VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001
Ť Juan Manuel Beltrán señala que Sauri Riancho está "de adorno" en la dirigencia
La fractura en el PRI, imparable; los acuerdos de asamblea no servirán: analista de Coparmex
Ť Batres "podría formar partido socialdemócrata" Ť Sugiere a Fox no abusar de los medios
DAVID ZUÑIGA
Las pugnas entre fracciones que se disputan el control del PRI terminarán por fracturarlo y de nada servirán las reformas que se aprueben en la asamblea que dicho partido celebrará el 20 de noviembre, pronosticó Juan Manuel Beltrán, gerente de Estudios Políticos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Según el analista, hay por lo menos nueve corrientes dentro del PRI (labastidistas, madracistas, el Grupo Renacimiento, Alternativa, Foro Permanente de Legisladores, Corriente Renovadora, conservadores, el llamado sindicato de gobernadores y los indecisos), pero el que pretende imponer su hegemonía es el que encabeza el reciente ex candidato a la Presidencia, Francisco Labastida Ochoa.
El desafío del PRI, comentó Beltrán, es subsistir sin apoyo de la Presidencia y ganar alguna gubernatura este año; sin embargo, una derrota en Tabasco el 5 de agosto puede acelerar la descomposición del partido que durante 71 años gobernó al país. En este caso, el grupo de Labastida tendría que consolidar un nuevo partido sin los madracistas y destituir a Dulce Marías Sauri Riancho, quien según el analista de la Coparmex está "de adorno" al frente del PRI.
En cuanto al Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que se ha fijado como meta "sacar a Vicente Fox de Los Pinos", por lo cual no aceptará acuerdos de largo plazo con el gobierno federal, sino solamente "pactos circunstanciales". Asimismo, pronosticó que el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas no sólo no se jubilará, sino que podría volver a postularse para la elección del año 2006 o bien podría impulsar a su hijo Cuauhtémoc Cárdenas Batel o a la ex jefa del gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles.
Dentro del PRD Beltrán también identifica varias corrientes: la nueva izquierda, encabezada por Jesús Ortega; reforma radical (Amalia García), cardenista (Rosario Robles), y la corriente de Izquierda Democrática, de Martí Batres, quien según el analista del sindicato patronal podría formar un nuevo partido socialdemócrata que incorporaría a algunos priístas y a partidos pequeños como Democracia Social.
En cuanto al PAN, Beltrán señaló que la relación del Presidente con el partido que lo llevó al poder será fundamental para "relanzar" su oferta de gobierno, pues de lo contrario se postergarán reformas urgentes como la hacendaria, ya que es poco probable que el PAN se convierta en mayoría legislativa en las elecciones de 2003.
A poco más de un año de la victoria de Vicente Fox en las urnas, Beltrán señaló que el gobierno tendrá que atender simultáneamente los problemas políticos y económicos y para ello tendrá que buscar pactos o alianzas con distintos sectores, lo que requerirá una actuación más decidida del secretario de Gobernación, Santiago Creel.
Dijo que el Presidente deberá resarcir su imagen, pues el EZLN, el EPR y otros grupos consideran que "nada ha cambiado y el foxismo es sólo la nueva cara del neoliberalismo". Más aún, advirtió que pueden surgir "guerrillas globalifóbicas" que tendrían influencia en México.
Sugirió a Fox no abusar de los medios de comunicación, dar énfasis a los temas importantes, "no a las toallas" (en alusión a las presuntas anomalías en los gastos de menaje de la casa presidencial), dejar que los miembros del gabinete precisen los objetivos y políticas que les corresponden a las dependencias a su cargo, así como hacer un ajuste político "que no implique cambios en su equipo de trabajo".