Ť Insiste el secretario del Tesoro de EU en que habrá un pronto repunte

G-7: la desaceleración mundial, más grave de lo que se esperaba

Ť Plantea Francia abrir un diálogo profundo sobre los efectos de la globalización

Ť Preocupa a las naciones más industrializadas el alto precio de los energéticos

AP Y AFP

Roma, 7 de julio. Los ministros de Hacienda de las potencias económicas mundiales admitieron el sábado que la economía global se ha desacelerado más de lo que se esperaba, pero insistieron que estaba a un paso de la recuperación.

El optimista secretario del Departamento del Tesoro estadunidense, Paul O'Neill, exhortó a la gente a tener "cierta perspectiva" y se reunió este sábado con sus colegas de las naciones más ricas, insistiendo en que la economía global registrará un repunte.

Recluidos en una villa renacentista en la cima de un monte desde el cual se domina Roma, O'Neill y los demás ministros de Finanzas forjaron planes para revitalizar la economía, y restaron importancia a recientes datos pesimistas sobre la economía.

"Más alto sería mejor, pero esto no es terrible", aseguró O'Neill durante la reunión al referirse al crecimiento económico. "Es necesario cierta perspectiva para valorar en qué posición estamos", dijo.

Pronóstico pesimista

El pronóstico optimista contrasta con el de muchos expertos que predicen que el crecimiento económico estadunidense para el trimestre que recién termina bajará en relación con al tasas de 1.2 por ciento del primer trimestre.

La reunión de un día de los ministros del Grupo de los Ocho (G-7 más Rusia) preparó el temario económico para la cumbre de dirigentes del G-7 señalada para los días 20 al 22 de julio en la ciudad italiana de Génova.

Según una fuente allegada a las conversaciones, el informe preparado por los ministros dirá que si bien la economía global se ha desacelerado más de lo que se había pensado, los datos que se reciben de algunas regiones, incluso de Estados Unidos, permiten vaticinar una pronta recuperación.

Pero los ministros advertirán también que los precios volátiles del petróleo continúan siendo un elemento desestabilizador, que podría empeorar la crisis.

Para contrarrestar esa amenaza, los ministros acordaron el sábado fortalecer el sistema financiero internacional, facilitar el acceso a los mercados de capital y lanzar otra ronda de negociaciones comerciales para promover la libertad de comercio, dijo la fuente.

Otros temas de la reunión de hoy fueron el alivio de la deuda de los países pobres, la eliminación del lavado de dinero y de los paraísos fiscales, y la promoción de las reformas económicas en Rusia.

La reunión incluyó funcionarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón y Rusia.

Mundialización a debate

El ministro francés de Finanzas, Laurent Fabius, comunicó este sábado en Roma a sus homólogos del Grupo de los Siete Países más Industrializados (G-7) su preocupación por la percepción pública de la mundialización, indicó una portavoz de la delegación francesa.

"La globalización es un desafío mayor. Es necesario un diálogo mucho más profundo al respecto", declaró el ministro francés durante la reunión de ministros de Finanzas del G-7, citado por su portavoz.

"Todos estamos convencidos de que se trata de un problema extremadamente importante y que hace falta explicar en términos simples lo que aporta la globalización a los más desfavorecidos", subrayó el ministro.

Elevados precios de la energía

Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete Países más Industrializados del mundo, reunidos este sábado en Roma, expresaron su "preocupación" ante el elevado precio de la energía, informaron este sábado fuentes francesas.

"Los ministros de Finanzas discutieron al principio de su reunión oficial los precios de la energía, que constituyen una preocupación para los miembros del G-7", indicó una portavoz de la delegación francesa.

Esta inquietud quedará reflejada en el documento de trabajo que preparan los ministros de Finanzas de cara a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G-8 (G7 más Rusia) que se celebrará a partir del 20 de julio en Génova.