Ť No competimos con las autoridades en acciones de ayuda a desprotegidos: Rivera
Atiende la Iglesia a 25% de enfermos de sida
Ť Bajó 30 por ciento el número de niños cuidados en institución fundada por Chinchachoma
En sus acciones de atención y ayuda a los más desprotegidos, la Iglesia católica no está en competencia con la autoridad civil ni suple lo que la sociedad debe realizar, afirmó el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, quien dijo que la Iglesia, como institución, actualmente atiende a 25 por ciento de los enfermos de sida en el mundo.
Durante su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el prelado recordó, en su segundo aniversario luctuoso, al padre Chinchachoma y su trascendente labor en beneficio de los más pobres, en especial con los niños de la calle.
A la celebración religiosa asistieron decenas de jóvenes y niños de la calle que son atendidos en los hogares Providencia, institución fundada por el padre Chinchachoma, y en su mensaje el cardenal Rivera subrayó la trascendencia de realizar un trabajo serio y constante para crear en la sociedad un clima de justicia y amor, donde florezca la paz.
"La Iglesia simple y sencillamente quiere ser fiel a su maestro, fiel a su doctrina; se preocupa por estos menores, los ancianos, los pobres y los más necesitados", señaló el cardenal, quien llamó a los católicos a no quedarse en la filantropía natural, que es tanto como "un humanismo chato de alcances meramente temporales".
El cristiano, agregó, no puede quedarse en un mesianismo comunista ni en un materialismo capitalista, tiene que trascender y llevar la buena nueva para que todo ser humano busque los caminos del espíritu y su realización completa en el cielo.
Dijo que con frecuencia se escucha que la era cristiana ha sido superada con nuevas filosofías, principios éticos y espiritualidades, y que la nueva era es la que satisface las inquietudes del hombre posmoderno, pero los nuevos evangelizadores, como la madre Teresa de Calcuta y el padre Chinchachoma, lo desmienten.
"El cristianismo, lejos de haber pasado de moda, sigue siendo la teoría y la praxis más apta para satisfacer las necesidades temporales y eternas de los hombres de la posmodernidad", aseguró.
En entrevista, el encargado de dichos centros, el padre Crisanto Quintero, pidió el apoyo y la comprensión de la sociedad para reintegrar a estos niños de la calles, quienes han sido víctimas de la drogadicción y el alcoholismo, en medio de crisis familiares.
Informó que el número de muchachos atendidos por los hogares Providencia disminuyó más de 30 por ciento desde la muerte del padre fundador, pero aún así continúan con el trabajo para ayudar a los niños de la calle. Además, de los más de 200 menores que reciben asistencia, poco más de 30 enfrentan el incurable mal del sida.