VIERNES Ť 13 Ť JULIO Ť 2001
Ť Existen 160 mil operadores ilegales: Perles
Afirma la Andear que ninguna red de comunicación escapa al espionaje
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Además del espionaje telefónico existe el electrónico, porque algunas personas se dedican a interceptar redes de radiocomunicación y otros medios; en realidad no hay privacidad total en ninguna red mexicana, manifestó el presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Equipos y Accesorios de Radiocomunicación (Andear), José Antonio Perles.
Explicó que existe un gran desorden en el sector porque 20 mil operarios trabajan con permiso y 160 mil actúan al margen de la ley, lo que representa una evasión fiscal de casi 300 millones de pesos anuales.
Consideró que el problema comenzó porque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) lleva casi seis años sin otorgar permisos de operación, y sólo ha dado concesiones a empresas grandes, como Nextel, que a su vez las revenden, y se ha dejado al margen a los pequeños y medianos empresarios, lo cual impide el desarrollo del sector y ha propiciado una baja en las ventas de casi 60 por ciento.
Adelantó que presentaron una propuesta para que en la reforma de la Ley Federal de Telecomunicaciones se incluya un apartado para abrir nuevamente el otorgamiento de permisos.
Perles explicó que el esquema falló porque el gobierno intentó desentenderse de los permisos para operar servicios de radiocomunicación y entregó las concesiones a grandes operarios que encarecieron la prestación del servicio, burocratizaron el esquema y se tardan hasta cinco años en conceder una autorización. Por estas razones el volumen de quienes trabajan en la ilegalidad ha crecido 700 por ciento.
Agregó que el esquema seguido por la SCT propició que la industria de la radiocomunicación lleve seis años deprimida. Dijo que sólo por los ingresos que podría obtener por otorgar y renovar autorizaciones el gobierno debería reconsiderar, pues de 1995 a la fecha ha perdido casi mil 800 millones de pesos por derechos, además de que hay un desorden "brutal" porque la mayoría de los operadores trabajan de manera informal y no se sienten comprometidos a cumplir ninguna normatividad.
En cuanto al espionaje, comentó que no basta que la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones incluya un apartado en el que trate la "confidencialidad de la comunicación"; es preciso elaborar un reglamento porque es fundamental la privacidad en redes oficiales como las del Ejército y la Armada, de lo contrario se podría poner en riesgo la seguridad nacional.