ISLA CANELA
Jaime Avilés
Nace una universidad contra la corriente
1. INSCRIPCIONES ABIERTAS
Mañana será publicada en la prensa una convocatoria dirigida a los jóvenes capitalinos para anunciarles el nacimiento de una nueva universidad pública. Esto es algo que no había sucedido en nuestro país desde 1974, año en el que fueron creadas la Universidad Autónoma Metropolitana (10 de enero) y la Universidad Autónoma de Chapingo (31 de diciembre), y se promulgó la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Chiapas (28 de septiembre), que adquirió de esta forma carta de naturaleza estatal, cosa que el 31 de diciembre de 1975 le ocurriría, asimismo, a la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Hasta hoy, de acuerdo con estos datos del Diccionario Enciclopédico de México, de Humberto Musacchio (llamado también el Pequeño Musacchio Ilustrado), habían transcurrido 27 años sin que ninguna autoridad, federal o local, se preocupara por abrir nuevas instituciones de estudios superiores, pese a que en el mismo lapso la población pasó de 50 a 97 millones de habitantes.
Para combatir esta carencia, así sea en forma simbólica, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en cumplimiento de una de sus promesas de campaña, pondrá en funciones, a partir del próximo 3 de septiembre, la Universidad de la Ciudad de México (UCM), que tendrá inicialmente tres planteles ?uno en la avenida Fray Servando Teresa de Mier, otro en la ex cárcel de mujeres de Iztapalapa y uno más en la sala Ollin Yolitztli?, así como una escuela preparatoria en cada una de las 16 delegaciones del DF.
Aunque nadie sabe nada o casi nada acerca de ella -debido a la siempre insuficiente política de comunicación de López Obrador-, la UCM empieza ya a situarse en el centro de una nueva controversia entre el Gobierno del Distrito Federal y el gabinete del presidente Vicente Fox, a cuyos miembros, formados muchos de ellos en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, se les pondrán los pelos de punta (con la comprensible excepción de Reyes Tamez Guerra, titular de la SEP), cuando terminen de leer estas líneas.
2. SORTEO DE ADMISION
La Universidad de la Ciudad de México abrirá sus puertas bajo el siguiente lema: "Nada de lo humano me es ajeno", atribuido, según se dice, a Montesquieu, pero popularizado universalmente por Carlos Marx, quien sintetizó en esta máxima las ambiciones ilimitadas del espíritu humanista.
El primer rector de la UCM será Manuel Pérez Rocha, quien en su momento diseñó el sistema de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH), y la preparatoria de Iztapalapa, concebida en 1998 por la administración de Cuauhtémoc Cárdenas e inaugurada en 2000 por la de Rosario Robles.
En principio, la UCM ofrecerá cupo a 5 mil 850 estudiantes (600 de licenciatura y 5 mil 250 de preparatoria, a razón de 350 por cada uno de sus 16 planteles en este nivel). Todos los servicios que recibirán estos jóvenes serán completamente gratuitos, como lo señala la Constitución, en virtud de lo cual no habrá reglamento general de pagos.
Los únicos pagos -suministrados por la Secretaría de Desarrollo Social del GDF- irán a los bolsillos de los profesores, quienes deberán someterse a un estricto sistema de contratación, en el cual todo el personal docente será de tiempo completo (8 horas diarias), y no habrá, como en la UNAM, estímulos por puntos, una práctica nociva impuesta bajo el rectorado de José Sarukhán, donde los artículos, producidos al calor de la investigación académica, dan más puntos que la redacción de un libro completo.
En el nivel de preparatoria, de acuerdo con sus aptitudes, los mentores percibirán un salario entre 14 mil y 16 mil pesos mensuales, mientras en licenciatura y posgrado la suma oscilará entre 18 y 20 mil. Eso sí, para optar por una plaza en la UCM tendrán que haber obtenido, por lo menos, el grado de maestría y estar dispuestos a pasar diariamente ocho horas dentro de la institución.
Un tema que sin duda causará polémica será el de la inscripción de los estudiantes. En la UCM no habrá exámenes de admisión. Todos los aspirantes participarán con iguales derechos en un sorteo -cuyas características se desconocen todavía-, sin que importe para ello el promedio de calificaciones que hubiesen alcanzado en su escuela de procedencia.
De lo que se trata con esto es de poner fin a la idea de que el sistema educativo en México es excluyente en sí mismo, un falso axioma que contraviene los preceptos de la Constitución. Los creadores de la UCM, con Manuel Pérez Rocha a la cabeza, apuestan a que en sus aulas los estudiantes podrán superar las deficiencias formativas que arrastren desde la primaria, y convertirse, a pesar de ellas, en profesionales bien preparados para desenvolverse en el mundo real.
Sin embargo, una vez concluido el sorteo de admisión, cada uno de los beneficiados por la fortuna será sometido a un diagnóstico para saber cómo viene y cuáles son sus mayores lagunas en materia de conocimientos básicos.
3. PLAN DE ESTUDIOS
En el nivel de estudios superiores, la UCM contará con tres grandes ramas. La primera será la de humanidades y ciencias sociales, en la que se darán las carreras de ciencias políticas y administración urbana, historia y sociología contemporánea, filosofía, y por último comunicación y cultura.
