DOMINGO Ť 1Ɔ Ť JULIO Ť 2001
Ť Autores de libros sobre el triunfo del guanajuatense coinciden en la definición
Fox, producto hecho a la medida de los clientes
Ť Los discursos contradictorios del candidato, parte de la estrategia publicitaria: Cantú
MIREYA CUELLAR
No importa si sus autores presentan la victoria de Vicente Fox como una gesta heroica o un fenómeno político, en todos los libros que se han escrito con motivo del triunfo foxista, el Presidente aparece sólo como un producto fabricado a la medida de los clientes que debían comprarlo en las urnas, el 2 de julio del año pasado. Los modernos héroes son la investigación de mercado, la publicidad, la promoción, las encuestas, el empaque... y una parece ser la moraleja: para ganar la Presidencia no se requiere tener un proyecto de nación, sino un buen equipo de especialistas en mercadotecnia política y un grupo de "amigos" dispuestos a pagar la cuenta.
"Escenarios, filmaciones, luces, formas de decir las cosas y las ideas, así como las puntadas y ocurrencias, pasaban por el cernidor de Ortiz, que no era otro sino los ojos y mentes de la propia sociedad. Mantenerse cerca del ciudadano -del consumidor- es la fórmula infalible del buen rumbo de cualquier empresa. Si lo que se está haciendo no gusta o no es aceptado, de nada valen los 'proyectos de nación'", dice el empresario Guillermo H. Cantú, un miembro del círculo cercano al equipo de campaña que decidió escribir parte de la historia, para que quede constancia de que quitarle el poder al PRI no fue un asunto de "principiantes o espontáneos".
Los especialistas en opinión pública indagaban qué era lo que cada público deseaba escuchar, y los redactores de discursos y preparadores de entrevistas se encargaban de que el candidato lo dijera. Así, en Estados Unidos se pronunció por la inversión privada en Pemex y a los trabajadores petroleros les prometió que ellos elegirían al próximo director de la paraestatal; para los lectores de La Jornada se definió como un político de centro-izquierda y simpatizante del Estado laico, pero a los obispos les ofreció pugnar por el "derecho a la vida desde el momento de la concepción", mientras que ante un grupo de evangélicos comparó a la Iglesia católica con el PRI.
Asalto a Palacio, las entrañas de una guerra, de Cantú; El fenómeno Fox, la historia que Proceso censuró, de Francisco Ortiz Pinchetti y su hijo, Francisco Ortiz Pardo; 2 de julio, la historia no narrada, de Guillermo Rivera; Fox & Co, la biografía no autorizada del Presidente que hizo el periodista Miguel Angel Granados Chapa; La última cruzada, de los cristeros a Fox, de Edgar González Ruiz; Pasión por un buen gobierno, de Ramón Muñoz; Trazos de la memoria, de Ramón Martín Huerta; Vicente Fox a Los Pinos, el recuento autobiográfico del hoy Presidente, son algunos de los libros que se han publicado en torno al ex gobernador de Guanajuato.
Es el propio Fox quien revela en su autobiografía que la estrategia para ganar la Presidencia estuvo concentrada en el Proyecto Millenium. Sin embargo, es Guillermo H. Cantú quien platica en qué consistió.
Fox hizo público el 7 de julio de 1997 que buscaría la Presidencia y el proyecto estuvo listo en febrero de 1998. "Proyecto Millenium: Para que Fox sea presidente transformaremos la imagen de un gobernador de provincia que ha tenido éxito, en un nuevo y ejemplar político nacional... mediante un ejercicio de investigación y análisis profundo de las motivaciones políticas del electorado podremos trazar una estrategia de acción".
Ex gerente de Coca Cola en México y especialista en mercadotecnia, José Luis González no dejó cabo suelto al preparar la estrategia de campaña. Fox debía hacerse chequeos médicos cada seis meses, el equipo tenía que evitar y resolver problemas para contribuir a la "tranquilidad emocional" del candidato, quien debía estar en condiciones óptimas, pues él representaba la personificación del producto que los electores adquirirían como la mejor propuesta humana para dirigir el país.
"Fox deberá arrebatarle a la izquierda algunas banderas de reclamo social y justicia que se han adjudicado como si fueran exclusivas de ella, como reivindicar el crimen de Tlatelolco, la marginación y acoso latente que sufre el pueblo de Chiapas, el retraso del sistema educativo, la sangría de trabajadores que abandonan el país por no tener empleo en su propia tierra...", dice.
En plena campaña, el equipo encargado decidió incluir en la propaganda para medios el šYa basta! de los zapatistas, así como la primera parte del eslogan del PRD, el cual reza "šDemocracia ya!, patria para todos". Santiago Pando comentó a Cantú que de ahí retomó el šDemocracia ya!
Respecto al Partido Acción Nacional, la indicación en el proyecto fue muy clara: "El candidato deberá enfatizar en su discurso la doctrina social de su partido, enarbolar sus divisas, mantener un sabio acercamiento con sus dirigentes y asegurarles que él jamás irá 'por la libre', sino en compañía y con el respaldo del PAN".