JUEVES Ť 5 Ť JULIO Ť 2001

Angel Guerra Cabrera

ƑJuicio a Milosevic?

La entrega de Slovodan Milosevic al tribunal otaniano de La Haya (no confundirlo con el Tribunal Internacional) obliga a formularse preguntas. ƑPor qué tanto interés de Estados Unidos en este asunto? ƑPor qué el virtual secuestro de Milosevic se hace a expensas de la ya menguada autoridad del presidente Vojislab Kostunica, la carta "democratizadora" de occidente? ƑPor qué la maquinaria mediática que ensalzara a Milosevic como un "reformista" nos lo ha querido mostrar después como el peor de los villanos, comparable con Hitler?

A partir del desplome soviético y de la consiguiente modificación del equilibrio geoestratégico, la federación yugoslava se convirtió en terreno de disputa entre la Unión Europea, que pugnaba por reafirmar su autonomía, y Estados Unidos que trataba de conservar su liderazgo en el Viejo Continente.

Ambos bandos coincidían en exigir la sumisión de Yugoslavia a sus planes respectivos: privatización de las grandes empresas públicas, abaratamiento de la fuerza laboral, desmantelamiento de las conquistas socialistas.

Las drásticas medidas monetaristas aplicadas en la década de los ochenta bajo la dirección de Milosevic, siguiendo las recetas del Banco Mundial y del FMI, buscaban el pronto pago de la deuda contraída por el Estado balcánico con los bancos occidentales y a la vez constituían el inicio de la batalla por recolonizarlo. Esas medidas deterioraron severamente el nivel de vida y acentuaron las diferencias en el desarrollo económico entre las repúblicas de la antigua Yugoslavia.

Durante décadas las viejas rencillas étnicas habían ido cediendo el paso al interés del proyecto federativo aunque la muerte de Tito evidenció errores políticos acumulados que crearon un vacío de autoridad. Sin embargo, fue el efecto centrífugo de las políticas de ajuste económico y su manipulación por occidente lo que principalmente propició el resurgimiento de los enconos étnicos entre los pueblos de Yugoslavia.

Alemania alentó el separatismo de Croacia y Eslovenia y arrastró a la legitimación por la Europa comunitaria de la proclamación de la independencia de ambas repúblicas. Este paso fue la base y el pretexto para las guerras interétnicas.

Washington, deseoso de arrebatar la iniciativa a Europa en la estratégica región, reconoció la independencia de Macedonia, tomó en sus manos las riendas del separatismo musulmán en Bosnia y más tarde en Kosovo. La ilegal y criminal guerra aérea contra Yugoslavia fue un intento de rescatar a la OTAN como su instrumento de liderazgo europeo.

Una vez que sentó sus reales el separatismo Milosevic dejaba de ser útil al proyecto de una Serbia dócil, que impusiera centralizadamente la restauración del capitalismo en su forma más salvaje a los demás pueblos de la federación.

Milosevic está lejos de ser comunista, no pasa de socialdemócrata, y es sin duda corresponsable de las acciones de limpieza étnica, como los líderes chovinistas croatas y musulmanes.

Su ideología es la misma con la que Felipe González o Aznar han encarado en otras circunstancias las aspiraciones de autodeterminación de los pueblos vasco o catalán. ƑO es que tanto uno como el otro no apoyaron la intervención en Yugoslavia bajo la capitanía del "socialista" Solana?

Tras el enjuiciamiento de Milosevic en La Haya hay una conducta hipócrita que pretende legitimar la subversión y los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, borrar el recuerdo del genocidio en Vietnam, de las intervenciones en América Latina, Irak y Somalia.

Al dar una orientación ultranacionalista y xenofóbica a su gestión, Milosevic se convirtió paradójicamente ante el imaginario serbio en símbolo de sus sentimientos y de la defensa de lo que quedaba de Yugoslavia frente a las potencias capitalistas. No es casual que resultara electo dos veces para dirigir el país frente a una oposición apoyada por occidente. Por razones no iguales pero parecidas ahora sobra también Kostunica.

Milosevic ha sido entregado por Zoran Djindjic, oscuro personaje al frente del gobierno serbio a cambio del dinero de los "donantes" para la supuesta reconstrucción de Yugoslavia. La destrucción ocasionada por los bombardeos asciende a 40 mil millones de dólares. Los banqueros entregarán mil 200 millones, de los que sólo quedarán 21 después de resarcir deuda externa. Es de suponer que a duras penas alcancen para llenar los bolsillos de Djindjic y comparsa.

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