Ť Regresaron los competidores felices y con la vista puesta en Atenas 2004
Excelente, el papel de México en los CCCAN: Ramírez
JORGE SEPULVEDA MARIN
Bajan uno a uno del avión tipo Hércules
pintado de verde olivo, el oficial de la milicia. Son los nadadores
y clavadistas -antes llegaron los waterpolistas y nadadoras de sincronizado-,
quienes viajaron casi cinco horas desde República Dominicana, hasta
esta ciudad. Están cansados, pero muy felices, sobre todo quienes
ganaron medalla. De todas formas, entre todos, conquistaron el sitio de
honor, arriba de Venezuela y Colombia. Gira positiva, dicen con orgullo
los viajeros.
Atenas López, una morelense radicada en esta ciudad
de apenas 14 años, obtuvo seis medallas (tres de oro, dos de plata
y una de bronce). Platica que en las pruebas de velocidad el triunfo pareció
más complicado que en las de fondo, donde la resistencia pone a
prueba a los mejor preparados, pero ambas fueron divertidas, sobre todo
porque allí reflejó la juvenil competidora que vale la pena
el sacrificio de fiestas, del relajo que "echan todos los jóvenes".
Con 1.72 metros de estatura y sólo 58 kilogramos de peso, la competidora ahora tiene la mirada fija en llegar a los Juegos Olímpicos de Grecia 2004, donde, se sincera, a lo mejor no obtiene una presea, pero espera llegar a alguna de las finales, y como dicen los atletas, allí puede pasar todo. Para el 2008 ira por una medalla.
Por eso quiere seguir trabajando tres o cuatro horas al
día, meterse al gimnasio, al agua para que se acaben los nervios
de competir contra las demás, que si bien le causan algún
temor, deberá desaparecer cuando se dé cuenta de que el entrenamiento
diario tiene sus recompensas. No le gustan las matemáticas, porque
no les entiende, pero terminó la secundaria con 8.5 de promedio.
Los padres y madres corren a abrazar a sus hijos. Los
besan, les dicen felicidades y algunos casi les arrebatan las preseas para
sentirse un ratito poseedores del premio ganado, finalmente gracias a ellos
sus hijos las obtuvieron. "Préstenmela un ratito, aunque sea", pensarán.
Otro de los ganadores fue Oscar Olvera, un coahuilense de 13 años de edad, pero de 1.70 metros de estatura, 55 kilogramos de peso y 9.4 de promedio escolar. Está más que feliz, porque gracias a sus padres, que son también sus entrenadores, ha logrado varios triunfos. De República Dominicana se trajo varias preseas, además de imponer marcas regionales. También se pone nervioso, se desespera a ratos, pero sabe que puede dar siempre un extra, con el que en más de una ocasión ha ganado.
Aunque por ahora la técnica con la que trabaja le ha dado buenos resultados, sabe que ahora deberá trabajar de otra forma, porque también sueña ya en Atenas 2004 y luego el 2008. Las medallas lo llaman, son la nueva ilusión y, la verdad, no quiere desilucionarse ni quedar mal con nadie, como no lo ha hecho hasta ahora.
La delegada Maritere Ramírez estima que fue una presentación extraordinaria y si bien hubo algunos detalles incómodos, observó a los atletas que compitieron con ganas, con entusiasmo, pero sobre todo, con deseos de dejar bien el nombre de su país, México, al que le agradecen el apoyo brindado. Habla de que será un orgullo realizar en el 2003 en Veracruz y Xalapa el Centroamericano de la especialidad. Están de vuelta, pues, el futuro de natación, el polo acuático, los clavados y el nado sincronizado nacionales.