JUEVES Ť 5 Ť JULIO Ť 2001
Ť Piden legisladores reporte sobre el saneamiento de nueve bancos, incluido Banamex
En declive, el papel de la banca de desarrollo en apoyo de las pequeñas y medianas empresas
Ť El organismo tiene de plazo hasta el 15 de agosto para cumplir con el requerimiento
ISRAEL RODRIGUEZ J.
La banca de desarrollo de México ha dejado de cumplir con el mandato legal para el que fue creada, es decir, apoyar al sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), las cuales no son atendidas por la banca comercial y, en cambio, se ha convertido en agente financiero del gobierno al destinar, en los últimos 12 meses, más de 31 por ciento de su cartera de crédito total a entidades gubernamentales.
Otro 46 por ciento de su derrama crediticia la ha canalizado a diversos intermediarios financieros al fungir sólo como agente financiero, mientras que el sector al que debería atender prácticamente se encuentra abandonado, al destinarle apenas 8.2 por ciento de sus recursos.
La banca de fomento tiene como fundamento legal apoyar a las pequeñas y medianas empresas que no son susceptibles de ser acreditados de la banca comercial. Sin embargo, lejos de cumplir con su cometido se ha dedicado financiar a otros intermediarios financieros y al propio gobierno.
La banca de desarrollo, también conocida como banca de segundo piso, está conformada en México por Nacional Financiera (Nafin); Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras); Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext); Banco del Ejército (Banjército); Financiera Nacional (Fina) y Banrural.
De acuerdo con el Boletín Estadístico de Banca de Desarrollo de la CNBV, el monto de crédito total ascendió a 383 mil 344 millones de pesos. De estos recursos, canalizó créditos como agente financiero por un monto de 177 mil 159 millones, que representa 46.21 por ciento del total.
Los créditos a entidades gubernamentales canalizados en los últimos 12 meses ascendieron a 120 mil 18 millones, es decir, 31.31 por ciento, en tanto los recursos destinados a pequeñas y medianas empresas (Pymes) fueron de un monto de sólo 31 mil 809 millones de pesos, cifra equivalente a 8.2 por ciento del total de los recursos derramados en el lapso de referencia.
De forma individual Nafin, principal entidad de la banca de fomento en México, aportó recursos a las Pymes por sólo mil 665 millones de pesos. En contraste, canalizó créditos al gobierno por 50 mil 487 millones de pesos.
En el caso de Banobras, cuyo principal propósito es dotar de financiamiento a los estados y municipios para realizar obras de infraestructura, destinó sólo mil 158 millones de pesos a su sector objetivo. Por el contrario, los financiamientos al gobierno sumaron 64 mil 493 millones de pesos.
En Bancomext se observa que esta tendencia se revierte, pues los recursos crediticios otorgados a las empresas exportadoras sumaron 18 mil 29 millones de pesos, mientras a las entidades gubernamentales se canalizaron sólo 4 mil 870 millones de pesos.
También en Banrural se registra un mayor financiamiento al sector agropecuario, al cual se destinaron 9 mil 760 millones de pesos, mientras los créditos al gobierno fueron de sólo 161 millones de pesos.