DOMINGO Ť 8 Ť JULIO Ť 2001
Ť Se practican sólo 15 trasplantes del corazón anuales, asegura Terán Ortiz
En México podrían evitarse 70 mil muertes al año por males cardiacos, dice especialista
Ť El Estado debe considerar esas cirugías parte del derecho a la protección de la salud: CNDH
JOSE GALAN
En México podrían evitarse 70 mil fallecimientos por males del corazón mediante trasplantes de órganos; sin embargo, en nuestro país sólo se practican 15 trasplantes cardiacos al año. En cuanto a las muertes atribuidas a enfermedades del páncreas suman 50 mil al año; no obstante, trasplantes de ese órgano no se practican, reveló Luis Angel Terán Ortiz, investigador de los Institutos Nacionales de Salud.
Ante los avances científicos en la materia, el Estado debe considerarlos ya como parte del derecho a la protección de la salud de los mexicanos, afirmó por su parte Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri, primer visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien comentó que esas prácticas deberían regularse mediante la expedición de la norma reglamentaria sobre las últimas reformas a la Ley General de Salud.
Ambos hablaron durante el ciclo de conferencias Transición Democrática y Protección de los Derechos Humanos, realizado en la Facultad de Derecho de la UNAM. Terán Ortiz atribuyó el lento desarrollo de esa práctica quirúrgica "a la falta de información de la sociedad". Dijo que la ley vigente ofrece numerosas garantías para la transparencia en la realización de trasplantes, como la creación del Consejo Nacional de Trasplantes y la especificación legal de las condiciones requeridas para el diagnóstico de muerte cerebral de un paciente, además del consentimiento tácito de los individuos potenciales donadores de órganos.
Con este sistema, agregó, se supone que toda persona acepta donar sus órganos si no ha manifestado en vida su voluntad en sentido contrario, y aún así se requiere la autorización de sus familiares. Consideró que las reformas legales en materia de trasplantes de órganos han tenido "un impacto positivo", particularmente en el caso de las córneas, ya que las reformas legales permitieron el aumento sensible del número de intervenciones de carácter ocular.
Para Martínez Bullé-Goiry, los avances científicos que permiten la realización cada vez más frecuente de trasplantes de órganos imponen al Estado la obligación de establecer una normatividad "adecuada" para regular esa actividad médica, así como edificar la infraestructura necesaria para satisfacer la creciente demanda.
Una de las acciones fundamentales que debe realizar el gobierno, dijo, es completar la regulación de la actividad mediante la expedición de la ley reglamentaria, "lo que no implica costo alguno", y sostuvo que, en la actualidad, es común entre la población el temor ante el trasplante de órganos, "debido a la desconfianza y la corrupción" que se asocia a esa práctica médica, lo que en su opinión "es absurdo".
El también académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM consideró que la legislación actual "no brinda posibilidad alguna" para que del trasplante de órganos se haga una actividad lucrativa, "pues todas las donaciones son a título estrictamente gratuito, y la donación entre personas vivas es permitida legalmente cuando existe una relación entre donante y receptor".
Desde la perspectiva de los derechos humanos, es necesario también tomar en cuenta el derecho fundamental a la libertad de creencias, añadió. "Algunas religiones no admiten los trasplantes, lo que no se debe pasar por alto, particularmente en un país con una heterogeneidad tan acentuada como México".
Aseguró que los adelantos en la medicina obligarán en el futuro a considerar otras posibilidades terapéuticas que deberán ser objeto de regulación jurídica, por involucrar el derecho a la protección de la salud, como en el caso de trasplantes de órganos genéticamente modificados extraídos de animales, así como en la clonación de tejidos.