MIERCOLES Ť 4 Ť JULIO Ť 2001
MELON
Luis Angel Silva
La clave que hace daño
"LAS COSAS SON como son y cuando las cosas son, no son más que como son las cosas". Esto es parte de un número musical puertorriqueño muy conocido y antiguo que encierra una verdad, sólo que a muchos les pasa de noche. El que se sube a una tarima está expuesto a rechazos y aceptaciones. Como dijo Cuco Sánchez, "no somos monedita de oro para caerle bien a todo mundo."
NO ESTOY DE ACUERDO que a la agrupación que acompaña a Rubén Blades en sus próximas presentaciones en el Salón 21 se le califique como la "más importante del siglo" ni que se diga que el cantante es "parteaguas" o "juglar de la salsa" y "poeta de la calle" y demás ditirambos que le dedican sus incondicionales en este país donde reina una critica sorda.
CREO QUE RUBÉN BLADES es un músico que bien tiene ganada su fama, pero que ha recurrido, para llamar la atención, a historias que parecen telenovelas, dando consejos morales y descuidando por otra parte los cánones de son, a los cuales se debe su éxito y que curiosamente ha renegado de ellos.
ESTOS SEÑALAMIENTOS NO SON de ahora, se lo dije al abogado, doctorado en Harvard, personalmente y en persona, como diría Cantinflas, en Nueva York en 1978. Bebíamos en el bar Cordial de la famosa avenida Brodway y a propósito de que él me preguntó qué me parecía su música, yo le contesté que mientras siguiera imitando a Cheo Feliciano, no iba a llegar a ninguna parte, entre otras cosas, que ahora ratifico.
LA FORMA EN QUE Blades se ha referido al son me molesta. Ha dicho que el son por su pobreza musical le ha frenado su talento y por eso ha cambiado al vallenato y a otras fusiones. Esto lo leí en la presentación de uno de sus ya innumerables discos que ha producido y no estoy de acuerdo. Creo que este pensamiento lo descubre como un mal agradecido, ya que gracias al son, Blades llegó a donde lo han colocado aquellos que viven ansiosos de encontrar ídolos. Escribí son y no salsa, porque ésta, por más defensores que le salgan, no existe. Mas debo reconocer que la palabrita ha servido para que la juventud se interese en la música que en este momento inunda el orbe.
ALABANZA EN BOCA propia se convierte en vituperio. Habrá que oír si es verdad lo que declaró hace unos días al periódico El Nueva Día, de San Juan, Puerto Rico, y en en el que afirma que "musicalmente no habrá otro álbum como Mundo". Si este disco muestra lo mismo que Cazanguero (sic), Pedro (Mack the Knife) Navaja, Cipriano Armenteros y algunas más, simple y llanamente la salsa se lo demandará.
YA ENCARRERADO, LE PREGUNTO a la persona que redactó la publicidad del sitio donde se presentara el panameño, cuyos carteles me encontré pegados en la calle de Bolívar, Ƒcómo dicen que Seis del Solar puede ser la agrupación más importante del siglo si se formó a imagen y semejanza del Sexteto de Joe Cuba? Para mí un parteaguas es lo hecho por Mario Bauzá, Chico O'Farrill, Bebo Valdés, Pérez Prado, entre otros, pero todavía no la música de Rubén Blades, misma que sólo lo ha beneficiado a él, pero que dista mucho de aportar algo nuevo al ritmo. Aquí le paro ya que de la historia sagrada del son hay mucho que hablar.
COMO HE DICHO ANTES, el que no conoce a Dios, a cualquier barbón se le hinca. Este servidor de usted grabó con el cantautor en Nueva York varias veces haciendo coros, y sé que la clave le hace daño. Tal vez por eso reniega del son, ahora lo entiendo. En varios países muchos soneros opinan lo mismo, mas no se atreven a expresarlo, así que pasiero (como se les dice a los amigos en Panamá), te digo que no te finjo amistad. Mi sinceridad está fuera de duda y reitero que no hay nada personal, por eso recomiendo que siempre se recuerde que "las cosas son como son y cuando las cosas son, no son más que como son las cosas". Bienvenido maese Rubén, ya te escucharemos.