SABADO Ť 30 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Asesinatos, secuestros...
El futbol de Colombia, ensuciado por el narco
AGENCIAS
Bogota, 29 de junio. En los últimos 10 años, Colombia ha producido varios de los grandes jugadores del mundo y se convirtió en un equipo que infunde respeto en el ámbito internacional, pero ni siquiera el futbol ha escapado del crimen que azota al país -amenazas, asesinatos, secuestros y nexos con el narcotráfico.
Los casos de futbolistas sobornados y árbitros asesinados o amenazados han ensuciado el balompié colombiano, al igual que la suspensión del Campeonato del Mundo de 1986 -que finalmente organizó México- en medio de denuncias de presiones y de influencias del trafico de drogas.
El último golpe fue la cancelación de la Copa América, luego de que la Confederación Sudamericana de Futbol la había confirmado dos veces, pese a la escalada de ataques con explosivos en las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali, todas programadas para albergar partidos de esa competencia, en los que murieron 12 personas y otras 200 resultaron heridas.
El secuestro del vicepresidente de la FCF, Hernán Mejía, fue lo que precipitó la suspensión de la Copa América en Colombia, pero esto no es nuevo.
En 1988, en hechos separados, el accionista del Atlético Nacional, Octavio Piedrahita, y el árbitro Armando Prez fueron secuestrados y el primero encontrado muerto. Un año después, el árbitro Alvaro Ortega fue asesinado tras un partido entre el América de Cali e Independiente (al que le anuló un gol).
En 1990, Germán Gómez, presidente de Millonarios, fue sacrificado por dos sicarios y al defensa Andrés Escobar, quien marcó un autogol en el Mundial de 1994, también lo ejecutaron.
En 1983, el ministro de justicia, Rodrigo Lara Bonilla, afirmó que el Atlético Nacional de Medellín, ganador de la Copa Libertadores, estaba controlado por el narcotráfico. Meses más tarde fue asesinado y dos años después, Hernán Botero, un banquero dueño del equipo, fue extraditado a Estados Unidos acusado de lavado de dinero.
Las injerencias de los capos
El capo de la droga Pablo Escobar invitaba a miembros de la selección a jugar con él en la cárcel y cuando murió una bandera del equipo Atlético Nacional cubrió su ataúd.
Otro temido narcotraficante, Gonzalo Rodríguez, nunca ocultó su apoyo incondicional a Millonarios, equipo que ha ganado 13 títulos en la liga local y los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez, jefes del Cártel de Cali, ya encarcelados, fueron accionistas del América de Cali, club que tuvo un despliegue importante en la década de los 80 con la contratación de futbolistas reconocidos internacionalmente.
Este viernes el gobierno colombiano y la federación de futbol de ese país desplegaron intensas negociaciones en un intento por retener la sede de la Copa América.
El titular de la Federación Colombiana de Futbol (FMF), Alvaro Fina, llegó a Argentina para defender la organización del torneo y aseguró que su país no renunciará a "su derecho" de ser sede, mientras el presidente Andrés Pastrana negocia a nivel de gobiernos".
Este sábado se definirá el destino de la Copa.