María Pía Lara Zavala
Fuente de ideales sociales
Una parte de las transformaciones democráticas que hemos vivido los últimos años fueron tratadas por investigaciones sociales. En particular, la filosofía política propone ideas en el terreno de lo normativo ("lo que debería de ser"), hecho que ha permitido proponer ideales a las sociedades que aspiran a ser democráticas y a un gobierno legitimo, refiere la doctora María Pía Lara Zavala (México, DF 1954) investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa.
Los modelos filosóficos políticos sirven para calificar la realidad, apunta la especialista, a quien su entorno marcó lo que sería su trabajo como investigadora en esta área.
"Durante mi juventud algo de la realidad política del país empezaba a cambiar radicalmente. Yo no viví la imagen idealista del 68 que quería una revolución radical, pero en la siguiente década, los acontecimientos políticos fueron dramáticamente marcados por la guerrilla y por los golpes de Estado en diversos países de Latinoamérica."
De esta manera, la idea de construir una democracia con instituciones fuertes y con ideas vinculadas al estado de derecho, empezaba a crecer, expresa Lara Zavala, doctora en filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
El contexto de la investigación en la que ha trabajado María Pía Lara, es una escuela conocida como la teoría crítica, corriente de pensamiento fundada en Alemania por pensadores de la talla de Adorno y Horkheimer, cuyas ideas centrales se basaban en trabajar los problemas sociales desde la perspectiva de la filosofía en relación con otras ciencias sociales.
En el caso específico de la estudiosa, su trabajo se 
delimita en el campo de la filosofía política y la ética enfocada a la democracia. "No concibo a la filosofía política y a la política misma, sin lineamientos éticos a seguir, como el de establecer mecanismos legítimos y claros que rijan sus procedimientos."
Lara aporta a los estudios de filosofía política la problematización de las dimensiones ética y estética en la esfera pública y el análisis de cómo estas dos dimensiones puede explorarse a través de los movimientos sociales. Esta dimensión no había sido explorada abiertamente por otros autores de la teoría crítica, pues la dimensión estética fue siempre eliminada con respecto de consideraciones ético-políticas.
La propuesta, explica, es integrar como línea de investigación la perspectiva de cómo los movimientos políticos tienen que atraer la atención de los otros miembros de la sociedad civil (para forjar solidariamente un reclamo de justicia que les permita integrarse a la sociedad) y como no basta con que el reclamo posea un contenido moral, sino que también tienen poseer una dimensión estético o "expresiva", que permita que el mensaje sea escuchado "por su poderosa manera de formularlo". Tal es el caso, apunta Lara Zavala, de la cualidad expresiva de los discursos del subcomandante Marcos, que atraparon la atención de todos en un momento determinado.
Para ello desarrolló un modelo de "los actos del habla" en relación con la esfera pública y tomó al movimiento feminista (en sus aspectos prácticos y teóricos) como el ejemplo empírico de un grupo que había sido excluido de la sociedad. El análisis se articula a partir de cómo las mujeres tuvieron que transformar a la sociedad completa y a su forma de auto-concebirse para poder ser integradas como los nuevos sujetos sociales.
En su trabajo más reciente, Lara Zavala intenta clasificar el origen humano de la problemática del mal, definiéndolo como la crueldad que ejercemos los seres humanos con otros que no se pueden defenderse.
El problema de la crueldad humana está íntimamente vinculado a acontecimientos del siglo XX, tales como los genocidios, limpiezas étnicas, la tortura y el Holocausto, lo que es el horizonte moral e interpretativo donde la investigadora parte para poder reflexionar sobre esta dimensión de crueldad humana.
"Creo que una de las partes importantes es tratar de entender por qué somos crueles a partir de un modelo que consiste en plantear cómo es que podemos liberarnos de la culpa y de nuestros escrúpulos morales cuando vemos a otro ser humano sufrir".
En este sentido, la doctora Lara explica que sería una parte muy importante de esta investigación, abrir la posibilidad de que un tema que aborda el tratamiento del mal ųcomo problema exclusivamente de los seres humanos, no de divinidadesų pudiera promover una discusión internacional fuerte, acerca de que tenemos que hacer para protegernos de estos impulsos humanos. (Mirna Servín) * Fotos: Alejandro Meléndez