LUNES Ť 9 Ť JULIO Ť 2001

Ť Tlapanecos y mixtecos manifiestan su total rechazo al Plan Puebla-Panamá

Una ley que refleje realmente sus derechos, exigen grupos indígenas de Guerrero a Xóchitl Gálvez

Ť La funcionaria ofreció respaldo, aunque la sigan "madreando" o le digan "pro zapatista"

MATILDE PEREZ U. ENVIADA

Hidalgo, San Luis Acatlan, Gro. Escépticos, pero sin descartar alguna posibilidad de respuesta a las añejas demandas, tlapanecos y mixtecos de la Región de la Montaña ?en donde las oportunidades de desarrollo son casi nulas? aclararon a la responsable de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, que exigen respeto a su libre determinación, a su estructura de justicia interna y a sus derechos; casi en un segundo término dejaron lo que se ha vuelto un rezo: caminos, puentes, escuelas y apoyos para la producción y la educación de sus hijos.

En la comunidad de Hidalgo ?situada en la una de las partes más inaccesibles de la Sierra Madre y que en temporada de lluvias queda prácticamente incomunicada?, los integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Indígenas y los representantes de organizaciones productivas, económicas y sociales de la Costa Chica y Región de la Montaña fueron directos: "queremos reconocimiento jurídico a nuestra costumbre de impartición de justicia y a la policía comunitaria; una ley indígena que refleje realmente nuestros derechos, además de la exigencia de escuelas y caminos". Y no dejaron de rechazar también el Plan Puebla-Panamá.

Domingo Altamirano, a nombre de autoridades indígenas y de las organizaciones productivas y sociales, fue puntual: "no queremos una política integracionista que sólo nos ve como mano de obra barata, que ignora las necesidades de los pueblos indígenas y a sus organizaciones. No queremos un Plan Puebla-Panamá".
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Allí, en uno de los pueblos dispersos de la Sierra Madre, mixtecos y tlapanecos aseguraron que la policía comunitaria ?creada en 1995 para tratar de terminar con la inseguridad en su región? no es ilegal y responde a sus usos y costumbres. Amparados en los convenios internacionales ?como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y Carta de Naciones Unidas?, exigen ser reconocidos como sujetos de derecho y por tanto su decisión a ejercer sus leyes consuetudinarias.

No más pretextos

Los integrantes del Consejo de Abasto Integral, la Unión de Ejidos Luz de la Montaña, Unión de Mujeres Indígenas Lucero de la Montaña, Fondo Regional Indígena Metlatonoc, Unión Regional Campesina y el Consejo Regional Indígena de la Costa Chica pidieron a Gálvez que el gobierno federal atienda sus demandas. "No queremos más aplazamientos ni pretextos para darnos los servicios elementales que debemos tener".

Esos productores de café y miel de exportación, propietarios de pequeños rebaños de ganado caprino y propietarios de poco más de 200 mil hectáreas de bosque, se comprometieron a fortalecer sus organizaciones, a participar "con un enfoque positivo" y a coordinar mejor sus gestiones. Y también dejaron ver su hastío de promesas gubernamentales: "las regiones indígenas harán sentir por otros medios sus exigencias si continúan los aplazamientos a las demandas".

En la Región de la Montaña están insertos 17 municipios, en donde las tres cuartas partes de la población es indígena y en donde es insuficiente la infraestructura educativa, de salud y la mayoría carece de agua potable, aunque allí estén los ríos Tlapaneco ?afluente del Balsas?, Salado, Igualita, Marquelia y Papagayo.

Según información gubernamental, en los últimos 40 años se han "hecho esfuerzos para combatir la marginación de la región", pero de acuerdo con esas previsiones, cubrir los mínimos requerimientos de caminos, escuelas y servicios de salud llevará no menos de 10 años. No existe un estudio sobre la biodiversidad de la región y las necesidades para infraestructura productiva es muy elevada.

A eso, Xóchitl Gálvez fue clara: "no podrá darse solución a todas las carencias de los pueblos, pero tampoco hay pretextos para no avanzar. Esta oficina es para que la voz de los indígenas se escuche al interior del gabinete, y por eso estoy tratando de establecer programas específicos para los pueblos".

"Aunque me acusen de pro zapatista radical"

Y para alentar el optimismo de mixtecos y tlapanecos aseguró que se reabrirá el padrón de Procampo y Progresa, que habrá más becas para los niños, pero "los padres tendrán que hacer un mayor esfuerzo para que sus hijos estudien el mayor número de años posibles". A los pueblos de la Región de la Montaña les demandó hagan prevalecer el diálogo, su palabra y unidad, y puntualizó que defenderá una ley indígena que realmente represente sus derechos, "aunque me sigan madreando y me acusen de pro zapatista o radical".

Luego, el director del Instituto Nacional Indigenista, Marcos Matías, defendió el Plan Puebla-Panamá. "El rechazo a éste es infundado porque no hay un conocimiento profundo de la parte negativa", aunque reconoció que tampoco el gobierno federal ha dado a conocer una información más puntual al respecto. Sin embargo insistió: "los pueblos indígenas deben abrirse a una relación con las empresas, bajo un principio de respeto, dignidad y justicia".