VIERNES Ť 13 Ť JULIO Ť 2001

Ť Con esa percepción, 15% de asegurados en el IMSS

No desaparecerá el salario mínimo, dice Basilio González

Ť Debe dejar de funcionar como tope para créditos, sueldos contractuales y para fijar multas, señala presidente de la CNSM

FABIOLA MARTINEZ

El salario mínimo no desaparecerá, sin embargo, es necesario que este indicador deje de funcionar como "piso o tope" para la fijación de los sueldos contractuales y en la cotización de multas y créditos, señaló Basilio González Núñez, presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM).

A más tardar el próximo 12 de agosto, la comisión especial para modernizar el sistema de los salarios mínimos ?en la que participan líderes sindicales, empresarios, académicos y otros especialistas del sector laboral? presentará sus conclusiones, que incluyen una recomendación para que "de manera paulatina" se eliminen las diferencias entre las zonas económicas A, B y C con base en las cuales se paga el minisalario en nuestro país.

González Núñez explicó en entrevista que uno de los principales objetivos de la comisión será dotar al salario mínimo de "una política independiente" para que éste no sea más una referencia incluso en la fijación de las percepciones de trabajadores al servicio de los gobiernos locales, estatales y federal.

Indicador que funciona en más de 140 países

"En la medida en que el minisalario siga siendo unidad de cuenta para muchas disposiciones habrá un severo límite para que éste tenga su propio juego y política. Por otra parte, en los trabajos de la comisión consultiva ni siquiera se discute la posibilidad de desaparecerlo, porque este indicador existe en más de 140 países del mundo", dijo.

El próximo 31 de julio, los integrantes de la comisión consultiva darán a conocer una evaluación en torno a este tema, previa a las conclusiones generales, en la que se hará notar la carencia de estadísticas más precisas respecto al número de mexicanos que perciben sueldo mínimo, el cual se cotiza actualmente en 40.35 pesos diarios para la zona A; 37.95 en la B, y 35.85 para la región C.

Actualmente, cualquier análisis respecto a este tema se realiza con base en la información disponible en el Instituto Mexicano del Seguro Social, la cual señala ?en el último reporte de abril de 2001? que un millón 864 mil 200 trabajadores, cantidad equivalente a 15 por ciento del total de asegurados, percibe sólo un salario mínimo.

En tanto, el censo industrial de 1998 (último disponible) revela que en México operan 345 mil establecimientos de este tipo, de los cuales 52 por ciento sólo cuenta con dos trabajadores y 90 por ciento con menos de 20 empleados. Es decir, "la mayoría de personas que reciben un minisalario por una jornada diaria de ocho horas laboran en micro empresas, por lo tanto no cuentan con un sindicato y frecuentemente desconocen sus derechos", señaló el presidente de la CNSM.

De esta manera, agregó, las propuestas derivadas de la comisión consultiva tienden a fortalecer el salario mínimo para que tenga una recuperación real "que le permita de alguna manera ir dando cumplimiento al mandato constitucional y, en particular, que las percepciones mínimas no sirvan de referencia en la negociación de los contratos colectivos".

35 horas de trabajo para adquirir canasta básica

Al respecto, el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM señala que el poder adquisitivo del salario mínimo continúa a la baja. En el contexto económico y político de la década de los 30 era necesario laborar 13 horas ?con pago de minisalario? para adquirir el costo de la canasta obrera.

En los años 50 se requerían 22 horas y, para 1960, la proporción se había reducido a 10. Fue entonces cuando inició la recuperación del minisalario hasta alcanzar su máximo poder de compra en 1976, cuando se requerían sólo 4.19 horas para comprar los productos y servicios indispensables para una familia de cinco personas. Es decir, un trabajador de salario mínimo tenía incluso un excedente y la posibilidad de ahorrar.

Sin embargo, a partir de entonces se inició una caída imparable del poder adquisitivo del salario mínimo que alcanzó en 1988 uno de sus puntos críticos, en especial porque el proyecto económico de ese periodo "ató un ancla a los salarios y los convirtió en el instrumento favorito contra las escaladas inflacionarias, en el marco de un escenario sindical entregado y corrompido por el régimen priísta".

Desde entonces ?agrega el CAM en su más reciente investigación, que se dará a conocer la próxima semana? no se han reportado cambios significativos en favor de este indicador y, por el contrario, el salario a la baja se convirtió en un instrumento eficaz para detener la espiral de precios y en eje central de la competitividad internacional de México.

En 1994 se requerían 16.4 horas de trabajo para adquirir una canasta obrera indispensable, que incluye 27 alimentos, tres productos de aseo personal y del hogar y el pago de dos servicios (gas y electricidad). Al final del sexenio del ex presidente Ernesto Zedillo, un obrero requería laborar 32 horas para adquirir la canasta básica y, a mayo de 2001, era necesario trabajar casi 35 horas para comprar dichos productos y servicios indispensables, cuyo costo es de 176 pesos, contra un minisalario de 40.35 por una jornada diaria de ocho horas.