MIERCOLES Ť 11 Ť JULIO Ť 2001'
Ť Improcedente, la controversia presentada por un ayuntamiento de Puebla, señala
Ningún gobernador puede vetar ley indígena: Bartlett
Ť Más de 150 nativos invaden Congreso de Michoacán y exigen votar contra las reformas
ANTONIO ROBLES, MIROSLAVA BREACH, DAVID CARRIZALES Y LA JORNADA DE ORIENTE CORRESPONSAL
El senador Manuel Bartlett Díaz consideró "improcedente" la controversia constitucional presentada por el ayuntamiento de Molcaxac, Puebla, contra las reformas sobre derechos y cultura indígenas aprobadas por el Congreso de la Unión, ya que, dijo, fueron hechas con base en la Carta Magna.
El lunes, el ayuntamiento de Molcaxac presentó ante la Suprema Corte una querella contra las reformas debido a que, argumentó, ninguno de los preceptos incluidos hace valer o respetar los usos y costumbres de los pueblos.
Entrevistado en la ciudad de Puebla, el ex mandatario dijo que "también salió una nota del señor (gobernador) de Tlaxcala que estaba vetándola... Es un proceso que se aprobó por más de las dos terceras partes del Congreso, como establece la Carta Magna, y al ser aprobada por la mayoría de los congresos en los estados, se hará norma constitucional; nadie puede vetarla", sostuvo.
En el Congreso de Tlaxcala, mientras tanto, la Comisión Permanente desechó la propuesta del gobernador Alfonso Sánchez Anaya de vetar y sugerir modificaciones a la ley indígena porque, dijeron, carece de las atribuciones legales necesarias.
En sesión extraordinaria convocada después de que Sánchez Anaya regresara el decreto al Legislativo local, por considerarlo imperfecto y con muchas omisiones, la Comisión Permanente acordó que, desde la perspectiva de la Constitución de la República, la disposición relativa al procedimiento para introducir reformas o adiciones a la Carta Magna no otorga ninguna atribución a los gobernadores de las entidades, toda vez que el Estado mexicano desarrolla sus actividades en un régimen de facultades expresas a los distintos órganos depositarios del poder público.
"Aun cuando el Ejecutivo del estado tenga intención de participar en el proceso legislativo federal, sólo está facultado para intervenir en el proceso local, donde sí puede realizar observaciones respecto a las leyes y decretos que apruebe el Congreso del estado".
Instruyen a gobernador de Tlaxcala para que publique decreto
De paso lo instruyó para que publique en el periódico oficial de la entidad el decreto 120 de la LVI Legislatura local, mediante el cual se aprobaron las reformas constitucionales en materia de derechos indígenas. La publicación, según fuentes del Congreso, debe efectuarse en un plazo no mayor a ocho días a partir de la notificación al gobernador del estado.
En Michoacán, más de 150 indígenas, sobre todo purépechas, invadieron el recinto de sesiones y exigieron a los diputados discutir y votar contra la minuta de reforma constitucional enviada por el Congreso de la Unión.
Con unos 20 agentes judiciales resguardando el recinto, la perredista Ana Lilia Guillén expuso la necesidad de discutir y votar la ley, porque este jueves 12 de julio es la última sesión del periodo ordinario, que concluye el domingo 15, y aún no se define fecha para su discusión.
El dictamen elaborado por la Comisión de Asuntos Indígenas es contra esta ley y está acorde a las resoluciones de los foros de consulta efectuados entre mazahuas, otomíes, purépechas y nahuas de la entidad, dijo.
Sin embargo, el líder de la Legislatura, Salvador Castillo Núñez, aún no define la postura de los priístas, por eso no entra a discusión al pleno, explicó, por su parte, Alejandro Avilés Reyes, diputado purépecha presidente de dicha comisión.
En Chihuahua, en cambio, la diputación permanente aprobó convocar a un periodo extraordinario del Congreso, el próximo martes, para aprobar las reformas, a pesar de que las comisiones unidas de Gobernación y Asuntos Indígenas no se reunieron una sola vez para analizar la resolución del Senado y no existe dictamen previo.
El coordinador de la bancada perredista, Luis Pavel Aguilar, denunció que la decisión de los legisladores "representa un mayoriteo" para aprobar la reforma sin haber consultado a uno solo de los casi 100 mil indígenas de las etnias rarámuri, guarojío, pimas y tepehuanes que se encuentran en más de 10 mil comunidades de Chihuahua.
Ante la presión de representantes de organizaciones no gubernamentales y comunidades indígenas, quienes asistieron a la sesión de la diputación permanente para exigir el rechazo a la reforma, los legisladores de PRI y PAN aseguraron que convocarán a un foro de consulta entre jueves y viernes de esta semana para antes de votar analizar las modificaciones al artículo 4 de la Constitución.
Sin embargo, las autoridades de los indígenas conocidos como tatamandones aseguraron que no hay posibilidades reales de convocar a un foro en sólo dos días, y calificaron la consulta propuesta como "una burla a los pueblos indios del estado".
En Monterrey, Nuevo León, el historiador Miguel León-Portilla advirtió que hay un serio riesgo de "balcanización" del país y de que rebeliones armadas como la de 1994 en Chiapas se reproduzcan en otras regiones de la República si el gobierno de Vicente Fox insiste en imponer la "descabellada" ley sobre derechos y cultura indígenas, que remplazó a la emanada de la Comisión de Concordia y Pacificación y de los acuerdos de San Andrés.
La ley aprobada por el Congreso de la Unión, agregó, comete el absurdo de no reconocer la autonomía indígena a nivel de la Constitución federal, sino que remite a cada estado, "lo cual es peligrosísimo", pues cada quien puede hacer lo que quiera.
Expuso que en caso de alcanzar la aprobación del número de legislaturas locales necesario para entrar en vigor, la ley carecería de legitimidad, porque los estados con mayor población indígena se han pronunciado en contra, y ha logrado pasar en las entidades donde no hay nativos originarios, como es el caso de Nuevo León.
Aun cuando más de 16 legislaturas aprueben la ley, se tendrá que volver a replantear y escuchar a los indígenas, e incluso "no sé si el Presidente podría vetarla", señaló.