MEXICO S.A.

Ť Carlos Fernández-Vega

QUÉ MARAVILLA, QUÉ lujo: una cena de 12 mil 500 millones de dólares, con platillos e invitados de primerísima. Y el toque de buen gusto: a ninguno de los comensales se les cobró la factura -superior a los 4 mil millones de pesos, a precios nominales- por los platos rotos.

"LA MEGAFUSION MAS importante en la historia de Latinoamérica, cuya operación asciende a 12 mil 500 millones de dólares, e involucra al estadunidense Citigroup y al mexicano Banamex-Accival, se gestó en una cena en México, realizada apenas en febrero pasado entre altos ejecutivos de los dos grupos", de acuerdo con "una relatoría oficial de los encuentros", publicada ayer por La Jornada.

"EN LOS PRIMEROS días de febrero pasado, Víctor Menezes, director general ejecutivo del área de Mercados Emergentes de Citigroup, y Julio Armando de Quesada, director general ejecutivo de Citibank México, se reunieron a cenar con Roberto Hernández, presidente del consejo de administración de Banamex-Accival (Banacci), y con Manuel Medina Mora, director general ejecutivo de Banacci. Durante dicha cena, en la que fueron servidos exquisitos platillos de la cocina mexicana preparados por el prestigiado chef Arnulfo Luengas, encargado de los comedores de Banamex, Roberto Hernández, Menezes, De Quesada y Medina Mora discutieron, entre otros asuntos más generales, la posibilidad de que Banacci y Citigroup ofrecieran en forma conjunta algunos productos, incluyendo tarjetas de crédito", agrega la nota firmada por Israel Rodríguez J.

DIFICILMENTE CREIBLE RESULTA la versión rosa elaborada por la "relatoría oficial de los encuentros" entre los personajes de ambas instituciones financieras: una reunión de primerísimo nivel, convocada para "analizar" la "posibilidad" de ofrecer conjuntamente productos bancarios, como tarjetas de crédito, devino -tal vez a la hora de los postres y los digestivos- en la venta de Banamex a Citigroup, mediante el pago de 12 mil 500 millones de dólares. Tres meses y medio después, raudas auditorías de por medio, se anunciaba el compromiso formal y el 6 de julio daba inicio el intercambio de acciones. ¡Todo, en quince minutos!

IGUALMENTE INCREIBLE, DADA la magnitud e implicaciones del negocio que se cocinaba, resulta la afirmación de los "relatores oficiales", en el sentido de que "fue ese 16 de mayo cuando los ejecutivos de Citigroup comunicaron al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y al jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que un día después harían el anuncio (público) de la oferta de compra de Banacci. (Robert) Rubin, (Sanford I.) Weill y (Víctor) Menenzes, que ya se encontraban en México, también informaron, la tarde de ese día, al presidente Vicente Fox".

DUDOSO, PUES, QUE los corporativos financieros echaran a andar la operación de compra-venta sin antes contar con el visto bueno de sus respectivos gobiernos. Por ello, no resultaría descabellado considerar que en el encuentro que sostuvieron en Washington, a principios de mayo pasado, los presidentes mexicano y estadunidense no sólo abordaran, complacidos, el tema, sino que brindaran por el final feliz que se avizoraba, toda vez que habían otorgado su aval al "negocio del siglo".

DEVELADO EL "SECRETO mejor guardado en el sector bancario mexicano", como lo señala La Jornada, la fortuna de Roberto Hernández Ramírez "engordará" -de la noche a la mañana- mil 912.5 millones de dólares: 956.25 millones de dólares directos a su chequera personal y otro tanto a su "portafolio" de inversiones. Este personaje del mundillo financiero posee 15.3 por ciento de las acciones del Grupo Financiero Banamex-Accival, y la liquidación que le corresponde la obtendrá mitad en efectivo, mitad en títulos del Citigroup. Todo -desde luego- libre de impuestos. El monto que recibirá el veracruzano metido a banquero equivale a una tercera parte del subsidio fiscal anual que todavía respeta el gobierno por no gravar con IVA a las medicinas

EL SEGUNDO EN la orden del bat y dueño de los Diablos Rojos de México, Alfredo Harp Helú, tiene 13.5 por ciento de dichas acciones, por lo que sólo le corresponderán mil 687.5 millones de dólares: 843.75 millones en cash y otro tanto en títulos de Citigroup. José Aguilera Medrano, vicepresidente del Grupo Financiero Banamex-Accival, dueño de 6 por ciento de las acciones, recibirá 750 millones de dólares: 375 millones en efectivo e igual suma en títulos del corporativo financiero estadunidense. Lorenzo Zambrano, cabeza del poderoso grupo cementero Cemex, se había adelantado y pocos días después del anuncio público de la venta de Banamex a Citigroup, dijo: Vendo mi parte, 1.3 por ciento de acciones, igual a 81 millones de dólares en efectivo y otro tanto en títulos del multicitado banco estadunidense.

HAY OTROS ACCIONISTAS que están en espera de su "chuleta". Entre ellos, Juan G. Mijares Dávalos, Carlos González Zabalegui, Angel Losada Moreno (Grupo Gigante); Emilio Azcárraga Jean (Grupo Televisa); Elmer Franco Macías (Grupo Infra, gases industriales); Valentín Díez Morodo (Grupo Modelo); Ernesto Canales Santos, Esteban Malpica Fomperosa, Lorenzo Zambrano Treviño (Grupo Cemex); Daniel Servitje Montull (Grupo Bimbo); Germán Larrea Mota Velasco (Nuevo G. México); Isaías Zapata Guerra, María Asunción Aramburuzabala (Grupo Modelo); Rómulo Ofarril Jr. (Grupo Novedades); Angel Córdova Nieto, Claudio X. González Laporte (Kimberly Clark, presidente del Consejo Coordinador Empresarial); Pablo Escandón Cusi (Grupo Nadro); Antonio Madero Bracho (Corporación San Luis); Bernardo Quintana Isaac (ICA); Gilberto Borja Navarrete (ICA); Henry Davis Signoret (Renave); Daniel Servitje Montull (Grupo Bimbo); María de Lourdes Hernández de Bosoms (hija de Roberto Hernández) y Alfredo Harp Calderoni (hijo de Alfredo Harp Helú).

EN RESUMIDAS CUENTAS -limpia de impuestos- la generosa cifra obtenida por el grupo de accionistas de Banamex-Accival (efectivo y títulos del Citigroup) equivale a 2.08 veces el subsidio fiscal a medicinas. Tal vez el dato sirva al secretario de Salud, Julio Frenk, siempre tan preocupado por no contar con recursos suficientes para mantener esa excepción tributaria.

FELICIDADES. PERO ¿Y quién paga los platos rotos?

Las rebanadas del pastel