrentaron concepciones diferentes. Los chinos acentuaron, en la exposición de su proyecto, que la celebración de los Juegos en Pekín "beneficiaría al mundo entero", por cuanto ayudaría a promover el cambio social y económico en el coloso de Asia, conscientes de las perspectivas que ofrece un mercado de mil 300 millones de personas y el próximo ingreso del país a la Organización Mundial de Comercio.
Con todo y la presencia de Zinedine Zidane, el futbolista más caro de la historia incorporado hace unos días a la plantilla ya de por sí de lujo del Real Madrid, los franceses fueron los grandes perdedores.
Los canadienses, por su lado, desplazaron a los galos de las simpatías a priori a los galos por el impresionante despliegue que hicieron de nuevas tecnologías, pero aparentemente no pudieron revertir el malestar de los miembros africanos del COI.
Según se comentó en los pasillos del Centro Internacional de Comercio, a los delegados de Africa les sigue haciendo poca gracia la desafortunada broma del alcalde de Toronto, Ben Lastman, quien durante una reciente gira por ese continente dijo tener miedo de ser cocinado en una olla.
Decidida la sede de los juegos de 2008, que dio a conocer Juan Antonio Samaranch, los integrantes del COI tienen en puerta otra batalla: la elección de su sucesor, que se informará el lunes.