JUEVES Ť 5 Ť JULIO Ť 2001
Ť El subsecretario Ruelas Barajas informa sobre grupos relacionados con el diagnóstico
Aplicará la Ssa método estadístico de EU para "medir" la eficiencia de la atención hospitalaria
Ť Con los nuevos indicadores, los nosocomios "podrán ponerle precio a su calidad", dijo
CAROLINA GOMEZ MENA
"La única forma de saber cómo está algo es midiéndolo y la única forma de medirlo es con la estadística", por ello, hacer de esta rama del conocimiento y sus indicadores el "elemento fundamental" para elevar la calidad de atención en todos los hospitales públicos y privados del país será una las principales ocupaciones de la Secretaría de Salud (Ssa), indicó Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación y Calidad de la dependencia, quien informó que mediante los llamados grupos relacionados por el diagnóstico (GRD) -instrumento estadístico estadunidense- se logrará incrementar el nivel de los nosocomios nacionales.
Al participar en el seminario Grupos relacionados por el diagnóstico, herramienta de alto valor para la gestión hospitalaria, organizado por la Asociación Mexicana de Hospitales, comentó que desde hace casi dos años los GRD se aplican parcialmente en el IMSS con buenos resultados, por lo que la intención de la Ssa es "extender esta tecnología al resto del sector público e invitar a los hospitales privados a sumarse a este sistema para que se puedan empezar a comparar" y a competir, y con ello superar deficiencias.
Más tarde, en entrevista con La Jornada, Ruelas Barajas explicó que los GRD son una tecnología estadística creada en el vecino país del norte en los setenta, mediante la cual se clasifica a los enfermos en función del diagnóstico con el que ingresan al hospital y de los procedimientos médicos que se les practican.
Ello permite --prosiguió Ruelas Barajas-- "saber cómo se está manejando al paciente, cuánto cuesta manejarlo, y lo más importante, si los resultados obtenidos con ese enfermo son los deseables, y ello sólo se sabrá en función del análisis estadístico detrás de esta tecnología".
En forma llana, este instrumento se basa en las leyes de competencia del mercado, pues generará indicadores médicos concretos que permitirán comparar el desempeño de hospitales públicos y privados, lo que generará competencia entre ellos, y por ende, alza de la calidad de atención y resolución de padecimientos en menor tiempo y a menor costo.
Y es que, a decir del galeno, actualmente no hay forma de incentivar la excelencia entre los nosocomios porque se carece de un sistema de evaluación médica universal que permita hacer comparaciones fidedignas, pero al generalizarse los GRD, es decir, homogenizarse los parámetros, habrá bases concretas sobre las que usuarios e instituciones especializadas en seguros de salud (ISES) podrán optar por la institución médica con mejores indicadores.
Actualmente --especificó Ruelas Barajas-- "la atención de la salud es cuestión de suerte", porque el enfermo nunca puede tener certeza sobre cómo será atendido en un nosocomio (privado o público) sino hasta que sale de éste, debido a que no existen "datos duros" acerca del desempeño hospitalario. "Si le tocó entrar a uno bueno, tuvo suerte, pero si no...".
Tras indicar que al final del sexenio esta incertidumbre deberá haberse superado, dio a conocer que en ese mismo lapso tendrán que haberse creado más de 10 indicadores confiables y universales, entre ellos el número de infecciones intrahospitalarias (las contraídas por los enfermos en el recinto médico, a veces por negligencia) y la cifra de cesáreas.
Sobre este último rubro, explicó, a la Ssa le interesa sobremanera conocer el porcentaje de estas intervenciones quirúrgicas para analizar si los nosocomios están o no abusando de su práctica.
"Queremos que se empiecen a reportar en todo el sistema de salud, porque sabemos que la tasa es alta y que no en todos los casos está justificada, y cuando no lo está es un riesgo adicional para la madre y el niño, además de su implicación en el costo", dijo.
Otro parámetro que habla mucho de la calidad, pero sobre todo de la limpieza y cuidado, y que puede ser el fiel que incline la balanza para que un posible usuario rechace o acepte ser tratado en un hospital, son las infecciones intrahospitalarias, pues además de que complican cuadros de padecimientos con que ingresan los enfermos, generan defunciones, por ejemplo en recién nacidos. De esta manera, si a una mujer próxima a dar a luz se le informa que será atendida en equis nosocomio (público o privado) y es de conocimiento público que su prevalencia de infecciones intrahospitalarias es elevado, podrá negarse a ser atendida en ese hospital.
El surgimiento de estos indicadores, además de obligar a los nosocomios a superarse, les impondrá la urgencia de aprender a medir con exactitud sus prácticas y de contar con buenas calificaciones, además de que tendrán más elementos para negociar en términos económicos ante los usuarios y las ISES. En otras palabras, podrán ponerle precio a su calidad, el cual tendrá como límite el que le pongan los usuarios y la competencia.
Según Ruelas Barajas, en la actualidad "son pocos los hospitales privados capaces de medir correctamente el grado de estas infecciones, debido a que no tienen recursos humanos suficientemente capacitados en el tema, y porque no ha habido incentivos para que lo hagan, por lo que la información en esto no es completamente confiable".
Agregó que estos parámetros numéricos irán creando confianza en la población, pues ya no sólo será con base en la experiencia de otros, las promesas gubernamentales o los rumores como podrá conocerse el desempeño de un nosocomio, sino con datos concretos, con los que se "acabará también con el deporte nacional de la descalificación".
Así, en breve podremos hablar de indicadores que refieran número promedio de días de internamiento para determinados padecimientos en uno u otro hospital, tiempo medio de espera en consultas externas y muertes posoperatorias, entre otros, porque "no necesitamos al final del sexenio mil indicadores; si tenemos 10 confiables, ya la hicimos", dijo.