Ť Itinera en Alemania su muestra con obras relativas a la zoología fantástica
Por vez primera exhiben en Oaxaca Los cuadernos de la mierda, de Toledo
Ť Incluye 27 libretas con dibujos y pinturas del artista creados en su segunda estadía en París
Ť Las entregó como pago en especie a Hacienda con la condición de exponerlas en ese estado
MERRY MAC MASTERS
La serie de 27 libretas con dibujos y pinturas realizados por Francisco Toledo en París durante una segunda estadía, de 1985 a 1987, con la cual el artista oaxaqueño se sumó al Programa Pago en Especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, será exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (Maco) bajo el nombre de Los cuadernos de la mierda, exposición que será inaugurada hoy a las 19:30 horas. Es la primera vez que la serie se muestra en forma completa.
En el ámbito internacional, el pasado 28 de junio la muestra itinerante Toledo/Borges: zoología fantástica, de 46 acuarelas y tintas que el artista realizó en 1983 para ilustrar Manual de zoología fantástica (Fondo de Cultura Económica), del escritor argentino, fue abierta al público en el Museo Hirschwirtscheuer, en Künzelsau, Alemania, ciudad cercana a Stuttgart, donde culminará el 30 de septiembre.
Exhibición permanente
La exhibición Los cuadernos de la mierda comprende la serie de 15 libretas homónimas, los cinco Cuadernos del insomne y siete más tituladas de acuerdo con su portada o su contenido (Cuaderno rojo y negro, cuaderno gatos y moscas, cuaderno guarro, cuaderno moscas, cuaderno chino, cuaderno de pielo y cuaderno negro).
Al sumarse al Programa Pago en Especie, Toledo puso como condición que su obra pudiera ser visita por los oaxaqueños, porque como pasó con Rufino Tamayo, no hay forma de ver un Toledo en Oaxaca. El pasado 12 de mayo la SHCP entregó en custodia al Maco la colección de cuadernos con los cuales el renombrado pintor, escultor y grabador cumplió sus deberes fiscales. Con anterioridad el artista había recurrido a dicho programa con la petición de que la obra se fuera a la Casa de la Cultura de Juchitán, condición que fue aceptada.
En su momento Toledo habíadicho que en su calidad de artista oaxaqueño y puesto que ''no hay obra mía en ninguno de los museos de Oaxaca, me pareció lógico que Hacienda debería ceder esas obras para estar en exhibición permanente en Oaxaca. Claro, siguen siendo propiedad de la nación, y Hacienda podrá exhibirlas a su vez donde ellos quieran si organizan exposiciones''. (La Jornada, 15/05/01)
Para la itinerancia alemana de Toledo/Borges: zoología fantástica, muestra promovida por la galería Arvil, se incluyó también Autorretrato (1992), óleo y oro de hoja sobre madera, y Sombreros (1999) un grupo de tres esculturas a base de caparazones de armadillo. Agregar estas piezas fue decisión de la curadora Erika Billeter, quien siempre ha estado cercana al arte mexicano, así como del trabajo de Toledo, para darle más variedad y recalcar que el maestro sigue trabajando.
Inspiración en el arte indígena
De acuerdo con Billeter, aparte de los numerosos autorretratos que Toledo ha realizado desde los tiempos de su juventud y que hoy día, con el avance de los años, se hacen más y más frecuentes, la iconografía animal constituye el elemento predominante de su pensamiento plástico y un motivo determinante en el mundo de sus imágenes.
Los animales, agrega, siempre están presentes: fantásticos, absurdos, imaginarios, nunca -o en todo caso muy raras veces- totalmente reales. Establecen metamorfosis con seres humanos, se aparean con éstos o con otras especies diferentes. Porque todos provienen de una misma fuerza, única y omniabarcante: la vida. Billeter pregunta, ¿deberíamos definir a Toledo como un filósofo de la naturaleza a la manera de Jean Jacques Rousseau?
De ninguna manera, contesta. Este artista mexicano no es ni pintor de la naturaleza ni animalier al estilo de los que conoce la historia del arte europeo. El se nutre de su propio patrimonio cultural que le ha legado al arte mexicano y, en particular, el arte indígena. Ahí es donde se encuentran sus raíces. De allí obtiene su inspiración. Sólo a partir de allí se le puede interpretar adecuadamente.
''En este sentido -continúa- Francisco Toledo es el artista más mexicano del siglo XX, más que Rufino Tamayo, el amigo que tanto venera, y más que todos los artistas contemporáneos de su país. Todos ellos guardan en sí mismos la memoria de la tradición de su antigua cultura. Pero ninguno de ellos la ha cuestionado y actualizado de manera tan cabal como Toledo. El trata de regresar a las profundidades del pensamiento místico.''
Billeter abunda: ''El ejemplo de Toledo nos demuestra que el mito puede reformularse con cada nueva generación.
''Toledo trata de rescatar ese sentimiento primigenio para el presente. El acude a las fuentes. Pero en ningún momento representa un mito en forma literaria, es decir, narrativa. Siempre lo crea como algo nuevo, llenándolo de sus propios pensamientos y sus vivencias personales, que a su vez transforma en mito propio.''