VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001
Ť En su disco toca obras de Mozart y Volpi, entre otros

Javier Gándara transforma el acordeón en instrumento de concierto clásico

ARTURO CRUZ BARCENAS

Lograr que el acordeón sea aceptado como intrumento de concierto, del mundo de la música clásica, es el objetivo que se ha impuesto Javier Gándara, quien acepta que no podría -porque no está inmerso en esa tradición- acompañar, por ejemplo, a Eulalio (Lalo) González Piporro, pero en su primer disco (en Ediciones Pentagrama) toca adaptaciones de la Marcha turca, de Mozart, y Preludio, de Volpi.

gandaraMuy lejos de la redoba norteña, a distancias luz de lo grupero, Gándara sabe que su meta no es fácil, pero con su Hohner, cual flautista de Hamelin, espera que se abran las puertas y el trabajo llegue. Nació en Pachuca, Hidalgo, y su formación es académica, nada de tololoches y pulquerías, bares y parecidos lares.

Su disco se llama Acordeón en concierto y de dicho instrumento señaló en entrevista que permite al ejecutante y al oyente explorar en un peculiar sentido melódico y expresivo. "Por ser un instrumento polifónico, con él se pueden desarrollar temas de diferentes formas y épocas, como los preludios, fugas, danzas, tangos, variaciones, sin dejar a un lado la música tradicional y la folclórica".

-¿Por qué escogiste el acordeón y no el piano, por ejemplo?

-Formé parte de estudiantinas y de varios grupos musicales donde tocaba el acordeón. Fue algo natural, sin darme cuenta. En Pachuca tomé mis primeras clases en forma seria. En el Conservatorio me di cuenta de que ahí no hay acordeón. Ya había desarrollado algunas habilidades y no debe hacerse a un lado. Tiene cualidades iguales a las de cualquier otro instrumento.

"El acordeón tiene un sonido muy peculiar. Independientemente del volumen, que podría ser una de sus cualidades, tiene un gran sentido melódico. Sí, se puede ser virtuoso."

-¿Es fácil tocarlo? Aquí en el DF muchos niños lo tocan en el Metro.

-Creo que es fácil cargarlo. Se toca de acuerdo con el nivel que se le quiera tocar. Yo puedo agarrar un piano y tocar sólo los deditos. Depende la intención. En México debe reconocerse la labor de los hermanos Rizzardi, italianos.

Para Gándara el acordeón es un instrumento híbrido; ha retomado principios de instrumentos antiguos. "Para mí se remonta a la China antigua, donde hubo un instrumento llamado cheng, parecido a un órgano tubular, pequeño, que se soplaba. Por la transculturización llegó a Occidente y se convirtió en órgano, con fuelle. Se extendió por Europa y en el siglo XIX ya se presenta como acordeón. Aparece el bandoneón, que es un derivado".

El entrevistado comenzó a tocar el acordeón a los 8 años y lleva más de 20 años aprendiendo. "Me gusta tocar el de marca Hohner. Los acordeones se clasifican por el número de voces que tienen, no de timbres. Yo sólo tengo un acordeón; con él me identifico."

Espera que las autoridades lo apoyen en su trabajo, pues se trata de un esfuerzo en el que está solo. Contra viento y marea.

Javier Gándara tocará los temas de su disco el 8 de julio a las 18 horas en el Patio Jacarandas del Museo de Culturas Populares, ubicado en avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán.