El gol de Jared Borgetti, casi en el arranque del trámite, fue suficiente para sepultar a la ni siquiera sombra del afamado representativo sudamericano.
Ť Jared Borgetti sepultó a los actuales campeones con su gol tempranero
El Tri hizo lo que parecía imposible: ganó 1-0 a Brasil en la Copa América
Ť El entusiasmo de los mexicanos provocó "oles" de la afición colombiana
AGENCIAS
Cali, Colombia, 12 de julio. Bastaba echarle una
mirada al marcador para que los mexicanos le dedicaran una bonachona sonrisa
al destino. El Tricolor logró esta noche lo que parecía
una empresa imposible: derrotar a Brasil en el debut de ambos en la Copa
América de Colombia.
El gol de Jared Borgetti, casi en el arranque del trámite,
fue suficiente para sepultar a la ni siquiera sombra del afamado representativo
sudamericano.
Además del esfuerzo desplegado por los mexicanos en el terreno de juego, el Tri logró el sorpresivo triunfo desde el banquillo, con un esquema diseñado por el técnico Javier Aguirre para anular el virtuosismo de los brasileños.
Cuando apenas se acomodaban ambos conjuntos sobre la cancha del estadio Pascual Guerrero, México abrió el marcador en un tiro de esquina cobrado por Alberto García Aspe desde la derecha.
El guardameta Marcos rechazó el balón; Borgetti lo paró con el pecho y aprovechó para anidar la pelota con un potente disparo de derecha: 1-0 al minuto 4.
Tras la anotación, los brasileños buscaron
reaccionar y tuvieron su primera oportunidad a los ocho minutos, cuando
Emerson conectó con la cabeza, pero el portero Oscar Pérez
logró desviar.
Nuevamente Emerson, 10 minutos después, estuvo
cerca del empate al lograr desmarcarse por el centro y sacar un potente
zurdazo desde 30 metros que alcanzó a rozar el travesaño.
México lució ordenado sobre el terreno de juego con un esquema 3-5-2, en el que Gerardo Torrado y Alberto García Aspe interrumpieron el enlace en el mediocampo entre Juninho Paulista y Alex, para dejar a Brasil sin creatividad.
Los mexicanos se agrupaban bien atrás y trataron de salir a velocidad con Miguel Zepeda por la izquierda y la incorporación de Jesús Arellano por la derecha, mientras Borgetti arrastraba la marca y buscaba anticipar en los remates por el centro.
Brasil, campeón defensor y considerado el gran
favorito, lucía sin ideas, desconcertado ante la cerrada marca de
los tricolores, e intentaba abrir espacios mediante algunas jugadas
individuales de Geovanni por la derecha.
Jardel, el corpulento centro delantero que jugará
la próxima temporada en el Marsella francés, fue completamente
anulado por los zagueros Rafael Márquez y Manuel Vidrio.
El técnico brasileño, Luiz Felipe Scolari, ordenó el ingreso de Guilherme y Denilson en el segundo periodo para fortalecer su ataque, pero Aguirre respondió retrasando a Arellano para marcar a Denilson y formando una línea de cuatro en la defensiva.
El movimiento táctico del estratega nacional fue preciso para contrarrestar a los brasil eños, que siguieron sin generar peligro sobre la meta de Pérez, mientras México mantuvo el orden.
En este segundo tiempo, un "Ole, ole" bajó de las tribunas, festejando un par de toques de los mexicanos ante un rival cuya camiseta verde-amarilla estaba muy distante de sus épocas de gloria.
En los últimos cinco minutos, con los brasileños completamente desmoralizados, México se adueñó del balón y tuvo un par de oportunidades en los botines de Arellano y Daniel Osorno.
Los gritos de "México, México" entonados por los caleños acompañaron el drama brasileño hasta que el árbitro colombiano Oscar Julián Ruiz puso fin a las acciones.
El resultado de 1-0 fue sorpresivo pero justo. Los mexicanos lucharon, nunca dieron una pelota por perdida y siempre mantuvieron el orden.
En cambio los tetracampeones mundiales, favoritos en este encuentro, estuvieron muy distantes de lo que se esperaba de ellos y confirmaron el mal momento por el que atraviesan.
Con este resultado México asumió el liderato del Grupo B con tres puntos, seguido por Perú y Paraguay con uno, relegando a Brasil a la última posición.