DOMINGO Ť Ť JULIO Ť 2001

Ť La riqueza de México radica en sus culturas, afirman Cristina Henríquez y Melba Pría

Los indígenas no son ni han sido amenaza para la seguridad nacional, plantean especialistas

Ť En una investigación publicada por el INI proponen reconceptualizar a grupos étnicos

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La diversidad étnica y cultural de México debe ser incorporada como un aspecto relevante de la seguridad nacional. Este es el planteamiento central de las investigadoras Cristina Henríquez y Melba Pría en su estudio de reciente publicación Regiones indígenas tradicionales. Un enfoque geopolítico para la seguridad nacional. Desde esta perspectiva es pertinente adoptar un modelo de seguridad nacional que no sólo reconozca como amenazas las acciones de carácter militar, político e ideológico, sino que amplíe esa visión e incluya en esa categoría aspectos relevantes de índole social, ambiental, sanitaria, religiosa, demográfica.

A decir de las autoras, "en los últimos 15 años México, Estado-nación heterogéneo, inició un proceso de reconocimiento de su diversidad que nos enfrenta a la necesidad de romper con nociones tradicionales y conceptos útiles para el análisis político como son Estado, nación, pueblo, indígena, etnia, identidad y autonomía".

Tradicionalmente el concepto de "seguridad nacional" en México -en el cual se confunden el interés del Estado, el interés del gobierno y el interés nacional-sólo ha tenido alcances militares y políticos. Frente a esto, sostienen Melba Pría y Cristina Henríquez, "es necesario construir una conceptualización de seguridad que signifique (o defina) algo mucho más contundente que cualquier amenaza o problema. Las amenazas o vulnerabilidades pueden aparecer en diferentes áreas, militares o no militares, pero para ser consideradas como asuntos de seguridad nacional tienen que presentarse bajo un criterio estricto de definición que las distinga del camino común de lo meramente político.

En otra parte del estudio, publicado por el Instituto Nacional Indigenista, Pría y Henríquez consideran que para un concepto renovado de seguridad nacional "la diversidad étnica y cultural como temas de preocupación no deben agotarse en los planteamientos autonómicos que puedan amenazar la integridad del territorio o cuestionar la soberanía del Estado".

Aun más: "La autonomía como riesgo es efecto y no causa. La causa es la desigualdad y la subordinación política en la que subsisten las poblaciones étnicamente diferenciadas, que han vivido procesos de colonización y construcción de identidades nacionales homogeneizadoras".

Las autoras de Regiones indígenas tradicionales. Un enfoque geopolítico para la seguridad nacional poseen una larga experiencia académica y profesional relacionada directa o indirectamente con el tema. Melba Pría se ha desempeñado en el servicio exterior mexicano; desde la jefatura de promoción cultural del IMSS realizó programas de beneficio para pobladores de zonas urbanas y rurales. Fue directora del INI y vicepresidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe. Cristina Henríquez es maestra en estudios regionales por el Instituto Mora; tiene un diplomado en seguridad nacional; ha sido coordinadora de asesores de la dirección general del INI.

El trabajo de Henríquez y Pría está apoyado con información sobre la distribución geográfica de regiones indígenas, producción y tráfico de estupefacientes, presencia de "grupos subversivos", grados de marginación, crecimiento demográfico, centrales petroleras, instalaciones estratégicas para la producción de energía eléctrica, desnutrición y reprobación de educación básica, etcétera.

En las consideraciones finales las autoras sostienen que "la exclusión, la segregación y la desigualdad en que ha vivido la población indígena de México determinan que las regiones indígenas tradicionales sean las porciones del territorio nacional con los más altos niveles de pobreza".

Insisten en que es "pertinente la incorporación de las regiones indígenas tradicionales como tema de la agenda de seguridad nacional. Pero esta incorporación no debe plantearse bajo la lógica tradicional que asocia a lo indio con subversión y que busca controlar esta amenaza mediante métodos disuasivos como la presencia de las fuerzas armadas y la vigilancia de líderes y militantes de organizaciones indígenas. Los indígenas no son, ni han sido nunca, una amenaza a la seguridad nacional. Por el contrario, en sus culturas radica la gran riqueza de México como nación".