MARTES Ť 10 Ť JULIO Ť 2001

SALON PALACIO

El rock y El Alicia

Ť Carlos Martínez Rentería

NACHO PINEDA HA cumplido ya cinco años al frente de un agerrido espacio alternativo conocido como el Foro Alicia, por ahí han desfilado varios cientos de bandas de rock, la mayoría marginales y efímeras, muchas otras ahora ya cotizan en el mercado, pero también, hay que decirlo, los grupos famosos nunca se han dignado a tocar en este antro no comercial. El Alicia ha sufrido constantemente las presiones de autoridades que no advierten la diferencia entre un lugar con preocupaciones culturales y los que sólo buscan medrar. A pesar de todos los inconvenientes, Nacho sigue neciamente programando las bandas más alucinadas e iconoclas del país. Según los cálculos de Nacho Pineda sólo en la ciudad de México existen aproximadamente tres mil bandas roqueras y sin embargo, sólo hay cuatro lugares especializados en rock incluyendo al Alicia (de los otros tres, dos son muy caros, añade Nacho), por eso opina que no hay un verdadero movimiento de rock nacional.

Las Grabaxiones Alicia



NO OBSTANTE SU desencanto contracultural, Nacho Pineda ha impulsado un proyecto paralelo intitulado Grabaxiones que consiste en una nueva firma independiente de compactos, cuya finalidad es difundir a bandas y músicos poco conocidos o de plano pertenecientes al subterráneo de la cultura. Hasta ahora han aparecido seis discos compactos con recopilaciones de punk rock y surf mexicano, así como un especial de Rafael Catana, están por salir seis más: Exquisitos, La Comuna, Después del odio, La Santísima trinidad, Toño Canica y una recopilación de música retro industrial, entre otros. Y eso que no hay contracultura.

La Congelada de Uva en el Alicia



Y PARA CERRAR las actividades conmemorativas por los 30 años de Jim Morrison, pocos fueron testigos del alucinante performance que realizó en El Alicia la artista pronógrafa Rocío Boliver, mejor conocida como La Congelada de Uva, quien se colocó un tubo en su vagina y por el extremo opuesto metió un poster del Rey Lagarto, después pidió a algún voluntario que "encendiera su fuego", mientras se escuchaba la rola de Light my fire, alguien apareció con un encendedor y el respetable aullaba mientras la flama se consumía, el escritor marginal Rubén Bonet tenía ya preparada una cerveza a manera de extinguidor para evitar cualquier accidente. Todo trascurrió en calma, Jim Morrison no ha muerto.

Talleres de performance en El Chopo



PRECISAMENTE LA CONGELADA DE UVA fue la madrina de los jóvenes participantes en el taller libre El arte de la acción, que concluyó la semana pasada en el Museo Universitario del Chopo. El coordinador del taller fue el muy activo artista visual Pancho López, responsable de los seis performances agrupados bajo el chantajista título de SiNoMeHaCeScAsOmEmUErO (Así se suscribe en la invitación). Fueron seis performances, en los que no faltaron semidesnudos, algo de sangre, la bandera mexicana y otros elementos comunes del performance, desde luego que también se vieron momentos rescatables.

Pinto mi raya en radio



PARA LOS SEGUIDORES de las nuevas tendencias de las artes visuales, les será muy útil escuchar el programa Pinto mi raya (un espacio donde las artes visuales suenan), que conducen los artistas Mónica Mayer y Víctor Lerma, todos los lunes a las 12:00 horas, por ABC Radio (760 de AM). Como se recordará este espacio lo condujo durante un par de años la maestra Maris Bustamante, quien pasó la estafeta cuando decidió ir a radicar en Estados Unidos durante algún tiempo. Mónica y Víctor ofrecen anunciar gratuitamente cualquier actividad plástica si se comunican a su correo: [email protected].

Los libros de Alforja



OTRO PROYECTO INDEPENDIENTE que ha mantenido una intensa actividad, gracias a dos muy entusiastas poetas que además son tocayos: José Vicente Anaya y José Angel Leyva, es Alforja revista de poesía, que ahora se está conviertiendo en una prolífica editorial, pues paralelamente a sus 17 números (el más reciente se dedica al budismo en la poesía), ha publicado ya 12 libros. Los cuatro que se dieron a conocer el domingo pasado en la Sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes son: La metáfora del llanto, de Sandra Galina Fabela; Adagio con una taza de té, de Ludmila Biriukova; Cristales cromáticos, de María Merced Nájera Migoni e Infinitos dispersos, de Marcos García Caballero.

El irredento Vila-Matas



POCOS ESCRITORES, de los que han ingresado a las ligas mayores del mundo editorial, se salvan de caer en esa pedante actitud que provoca la fama y los privilegios del dinero. Pocos como el español Enrique Vila-Matas, quien prefiere escaparse de las pomposas cenas organizadas para regodeo de las élites literarias, para recorrer cantinas y conversar con los jóvenes autores o simplemente gritar sandeses con los borrachos del underground. Así lo hemos conocido durantes sus ocasionales visitas a México. Por eso, tiene un especial significado que su novela El viaje vertical (Anagrama), haya sido premiada con el internacional Rómulo Gallegos. De esta novela, va aquí el fragmento que narra el final de su entrañable personaje Federico Mayol: "En la plenitud del sueño, se despertó. Eran las cinco de la madrugada, abandonó el hotel. Dejándose llevar por su excepcional capacidad para hundirse, sintió que él era la Atlántida misma y que, en el breve tiempo de una noche, temblaba entre terremotos e inundaciones y, dejando atrás la sardana extraña, iniciaba su último descenso y, en una inmersión muy vertical, se hundía en su propio vértigo y llegaba al país donde las cosas no tienen nombre y donde no hay dioses, no hay hombres, no hay mundo, sólo el abismo del fondo.

?AL FIN? murmuró Mayol.