SABADO Ť 14 Ť JULIO Ť 2001
Ť Las sanciones, "posición moral y no herramienta política", aseguró el mandatario
Incrementa Bush las presiones a La Habana
Ť Se pronunciará la semana próxima sobre el capítulo III que endurece el embargo a Cuba
AFP
Washington, 13 de julio. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció este viernes una serie de medidas para incrementar la presión contra el régimen de Fidel Castro, que incluyen reforzar las restricciones en vigor a los viajes y al envío de remesas a Cuba y brindar apoyo a las emisoras anticastristas Radio y TV Martí, y ampliando el respaldo a la disidencia.
"Las sanciones que aplica Estados Unidos contra el régimen de Castro no son una mera herramienta política, sino una posición moral", dijo Bush en una declaración al anunciar las medidas.
El mandatario estadunidense precisó que solicitó al Departamento del Tesoro "fortalecer y ampliar" las oficinas encargadas de aplicar las sanciones en vigor contra Cuba.
"Es importante que mantengamos y hagamos aplicar la ley en la mayor medida posible para impedir viajes excesivos y sin licencia, aplicar las limitaciones a las remesas y garantizar que los intercambios culturales y humanitarios llegan realmente a activistas en favor de la democracia en Cu-ba", puntualizó Bush.
Por otra parte, indicó que "ampliará su respaldo a los activistas de derechos humanos y la oposición democrática" y otorgará "fondos adicionales para las organizaciones no gubernamentales que trabajan con programas pro democráticos en Cuba".
Por último, Bush anunció que encargó a Salvador Lew, al frente de la Oficina para las Emisiones hacia Cuba, "utilizar todos los medios disponibles para superar las interferencias contra Radio y TV Martí", emisoras anticastristas que transmiten programas hacia Cuba desde Estados Unidos.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo este viernes que el presidente Bush se pronunciará la semana próxima sobre el controvertido capítulo III de la ley Helms-Burton que endurece el embargo contra Cuba.
Bush "dará su punto de vista cuando haga el anuncio y ello no sucederá hasta la semana próxima", dijo Fleischer.
Según los analistas, Bush a pesar de las presiones ejercidas por el exilio anticastrista en Florida, se limitará a mantener la suspensión parcial de la ley para evitar nuevos roces con sus aliados de la Unión Europea.
La aplicación del capítulo III de la ley Helms-Burton permitiría iniciar acciones judiciales en Estados Unidos contra empresas que realizan negocios con bienes estadunidenses expropiados en Cuba tras la revolución de 1959.
Su entrada en vigor penalizaría en particular a empresas europeas y canadienses, que ya sufrieron el impacto de otros aspectos de la misma ley cuya aplicación no fue neutralizada por la Casa Blanca.
Luego de promulgar la ley Helms-Burton en 1996 para reforzar el embargo de Washington contra La Habana, el anterior presidente Bill Clinton suspendió sistemáticamente cada seis meses los efectos del temido capítulo III.
Durante su campaña Bush prometió aplicar una línea más dura contra el régimen de Castro y la decisión de la semana próxima constituye una oportunidad clara para hacerlo. Sin embargo, especialistas señalan que su aplicación abriría un nuevo frente de confrontación con la Unión Europea, que se su-maría a numerosos conflictos transatlánticos en materia comercial, de medio ambiente o el sistema de defensa antimisiles.