DOMINGO Ť Ť JULIO Ť 2001

Ť La Escuela Nacional de Música de la UNAM difunde la obra pianística del compositor

La partitura de Sonatine, de Manuel M. Ponce, disponible ya en edición impresa

ANGEL VARGAS

A la Sonatine se le considera "la obra pianística más evolucionada composicionalmente hablando" de Manuel M. Ponce, pues en ella "refleja su gran variedad de recursos", entre ellos la invención melódica y la capacidad para transformar los motivos dándoles distintas fisonomías.

Fue escrita en 1932, el último de los siete años de estancia del compositor en París, donde se adentró en las técnicas y corrientes musicales vanguardistas de la época. Ahora la pieza se encuentra disponible gracias a la edición que hizo la Escuela Nacional de Música (ENM) de la UNAM, como parte del compromiso que adquirió en 1998, cuando recibió bajo su custodia el Acervo Manuel M. Ponce de las manos de su heredero universal, Carlos Vázquez.

"La institución se comprometió a catalogar, preservar los manuscritos y primeras ediciones en las mejores condiciones y difundir su música", según Luis Alfonso Estrada Rodríguez, director de la ENM.

Como los nueve títulos que la preceden -entre ellos la Balada mexicana, la Suite Cubana y los Cinco poemas chinos-, la edición de la Sonatine forma parte de la serie "Obras para piano", Edición Clema Ponce, y con ella se pretende ofrecer momentos y etapas abordadas por Ponce como pianista y compositor.

La revisión de la partitura estuvo a cargo del propio Carlos Vázquez y Héctor Rojas, autor este último también del prefacio, en el cual explica que existen dos manuscritos de la obra, uno a tinta, completo, y el otro a lápiz -sólo del tercer movimiento-, en el que se anota como título Sonatine neoromantique.

"Dichos manuscritos nos han servido como fuentes para ésta, que viene a ser la primera edición impresa de esta importante obra del catálogo poncístico", explica Rojas. "En ella se ha tratado de respetar al máximo el texto original del compositor, corrigiendo únicamente los errores u omisiones claramente evidentes".

En el volumen, Paolo Mello señala que en la producción musical de Ponce "destacan dos periodos: uno romántico, que viene a cerrar el capítulo de compositores que le precedieron, y otro moderno, iniciado con su viaje a París en 1925, que abre en cambio nuevas posibilidades creativas".

"Dentro del primer estilo cabe distinguir a su vez aquellas obras pertenecientes al romanticismo universal, de otras, en cambio, inspiradas en la música popular de su país. De hecho, Ponce es el fundador del nacionalismo musical mexicano. Armonizó cantos del pueblo, introdujo dichas melodías en pequeñas y grandes formas y creó motivos propios con el auténtico sabor de los elementos folclóricos locales", dice Mello.