lunes Ť 2 Ť julio Ť 2001

Samuel Schmidt

A un año de distancia

El nuevo argumento es que hay que darle más tiempo a Vicente Fox. En Ciudad Juárez, después de nueve años catastróficos de gobiernos panistas, éstos piden más tiempo porque no han podido producir el cambio que prometieron, inclusive sostienen que si el PRI tuvo 70 años porque a ellos queremos limitarlos. Y como en muchas partes del país las opciones se han reducido a PRI o PAN, porque el PRD se está derrumbando y los bonsai no crecerán, la alternancia está reduciéndose al cambio de uno a otro.

Fox ganó la elección prometiendo sacar al PRI de Los Pinos y ni siquiera eso cumplió. Las grandes tensiones con su partido son porque continúa administrando -porque todavía no gobierna- con priístas. Los escándalos surgieron desde que la señora Sahagún se hizo asesorar por un priísta de mala reputación y ahí empezó un estilo de desmentir cosas para ganar tiempo mientras se les encuentra una explicación mejor. El Toallagate que tanto nos ocupó, tomó fuerza porque los funcionarios de Los Pinos mintieron al atribuirle la obra a un arquitecto mientras que era otro el que remodelaba "las cabañas". No ha contribuido poco el protagonismo de la primera hija, quien sostuvo que solamente usaría productos mexicanos para redecorar Los Pinos y terminó importando productos cuyo precio en el mercado internacional es extravagante y ahora resulta que siempre sí hubo corrupción.

Se escucha la justificación de que el PRI hacía lo mismo. Si eso es así, Ƒdónde está el cambio?, Ƒy por qué creen estos señores que tenemos que tolerar que lleguen a duplicar los mismos o peores vicios de a quienes prometieron sacar?

Y luego está el lenguaje presidencial. Vicente Fox cree que sigue en campaña. A mí no me gustaba que el candidato calificara de alimañas a sus contrincantes, porque la deshumanización refleja un enfoque racista, pero reconozco que fue un recurso efectivo. Ahora el señor Presidente requiere usar un lenguaje de estadista digno de su investidura. Pero parece ser que su modelo es Ernesto Zedillo, quien no podía tolerar que se le criticara.

Ambos en su muy amplia megalomanía creen que son los mejores y de allí a sentirse merecedores del aplauso acrítico sólo hay un paso y de allí a la intolerancia.

Quién diría a un año del voto histórico, que no útil, que el estilo de mentir se extendería a otros miembros de su gobierno y la justificación de las decisiones se ha vuelto pueril. Ahora nos dice el contralor que la remodelación en Los Pinos es materia de seguridad nacional y por eso le fue asignada sin licitación a un arquitecto amigo de la familia. Me imagino que debemos proteger muy bien los secretos de Estado que maneja la hija de Fox.

El desempeño de la economía debe tomarse muy en cuenta. Cuando Fox entró a la tómbola de los números subió su oferta hasta 7 por ciento de crecimiento y si bien nos va, creceremos a 1.5 por ciento. Ya olvídese que el Presidente no conozca los aspectos técnicos de la recesión y que uno de sus secretarios lo tenga que corregir públicamente, pero preocúpese porque frente a la carencia de un plan solamente nos dicen que estamos al garete y sujetos a lo que sucede en Estados Unidos y como dice Fox que la Virgen nos ayude.

La política internacional también va de la mano de Estados Unidos. Vamos a hacerle a nuestro vecino el trabajo sucio en el sur para que ellos nos sigan golpeando en el norte, aunque ya revelaron que les vamos a ayudar a frenar a los paisanos, los que sufrirán acoso y extorsión al salir y al entrar. Los problemas no se resuelven. Los 15 minutos de Chiapas pasaron y nada, el programa anticorrupción no logra nada, las adicciones en aumento, la pobreza sigue indignando, el campo en una crisis peor que nunca por falta de apoyo gubernamental, estalla la crisis en la pesca por malos manejos del diesel, carecemos de política industrial y queremos firmar tratados comerciales con países con los que no tenemos nada que intercambiar (Panamá).

Los gobiernos priístas se cuidaban mucho para no mostrar las desavenencias en el gabinete y cuando esto trascendía hasta se iban los rijosos. Ahora la ropa sucia se lava en la primera plana. Que mejor regalo para un país que se regodea copiando los programas de televisión donde la mugre se lanza al ventilador para que salpique en todas las direcciones. El comportamiento de los responsables de la seguridad nacional parece haber sido escrito por los guionistas de algún talk show.

La novatada ha sido muy larga, la falta de conducción es evidente, los errores mayúsculos y hasta parece que los asesores prefieren mostrar cinismo en lugar de un serio arrepentimiento y eso que abundan los funcionarios que han introducido las imágenes religiosas a la política. Pero también podrían decir que una cosa es la iconografía y otra las enseñanzas de la moral, pero eso es mucho pedir.

A veces uno extraña a los gobiernos del PRI, a aquellos que sabían que el control era importante y que el poder era una misión histórica. Y sin negar lo necesario de iniciar una nueva era, tal vez llegó el momento de reflexionar si esto que vemos es la dirección que buscábamos y cómo le hacemos para que no nos arrollen otros cinco años. Ť

 

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