MARTES Ť 10 Ť JULIO Ť 2001
Ť La acción fue planeada por el grupo criminal PCC
Se fugan 105 reos del mayor complejo penitenciario de AL, en Sao Paulo
AFP, REUTERS, AP Y DPA
Sao Paulo, 9 de julio. Ciento cinco reos se fugaron este domingo del penal de Carandirú, el mayor complejo penitenciario de América Latina, localizado en Sao Paulo, informaron fuentes oficiales. Al cierre de esta edición, sólo habían sido recapturados 28 de los evadidos.
De acuerdo con las primeras versiones, la fuga fue planeada por el grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC), que en febrero pasado organizó desde el interior de Carandirú una rebelión en todas las cárceles de Sao Paulo gracias a teléfonos celulares introducidos de manera ilegal.
En esa revuelta participaron unos 29 mil presos que secuestraron a 10 mil de sus familiares para llamar la atención sobre el hacinamiento en el que se encuentran y la falta de seguridad dentro de los penales. En el motín murieron unos 20 reclusos; algunos de ellos fueron asesinados por sus propios compañeros al oponerse a la medida de presión. Tras el motín el gobierno de Sao Paulo anunció el desmantelamieno de Carandirú en el año 2002.
La fuga del domingo se realizó a través de un túnel de varios metros de largo, por 80 centímetros de ancho y un metro de altura, que aprovechó las canalizaciones de agua potable y sucia que pasan por la avenida Ataliba Leonel.
El túnel, que al parecer fue construido desde el exterior, termina junto a una pared que da al campo de futbol justo en el lugar donde se colocan los fanáticos de los partidos de ese deporte, indicó la cadena británica BBC.
Los prisioneros pertenecían a cuatro de los seis pabellones del complejo y huyeron a plena luz del día durante la hora de visita, por lo que la fuga tardó en ser detectada. A esto se sumó la flexibilización de las medidas de seguridad por ser feriado. Tras la fuga, la Policía Militar desalojó a los familiares, reunió a todos los presos y realizó un recuento uno por uno.
Este lunes, hombres fuertemente armados rodeaban las instalaciones y un portavoz policial afirmó que "la situación es de normalidad dentro del penal y en las proximidades".
El secretario regional de Seguridad Pública, Marco Vinicio Petrelluzzi, anunció una investigación exhaustiva para determinar su funcionarios del penal están involucrados en el incidente.
Otro funcionario, que no fue identificado, aseguró que "fue una fuga bien preparada y la mayoría de los escapados, especialmente los cabecillas, deben estar lejos, en otras ciudades. (Los 28 recapturados) son fugitivos accidentales. Muchos huyen junto a los otros para evitar que los maten, pero no tienen a dónde ir y son fáciles de capturar".
El penal de Carandirú, localizado cerca de la zona financiera de Sao Paulo, alberga a unos 7 mil 400 reos cuando su capacidad es de 3 mil 500, y según denuncias de los familiares de los internos en las celdas, diseñadas para dos presos, habitan hasta 40 personas.
Además de la revuelta de febrero esta prisión es tristemente célebre por la matanza de 111 reos en 1992, cuando la Policía Militar intervino para poner fin a un motín. Ciento dos presos fueron asesinados a quemarropa y los nueve restantes por arma blanca.
Esa operación fue dirigida por el coronel (retirado) Ubiratan Guimaraes, condenado el pasado 30 de junio a 632 años de cárcel por la matanza de hace nueve años. Sin embargo, se encuentra en libertad en espera de un juicio de apelación, previsto para dentro de nueve meses.
En mayo del año pasado, 52 internos se fugaron del pabellón número siete mediante un túnel cavado en los baños, y en diciembre otros 38 huyeron del pabellón número ocho también por un túnel construido junto a la cancha de futbol del penal.
El sistema penitenciario de Brasil es uno de los peores ejemplos de hacinamiento, detonante de decenas de fugas e intentos de huida.