La segunda será la de ciencias y humanidades, que por ahora ofrecerá una sola carrera, dedicada a formar médicos que al mismo tiempo sean antropólogos, y se especialicen en la prevención y detección de enfermedades, con un profundo conocimiento del entorno social en donde les toque desarrollarse.
La tercera rama será, finalmente, la de ciencia y tecnología, y su misión consistirá en capacitar a los alumnos en las distintas aplicaciones de la ingeniería, aunque al respecto no hay muchos más datos disponibles, lo cual no significa que no existan sino que las fuentes de esta columna fueron incapaces de explicarlos en detalle.
Pero las actividades académicas en la UCM no comenzarán en forma directa el próximo 3 de septiembre, sino que, para ir entrando en calor, estudiantes y maestros participarán en un curso propedéutico en el que todos, de modo obligatorio, habrán de cursar o impartir, según sea el caso, las siguientes materias: pensamiento crítico, introducción al conocimiento, matemáticas, física, biología, historia y lectura y redacción, asignatura esta última que tendrá un valor muy alto, pues consideran los creadores de esta institución que las personas que no sepan escribir ni manejar un texto de manera eficiente y precisa no podrán llegar muy lejos en el mundo de las ideas.
Por lo que respecta a los estudios de posgrado, la UCM abrirá procesos de formación académica en didáctica y conciencia histórica, por ejemplo, o pensamiento y cultura en América Latina, especialidades para las que también se preparan ya los correspondientes cursos de doctorado.
-¿Habrá inglés y computadoras? -pregunté a mis informantes.
-Claro, pero como herramientas de trabajo, no como un fin en sí mismo.
4. DE LA BIBLIOTECA
En la estructura de la UCM, debajo del doctor Manuel Pérez Rocha habrá un Consejo Académico integrado por el filósofo Luis Villoro, el matemático Luis de la Peña, la maestra Esther Orozco y muchas otras eminencias cuyos nombres -me explicaron con particular atención en este aspecto- no pueden ser divulgados todavía para no causarles problemas en El Colegio de México y otras instituciones donde aún colaboran.
Para atender a los estudiantes de propedéutico, licenciatura y posgrado, la UCM dispondrá de una plantilla de 50 profesores, que no han sido seleccionados aún, pese a que más de 500 han enviado ya sus datos curriculares. Estos especialistas no sólo ocuparán su tiempo en dar clases sino que además tendrán la obligación de proporcionar una asesoría personalizada a cada uno de estudiantes, y dedicarán a esta tarea una buena parte de su horario de labores.
El día de la solemne y formal inauguración de la UCM, Andrés Manuel López Obrador presidirá un coloquio en el que han sido llamados a intervenir los sabios que hicieron posible este proyecto, así como representantes de organizaciones no gubernamentales, de organizaciones sociales (se habla de la Asamblea de Barrios, la UPREZ, la Central Unica de Trabajadores, la Unión Popular Francisco Villa, entre otros) y ex funcionarios de gobierno.
"La idea es que la academia no dialogue consigo misma sino con los actores sociales a los que pretende servir", me dijo otra fuente, antes de señalar que hasta la fecha, los creadores de la UCM han trabajado en el marco de la "austeridad republicana" impuesta a su gobierno por López Obrador, de tal suerte que el personal administrativo se compone de un secretario particular y dos mecanógrafas.
En cuanto al acondicionamiento de las instalaciones, no se ha integrado todavía el acervo de la biblioteca porque está en marcha la licitación de los libreros...
5. LA BATALLA CON LA SEP
Toda institución educativa tiene derecho de certificar sus estudios, pero necesita el reconocimiento de la SEP. En este punto, al referirse la semana pasada al registro de la UCM, Reyes Tamez Guerra afirmó que en el Distrito Federal "está plenamente cubierta la demanda en materia de estudios superiores", de lo cual supuso, no sin mala leche, que la universidad de López Obrador podría constituir "un gasto no prioritario".
El ex rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, quien llegó a la SEP gracias a las recomendaciones del magnate Alfonso Romo, destacado patrocinador del Tec de Monterrey, olvidó, tal vez a propósito, a los 60 mil jóvenes que son rechazados cada año por la UNAM y de los cuales, por superflua que en la cúpula del foxismo parezca, la UCM atenderá a la simbólica proporción de uno por ciento, con un presupuesto de 50 millones de pesos, que le fue solicitado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, misma que lo redujo a 28, de los que, sin embargo, únicamente han sido liberados 22.
Por lo pronto, y mientras se da la batalla jurídica y política con el gobierno de Fox -que ante todo será ideológica y pondrá de relieve los dogmas de fe del integrismo neoliberal-, la UCM trabajará como un órgano descentralizado de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino, bajo la supervisión directa de Raquel Sosa, titular de esa dependencia.
6. ALIVIO PARA DESPEINADOS
Mientras la SEP reconoce o no a la UCM, en la prensa capitalina se anuncia en estos días una nueva universidad privada, a la que dieron el nombre de Universidad del Distrito Federal M.R. (marca registrada, así como lo oye usted), cuyo lema es: "Conocimiento, en mi alma serás eterno", y que ofrece, por ejemplo, la carrera de periodismo, para la que hay miles de aspirantes y muy pocas plazas en el mercado. Pero eso sí, como en su divisa ostenta las palabras "alma" y "eterno", Reyes Tamez sin duda ya la reconoció, aunque no se dedique sino a fabricar desempleados.