MARTES Ť 3 Ť JULIO Ť 2001
Ť La alternancia no es suficiente, dice González Pedrero
La mexicana es una democracia en riesgo, advierte Diego Valadés
ROSA ELVIRA VARGAS Y MIREYA CUELLAR
A diferencia de los políticos, los intelectuales no tuvieron problemas para llegar al consenso: a un año de que el foxismo llegó al poder, el país necesita ''una carta de navegación'', diría Enrique González Pedrero, porque ''sin pacto no habrá reforma del Estado'' y en esta situación ''la nuestra es una democracia en riesgo'', acotaría Diego Valadés.
En las instalaciones del Palacio de Minería compartieron ayer mesa y debate un grupo de intelectuales y políticos, a convocatoria de Manuel Camacho.
En lo que pareció una respuesta a Manuel Bartlett -que no lo fue porque Valadés traía su ponencia preparada-, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM recordó que para imprimir un giro a la tradición autoritaria medieval, en los siglos XVI y XVIII se desarrolló la teoría del contrato social. ''Este, lo sabemos, es sólo una ficción, pero sin ella no existiría la base teórica de la soberanía popular y de la democracia. Kant llegó a decir que el pacto es la piedra de toque de la razón. Eso explica que la ley misma, como expresión de la voluntad general, no sea otra cosa que un gran acuerdo para racionalizar las relaciones sociales''.
Valadés describió la amplia gama de posibilidades de pacto que puede haber en una sociedad: los pactos de Estado, para adoptar decisiones por encima de las legítimas divergencias entre los partidos; los pactos de gobierno, para desarrollar programas de beneficio colectivo; los pactos políticos, para identificar puntos de acuerdo circunstanciales, y los pactos electorales, para alcanzar objetivos comunes.
''En los últimos doce meses hemos visto algunos pactos electorales, pocos pactos políticos y ningún pacto de gobierno ni de Estado. En esta situación, la nuestra es una democracia en riesgo'', sostuvo.
El pacto es necesario, pero Ƒqué lo hace posible? ''Que sin pacto no habrá reforma del Estado, y sin esta reforma dejaremos ir la oportunidad de consolidar la democracia institucional, que es la siguiente etapa después de conseguida la democracia electoral''.
Para Enrique González Pedrero, más que un pacto nacional el país requiere una reforma del Estado pactada, porque el 2 de julio sólo hubo alternancia: salió Zedillo y entró Fox. Pero las instituciones, en términos generales son las mismas. No cambian ni pueden cambiar de la noche a la mañana. Hay que tener con qué sustituirlas. Si sólo se barre lo viejo, pero no se sustituye, quedaríamos peor que antes.
El Estado, señaló el ex gobernador de Tabasco, es una nave en marcha y a veces hay que cambiar lo que hace falta en pleno viaje. El país necesita un plan de navegación porque el ''destrampe pintoresco'' a que ha contribuido Fox ''contribuye más al ruido que al debate articulado''. Y para caminar hay que saber a dónde ir.
El problema del país, consideró, es que todos los partidos están en crisis. El PRI, por la desaparición del big brother presidencial; el PRD, por no haber superado plenamente el tribalismo, y el PAN, porque no ha sabido ''asimilar la victoria de Vicente Fox como victoria propia''.
A su vez, Lourdes Arizpe dijo que al parecer el nuevo gobierno ''le quedo chiquito a la transición democrática''. Se está confundiendo la democracia con el mercado y gobernar con vender. Se están haciendo avanzar intereses particulares al mismo tiempo que se debilita el sentido del Estado. ''Parecería que estamos pasando de la corrupción a la corrosión de todos los valores que nos unen y la exaltación de aquello que nos divide.''
Manuel Camacho dijo que habría que diseñar en el régimen de partidos y electoral una reforma que permita que una coalición política distinta a la que hoy gobierna gane la mayoría en el 2003 y en el 2006. Dejar las cosas como están podría llevar a que se configure un nuevo partido hegemónico, advirtió