JUEVES Ť 5 Ť JULIO Ť 2001
Ť La falta de recursos y políticas de contratación se convertirán en cuellos de botella
Advierten investigadores de los retos que enfrentará la profesión académica
Ť La gobernabilidad universitaria adopta prácticas empresariales: especialistas de la UAM
JOSE GALAN
Bajo la racionalidad neoliberal se está conformando una gobernabilidad universitaria que obedece a un proceso de empresarialización, que significa adoptar discursos y prácticas surgidos en el seno de la empresa. En tanto, la carencia de recursos y la ausencia de una política de contratación, dirigida a la renovación pautada de la planta de profesores en las instituciones de educación superior, puede representar un cuello de botella en el futuro de la profesión académica del país.
En dos documentos sobre educación superior en México, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantean los retos de las instituciones de este tipo para las próximas décadas, incluyendo la posibilidad de que la reducción de recursos públicos distintos para el pago de becas y salarios resultarían en efectos negativos en la participación de académicos en la comunidad científica internacional.
En el ensayo La gobernabilidad universitaria entra en escena: elementos para un debate en torno a la nueva universidad, los investigadores de la UAM Eduardo Ibarra y Norma Rondero sostienen que la empresarialización implica la conformación de un nuevo tipo de funcionario universitario, caracterizado por su amplia capacidad administrativa y "por la reivindicación de su derecho a dirigir. Se trata de verdaderos ejecutivos identificados con el perfil del emprendedor de excelencia que asume riesgos y se la juega".
"La toma de decisiones colegiada es apreciada crecientemente como obstáculo para la buena marcha de las instituciones", agregan, "ya que la discusión en colectivos amplios y muy diversos, acompañada muchas veces por la movilización de activistas, dificulta la aplicación directa y expedita de los criterios de racionalidad administrativa que se utilizan para medir el desempeño y conducir a la institución."
Para contender "con estos inconvenientes" se deben crear mecanismos selectivos de consulta dirigida, en los cuales los procedimientos establecidos por la dirección determinan tiempos, modalidades y alcances de la participación. "En este caso se produce un efecto de legitimidad inducida, en la medida en que la participación así operada valida los resultados de la consulta", mientras que el manejo financiero de la universidad se considera asunto exclusivo de "expertos", encargados de diseñar estrategias de captación de recursos que fortalezcan la independencia y la capacidad de acción de la institución. Para los autores, no ampliar la capacidad de gobierno de las instituciones de educación superior o dejar de atender sus zonas de evidente rezago "podría poner en riesgo su viabilidad, conduciéndolas a situaciones de ingobernabilidad".
Por su parte, Rocío Grediaga Kuri, investigadora de la UAM-Azcapotzalco, sostiene en la investigación Condiciones y perspectivas del desarrollo de la profesión académica en México, que a partir de la década de los 80, ante el estancamiento económico y sus efectos en la estructura ocupacional, la expansión de las oportunidades educativas condujo "a una devaluación de los certificados de educación superior, evidente en la disminución de su eficacia como medio de movilidad social".
Con los cuestionamientos a la calidad de la educación superior y a la lógica con que se otorgaba el financiamiento, además de la crisis económica, las instituciones padecen problemas económicos y, con ello, la caída del ingreso real de los académicos, que "son actores centrales".
Para la autora, quien realiza una evaluación acerca de los requisitos actuales, como el posgrado, para garantizar la calidad en la educación, "contra lo que apuestan el Programa de Mejoramiento del Profesorado y algunos altos dirigentes de las organizaciones de educación superior, parece que contar con el nivel de doctorado o duplicar la proporción de tiempos completos en la planta académica nacional, si bien ayudan, no garantizarán ni la concentración en la vida académica, ni el desarrollo complejo de la vida académica y la presencia de publicaciones".