JUEVES Ť 5 Ť JULIO Ť 2001
Ť Su aplicación violaría la soberanía del estado, dice el diputado priísta Aquiles López
Posible controversia constitucional del Congreso de Oaxaca, si se aprueba la reforma indígena
ENRIQUE MENDEZ
Si la mayoría de los congresos de los estados aprueba la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas, el de Oaxaca interpondrá una controversia constitucional, porque su aplicación violaría la soberanía estatal y atentaría contra la estabilidad política y social de la entidad, dijo el presidente de la legislatura oaxaqueña, Aquiles López Sosa.
Además, expuso, la minuta no responde a la realidad social, ya que contiene una ''carga de discriminación e intolerancia'' que no puede permitirse en el país, y no responde a las expectativas de los grupos étnicos ni tampoco resuelve el conflicto armado en Chiapas.
El diputado del PRI convocó nuevamente a los congresos de los ocho estados que faltan por discutir las reformas, a que no las aprueben, e informó que el Congreso de Oaxaca prepara una iniciativa de reforma al artículo 135 constitucional, para que las legislaturas locales no sólo voten a favor o en contra de los cambios en la Carta Magna, sino que tengan derecho a opinar y presentar propuestas de enmienda.
López Sosa dijo que en 418 de los 570 municipios del estado, las comunidades eligen a sus autoridades por usos y costumbres, lo cual no está previsto en la reforma constitucional que aprobó el Congreso de la Unión, pero que sí se aprobó en la ley indígena emitida por el Congreso local.
Por ello, la reforma constitucional ''atentaría contra la unidad de las comunidades'', repercutiría en la estabilidad política y propiciaría un clima de inestabilidad social, dijo el legislador priísta.
En conferencia de prensa -en la sede nacional del tricolor- expuso que el exhorto a los congresos de Baja California, Chihuahua, estado de México, Michoacán, Nayarit, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán, que aún no dictaminan la reforma, es para que ''razonen moral, política y jurídicamente'' su voto, ya que si la mayoría de las legislaturas aprueban los cambios constitucionales, se pondría en riesgo la tranquilidad y el progreso de todo el país.
Los diputados del PRI, agregó, son los más obligados a rechazar la reforma, porque ya no pueden seguir ''la línea que tanto afectó al partido. Estamos ante la oportunidad de hacer efectivo el verdadero federalismo, impidiendo que los estados libres y soberanos se dejen avasallar por una visión centralista y excluyente, y ejerzan su derecho como integrantes del constituyente permanente de la Unión'', expresó López Sosa.
Hasta ahora, 14 de las 31 legislaturas de los estados han aprobado la reforma, y nueve han votado en contra; entidades como Chiapas y Oaxaca, donde la mayoría de la población es indígena, la rechazan, mientras que en Guerrero el Congreso de mayoría priísta demandó penalmente a un grupo de indígenas que tomó durante tres días el recinto para evitar que la legislatura diera entrada al dictamen.