Ť Ora por la paz y la solidaridad en la próxima reunión del G-8
Exhorta Juan Pablo II a países poderosos a atender las necesidades de los más pobres
REUTERS, AFP Y A
Ciudad del Vaticano, 8 de julio. El papa Juan Pablo II llamó a los ricos y poderosos a escuchar los gritos de los pobres y los necesitados del mundo y dijo que la globalización debe tomar en cuenta el bien común de toda la humanidad.
En un mensaje que tuvo como destinatarios a los jefes de Estado y de gobierno del grupo de los ocho (G-8) el Papa dijo que oró por la paz y la solidaridad en la reunión del G-8, prevista para este mes, e instó a los cristianos a desempeñar un papel activo para asegurar que la globalización funcione para todo el mundo.
"Los pueblos más ricos y tecnológicamente avanzados, conscientes de que Dios Creador y Padre quiere hacer de la humanidad una sola familia, deben saber escuchar los gritos de tantos pueblos pobres del mundo: ellos piden simplemente su derecho sacrosanto", dijo Juan Pablo.
El pontífice habló ante miles de peregrinos y turistas congregados en la Plaza de San Pedro, con motivo del rezo del Angelus, y pidió a los católicos una oración especial para que los líderes de las llamadas naciones del G-8 "colaboren para construir un mundo más unido en la justicia y la solidaridad".
El Papa consideró que los cristianos no pueden ser indiferentes a los problemas del mundo, ya sean económicos, políticos o sociales. La Iglesia apoyaría a cualquiera que verdaderamente trabaje para el bien común dentro de la globalización, agregó.
Los líderes del G-8 -Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Japón y Rusia- se reunirán del 20 al 22 de julio en Génova, Italia, para celebrar su cumbre anual en la que se prevé la discusión del medio ambiente, la democracia y la economía mundial.
Organizaciones católicas italianas se han reunido con representantes del gobierno con la esperanza de que sus preocupaciones por la pobreza y la deuda del Tercer Mundo sean incluidas en la agenda de Génova..
Se prevé que la cumbre del G-8 atraerá a decenas de miles de manifestantes contra la globalización y que algunas de las protestas serán violentas.
El sábado alrededor de 3 mil jóvenes apodados "los Papa boys", por la prensa italiana, manifestaron su apoyo al movimiento antiglobalización.