MIERCOLES Ť 4 Ť JULIO Ť 2001

Ť Comenzó congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista

Las enfermedades del corazón, primera causa de fallecimiento en México, y van en aumento

Ť Originan las complicaciones cardiacas 15.4% del total de muertes registradas en el país

CAROLINA GOMEZ MENA

Durante los últimos años las complicaciones derivadas de enfermedades al corazón originaron 15.4 por ciento del total de de-funciones registradas en el país, y su participación va en aumento pues su prevalencia en este rubro es de 71.1 por cada 100 mil habitantes, por lo que estos males son considerados la primera causa de fallecimiento.

Es particularmente en las últimas dos décadas cuando los decesos originados por padecimientos tales como la insuficiencia coronaria, la cardiopatía isquémica y la en-fermedad hipertensiva, entre otras, han mostrado una tendencia ascendente, y tanto es así que su incremento durante ese lapso ha sido de 33.1 por ciento.

La mayor parte de estos problemas cardiacos pueden derivar en un infarto agudo al miocardio, el cual en 48 por ciento de los casos tiene como primera señal inminente de alarma la experimentación de un dolor agudo en el pecho denominado angina, provocada por colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes y tabaquismo.

Se calcula que cada año a nivel mundial ocurren más de un millón 500 mil casos de anginas de pecho inestables e infartos al músculo cardiaco.

Hasta hace poco el único camino para tratar estos padecimientos era la operación a corazón abierto, en la que se requiere abrir el tórax, mantener al paciente conectado a un pulmón y corazón artificiales y anestesia general, a lo que se suma el riesgo de muerte durante la intervención --que hoy oscila de 3 a 5 por ciento--, el alto costo financiero y la pérdida de casi dos meses laborales a causa del largo periodo de recuperación.

Una opción para revertir el avance de la mayoría de los males cardiacos es la cirugía intervencionista, una técnica cuya cuna está en México, pues fue en 1977 cuando especialistas del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez diseñaron una sonda que abría las válvulas del corazón cuando éstas estaban ocluidas.

A 24 años el procedimiento, también de-nominado angioplastia, es utilizado en todo el mundo y por supuesto en México, en donde es practicado en más de 130 establecimientos médicos públicos y privados a las dos terceras partes de los pacientes que sufren estos males.

No obstante, la intención es incrementar su práctica ya que además de que reduce en 15 por ciento las muertes por infarto, en 60 por ciento las operaciones a corazón abierto en casos de insuficiencia coronaria cuesta alrededor de 50 por ciento menos que la cirugía tradicional --sus precios oscilan entre los 20 mil y 60 mil pesos--, reduce los tiempos de internamiento de seis semanas a sólo 48 horas y no requiere de anestesia general, debido a que sólo se hace una punción en la arteria femoral (en el muslo) o en la radial (en el brazo).

La posibilidad de fallecer en la intervención es de sólo 1.5 por ciento.

En el marco de la inauguración del VII congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista, que concluye el próximo jueves y al que asisten médicos de diversas partes del mundo, el doctor Marco Martínez, director de asistencia médica del Instituto Nacional de Cardiología, explicó que la cirugía intervencionista es una técnica que destapa las arterias del corazón del colesterol acumulado en sus paredes interiores.

En conferencia de prensa refirió que a través de la punción en la arteria femoral o radial se introduce una sonda que lleva en su parte distal un catéter que tiene adherido un pequeño globo, el cual es inflado una vez situado en la región arterial obstruida, con lo que presiona la grasa, comprimiéndola, y así permite el libre paso de la sangre hacia el músculo cardiaco.

Manuel Gil Moreno, coordinador de la dirección general del Instituto Nacional de Cardiología, agregó que a causa de que en ocasiones el lúmen (diámetro interno) de la arteria volvía a cerrarse por acumulación de nuevas aportaciones de colesterol, durante los últimos años la técnica fue mejorada pues al globo se le adhiere una malla metálica de contención (similar a los resortes de las plumas, aunque de menores dimensiones y con enrejado en paralelo) denominada stent, la cual se incrusta en la pared arterial para detener el avance de la adiposidad.

El valor de esta pieza, que generalmente es de acero, oscila entre los mil 200 y mil 300 dólares, es decir casi 12 mil pesos, por lo que a fin de abaratar costos se empezó a producir en México a la mitad del valor de la importada.

Aunque la cirugía intervencionista no es la indicada cuando hay más de tres oclusiones arteriales simultáneas en el músculo cardiaco (en esas situaciones la opción si-gue siendo la intervención quirúrgica), con el congreso se intenta generalizar su práctica, especialmente en el IMSS, el ISSSTE y nosocomios de la Secretaría de la Defensa Nacional y Petróleos Mexicanos, pues esto significará reducir gastos y ocupación de camas, además de que se prevé que la producción local de los stents y la generalización de la práctica disminuyan la inversión, debido a que mientras más de estas mallas metálicas se compren, su precio bajará en el mercado.

Detalló Gil Moreno que otro propósito es que el número de cardiólogos adiestrados en cirugía intervencionista se incremente, labor que requiere de dos años de preparación extra a la especialidad cardiaca.

En la actualidad en el Instituto Nacional de Cardiología se realizan en promedio seis cirugías diarias a pecho abierto contra 15 con catéter y stent; la tendencia es similar para derechohabientes de IMSS e ISSSTE.