DOMINGO Ť 8 Ť JULIO Ť 2001

Ť Paralizadas 75% de naves; peligran 20 mil trabajadores

Alto costo del diesel agudiza la crisis de pescadores yucatecos

Ť La situación del sector, peor que nunca: Mario Mares

Ť Reconoce el Cinvestav fracaso de proyectos acuícolas

LUIS A BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL

Merida, 7 de julio. El sector pesquero de Yucatán, que abarca desde los humildes trabajadores de ribera hasta los ricos industriales, enfrenta una crisis que se agudizó por las disposiciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de encarecer el precio del combustible marino.

A raíz de que la dependencia federal incrementó de 2.15 a 4.51 pesos el litro de diesel de mar, el incremento de 2.36 pesos se convirtió en uno de los grandes escollos del sector, que amenaza con caer en la agonía en perjuicio de casi 20 mil pescadores que se dedican a esta actividad,de la cual dependen casi 60 mil familias.

Más de 75 por ciento de las embarcaciones de la flota mayor se encuentran paralizadas. O sea, de 500 naves de gran calado, 375 no pueden laborar; menos de 125 son las que se adentran en alta mar para capturar las especies necesarias y mantener esta actividad como una de las más importantes en el desarrollo económico de la entidad.

Además de esta problemática, los pescadores ribereños y de mediana altura (los que trabajan por su cuenta en pequeñas embarcaciones) enfrentan momentos críticos. La gasolina estándar, no necesariamente diesel, cuesta en promedio 5.45 pesos el litro. Entre ambos sectores hay un total de 18 mil trabajadores y se estima la existencia de 3 mil pequeñas naves, sin contar las de la flota pesquera mayor. El resto de pescadores pertenece a cooperativas y labora exclusivamente con los grandes industriales del ramo en Yucatán.

Así pues, cada humilde lancha requiere una inversión de 700 pesos diarios de gasolina magna o premium que produce Petróleos Mexicanos, y eso, según dirigentes pesqueros, ya no es rentable.

Tercera actividad importante

El grave problema que se vislumbra en caso de que continúe el problema del combustible es: la semiparalización del sector y el consiguiente desplome de la producción, que durante el sexenio saliente de Víctor Cervera Pacheco generó una derrama superior a 3 mil 158 millones de pesos al capturarse más de 350 mil toneladas de diversas especies, la mayoría para la exportación a mercados nacionales y extranjeros.

Este problema trae, por supuesto, el desempleo y el gradual abandono de la actividad, pues los pescadores emigran hacia otros sitios del estado, principalmente Mérida, para tratar de conseguir otros empleos. Pocos logran su objetivo.

En síntesis, la producción pesquera significa la tercera actividad en importancia para Yucatán, después del sector servicio y el turismo, que ocupan, en ese orden, las prioridades económicas locales. La pesca representa casi 3 por ciento de la derrama económica estatal y los productos que de ésta derivan se canalizan a mercados muy cotizados del extranjero como Japón y Estados Unidos.

Carlos Peña Avila, presidente de la cooperativa Ensenada, del puerto sureño de Celestún, es contundente: "dedicarse a la actividad pesquera es igual que tener un puñal clavado en la espalda; esta situación está peor que nunca".

Incluso Mario Mares Díaz, uno de los industriales pesqueros más influyentes de Yucatán, informó que cientos de trabajadores ya comenzaron a vender sus propiedades para subsistir.

El asunto es sencillo pero, al mismo tiempo, catastrófico. Todo es cuestión de número y cuentas. Con el precio del diesel marino a 4.51 pesos, y el "estira y afloja" para conseguir una rebaja de parte de la SHCP, cada embarcación de la flota mayor, por ejemplo, consume por viaje 3 mil litros de combustible. Al efectuar dos viajes en ese periodo, el industrial necesitaría de 27 mil 60 pesos para sostener su embarcación.

Y es un arma de doble filo, porque de acuerdo con cálculos de los empresarios del ramo, si las 375 embarcaciones de la flota mayor, actualmente varadas en las costas yucatecas, dejan de consumir al mes unos 2 millones 250 mil litros de diesel marino, la paraestatal Pemex dejaría de percibir ingresos por 10 millones 147 mil pesos.

Petróleos Mexicanos reconoció que, en efecto, ya resintió el desplome de venta en diesel marino, pero se negó a proporcionar cifras al alegar que cada mes se "realiza un balance".

Leonel Rosado Mena, empresario pesquero y ex diputado local del PRI, dijo que los pescadores son los más afectados con esta situación, "puesto que pierden trabajo e ingresos para subsistir".

Sobre este problema, el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) refirió que si los proyectos acuícolas hubieran funcionado quizá los pescadores podrían tener otra fuente alternativa de empleo. Pero el impulso fue escaso. Desde al año pasado, el sector empresarial invirtió apenas 500 mil pesos para el cultivo de peces, algas marinas y chivitas (caracoles pequeños) en los puertos de Dzilam de Bravo, Sisal, Chuburná y Chabihau. Sin embargo, aunque para las autoridades oficiales "la semilla ya está sembrada", dicha actividad aún está lejos de ser rentable para generar la derrama económica y empleos.

El empresario Peña Avila resumió el caso de Yucatán: "Estamos de mal en peor, y si esto sigue así existe el riesgo de que la pesca naufrague totalmente".