DOMINGO Ť 8 Ť JULIO Ť 2001
Ť Para que el agresor reciba castigo, la víctima debe mantenerse en su acusación: juez
Pocos saben que el abuso sexual es un delito; en el Metro es recurrente pero casi no se denuncia
Ť En ese medio de transporte sólo se reciben dos acusaciones al día por "tocamiento"
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Sucede todos los días. Un cuerpo que se aproxima, una mano y la sorpresa de la víctima. Ya sea una mujer, un menor, un hombre. Porque cualquiera puede ser víctima de abuso sexual en los vagones del Metro, uno de los delitos más recurrentes en este transporte, aunque sólo dos denuncias se presentan cada día. Y es que pocos saben que se trata de un delito y que sucede en todas partes.
La prueba más importante en el delito de abuso sexual es la declaración de la víctima. Pero debido a que se trata de una falta considerada no grave, las penas para los responsables no son altas. Y en la mayoría de los casos el delincuente se libra con una fianza de 10 mil pesos.
El juez 14 penal, Santiago Avila Negrín, explica que los procesos para el delito de abuso sexual se resuelven en dos o tres meses, según la cantidad de pruebas que aporten el acusado y la víctima. Pero lo más importante, dice, es que ésta se sostenga en su acusación.
El juez recordó el caso de un sujeto que en el interior de un vagón del Metro tentó los glúteos de una mujer, quien resultó ser estudiante de derecho en la UAM-Azcapotzalco. La joven enfrentó al individuo y le soltó una bofetada. El tipo la insultó, pero fue detenido por los vigilantes, quienes escucharon los gritos de ambos; lo pusieron a disposición del Ministerio Público, y ya en el proceso la mujer "fue muy valiente y se sostuvo en todo momento." Si bien la sentencia para el acusado fue de un año y seis meses de cárcel, pudo salir bajo fianza con el pago de más de 10 mil pesos.
A partir del lunes las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo-Metro y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal pondrán en marcha una campaña para prevenir estas conductas, pues la gente ignora que los tocamientos de tipo sexual están tipificados como delito.
El Código Penal establece para el delito de abuso sexual una sentencia de uno a cuatro años de prisión. Pero cuando hay de por medio violencia física o moral, el castigo se incrementa. Y si la víctima es menor de 12 años la pena puede ser de entre dos y cinco años de cárcel, y también aumenta cuando se ejerce algún tipo de violencia o hay amenazas, explicó Avila Negrín.
El abuso sexual, entonces, se convierte en un delito grave en el caso de las víctimas menores de edad.
Un caso ilustra la pena que puede alcanzar el agresor: un sujeto que abusó sexualmente de la hija de su concubina en tres ocasiones fue sentenciado a 16 años y seis meses de prisión. En este caso el bien jurídico tutelado es el libre desarrollo sicosexual de la agraviada, de ocho años de edad.
El agresor, Jesús Martínez Domínguez, de 32 años, prácticamente vivía mantenido por la madre de la víctima, pues no tenía trabajo y estaba todo el tiempo en el domicilio, mientras la mujer trabajaba vendiendo tamales.
La primera vez que abusó de la menor, ésta tenía seis años de edad; posteriormente, a los ocho años lo hizo en dos ocasiones, una de ellas mientras vivieron temporalmente en Oaxaca. Cada vez se encaminaba más a la violación y la amenazaba con matarla a ella y a sus hermanas si se lo decía a su mamá, mostrándole una navaja. "Dijo que me iba a cortar el cuello", declaró la niña.
La menor se lo dijo a su abuela materna, quien posteriormente habló con la madre y ella solicitó auxilio a la Policía Judicial capitalina para detenerlo.