VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001

Ť La Duma lo aprobó; aún quedan dos instancias para ser turnado a la Cámara alta

Protestas en Moscú contra el Código Laboral

Ť Más de 500 uniformados reprimieron a unos 3 mil jubilados y jóvenes que se manifestaban

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 5 de julio. La transición de Rusia a la modernidad postsoviética, con una marcada pretensión gubernamental de ajustarse a los estándares prevalecientes en Europa, no está exenta de jaloneos, mentadas y golpes entre la policía, el uso de la fuerza como último argumento de las autoridades, y la oposición, que poco a poco comienza a tomar la calle para manifestar su disconformidad.

Bajo la consigna de "šLa banda de Putin, a la cárcel!", coreada durante más de hora y media por los congregados este jueves frente a la Duma, la sede de la Cámara baja del Parlamento, en pleno centro de Moscú, no menos de 3 mil personas, en su mayoría jubilados, pero también jóvenes radicales, militantes de la llamada Vanguardia de la Juventud Comunista, bloquearon el tráfico para protestar contra la inminente aprobación del nuevo Código Laboral, promovido por el Kremlin.

El documento, de 14 grandes apartados y 417 artículos, presentado conjuntamente por el gobierno, una comisión de diputados y los sindicatos oficialistas, daña los intereses de los trabajadores y de los pensionados, en opinión de la oposición comunista.

A escasos metros, separados tan solo por un cordón policial, jóvenes acarreados, los mismos que el pasado 7 de mayo se dieron a conocer al realizar un mitin para conmemorar el primer aniversario de la toma de posesión de Vladimir Putin, agrupados en una oscura organización llamada Vamos Juntos, lanzaban insultos contra los participantes en la acción de protesta y, de forma desafiante, despedazaban ejemplares del Código Laboral vigente, aprobado todavía en los tiempos soviéticos.

Por fortuna, se evitó una batalla campal, pero algunos diputados, como el líder ultrrussia_laboranacionalista Vladimir Zhirinovsky, que quiso enfrentar a los manifestantes, recibió más de un bastonazo, el arma primordial de los jubilados, y tuvo que salir por piernas, protegido por sus guardaespaldas.

Al tiempo, más de 500 efectivos de unidades de elite del Ministerio de Interior, repartiendo golpes y rompiendo banderas rojas lograron dispersar a los protestantes, que en respuesta empezaron a gritar más fuerte "šTodo el poder a los soviets!"

Dentro de la Duma, 288 legisladores, ajenos al clamor en la calle, aprobaron, en primera instancia, el Código Laboral. Votaron en contra sólo los 133 diputados comunistas y agrarios, que exigían posponer la in-clusión en agenda del controvertido tema, hasta el otoño próximo, y sólo después de propiciar una amplia discusión en el país a través de la publicación en la prensa de proyectos alternativos.

La propuesta de los comunistas, como era de esperarse por la actual composición de la Duma, no prosperó y se sometió a votación, sin más, el proyecto que fue impulsado por el Kremlin.

El obrero Vasili Shandibyn, diputado co-munista, retó al presidente Putin a debatir con él, a sabiendas de que no habría respuesta ni de un vocero menor del Kremlin, ya no se diga el propio aludido, y dijo que el Código Laboral, elaborado por el gobierno, "provoca indignación en el pueblo".

En el otro extremo de la polémica, el ministro del Trabajo, Aleksandr Pochinok, afirmó que la variante aprobada representa "un importante paso adelante", frente a la legislación actual, al aceptar el gobierno que el salario mínimo no sea inferior al mínimo de subsistencia, como sucede ahora.

Como gran logro, y eso en un país que por los elevados precios internacionales del petróleo obtiene cada año algo así como 15 mil millones de dólares, un respiro financiero que no tuvo por ejemplo el gobierno de Boris Yeltsin, Pochinok precisó que se empezó el año con un salario mínimo de 200 rublos y se piensa elevarlo, en los próximos meses, hasta 450.

Cabe aclarar que un salario mínimo de 450 rublos equivale a un ingreso de menos de cinco pesos mexicanos diarios. Y el mínimo de subsistencia en Moscú ronda los 2 mil rublos, lo que supera en poco más de cuatro veces la suma que fijará como salario mínimo el gobierno a fines de año.

Los diputados de oposición sostienen que la iniciativa de vincular el salario mínimo con el de subsistencia es una demanda de su partido, con la diferencia de que su proyecto de código incluye el punto de manera específica, así como la obligación de indexar salarios respecto de la inflación, mientras el gubernamental contiene sólo una vaga referencia a que el asunto será re-glamentado en una posterior ley.

La variante gubernamental mantiene la semana laboral de 40 horas, con cuatro semanas de vacaciones por año, y el derecho de los trabajadores a declararse en huelga, si dejan de recibir salario durante dos semanas. Sin embargo, no prohíbe la práctica de pagar parte del salario en especie, con la producción misma de la empresa, que presupone que los propios trabajadores deben encargarse de convertir en dinero, si bien les va.

Sea como fuere, el Código Laboral ya fue aprobado en primera instancia y aún le quedan dos para ser turnado a la Cámara alta, el Consejo de la Federación. Ello sucederá no antes del próximo octubre.