MIERCOLES Ť 4 Ť JULIO Ť 2001
Ť Habían desalojado la Superintendencia de Bancos
Detienen a deudores bolivianos; los enjuiciarán por sedición y secuestro
AFP, REUTERS Y DPA
La Paz, 3 de julio. El gobierno de Bolivia anunció este martes la detención de unos cien pequeños deudores y el comienzo de un juicio en su contra por sedición, secuestro y otros delitos, tras haber mantenido como rehenes a unos 90 empleados y cuatro policías durante una toma de la Superintendencia de Bancos.
Los deudores ocuparon el edificio durante 17 horas y aceptaron liberar a los rehenes la noche del lunes para luego desalojar ellos el recinto pacíficamente en la madrugada del martes, tras lograr un acuerdo de principio con las asociaciones bancarias.
Pero durante la ocupación de las oficinas y la toma de rehenes los deudores, que exigían la condonación total de sus deudas, recibieron fuertes críticas de la prensa y los sectores políticos por haber actuado armados con cartuchos de dinamita y cocteles molotov, acciones definidas como de "te-rrorismo y delincuencia común".
El ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, dio a conocer las detenciones y el enjuiciamiento de los responsables al afirmar que "esos actos no pueden quedar impunes y no lo vamos a permitir", y rechazó los compromisos contraídos por los deudores con los sectores mediadores durante las negociaciones.
Si bien agradeció la intervención de la Iglesia católica, la defensora del pueblo y a la Asamblea de Derechos Humanos por haber defendido la vida de los rehenes, indicó que les estaba pidiendo que "nos permitan castigar esos actos y no dejarlos en la impunidad".
La defensora del pueblo, Ana María Campero, había dicho que uno de los compromisos contraídos era que no habría represalias legales contra quienes participaron en la retención de los empleados y la toma de las instalaciones de la Superintendencia de Bancos.
El resto del acuerdo consistió en que los prestatarios aceptaron negociar caso por caso sus deudas hasta un límite de 5 mil dólares, que es una propuesta que ya antes habían rechazado los interesados.
Pero ahora, no sólo la aceptaron sino que tampoco pudieron lograr su objetivo de que les fuera condonada la deuda de 20 millones de dólares a 30 mil deudores.
Los pequeños deudores, que en su mayoría son desempleados, están en La Paz desde hace tres meses.