Ť La presentación de su nuevo libro en Filosofía y Letras devino homenaje al poeta
Ovidio está muerto y no importa que retenga un poco de mi gloria: Rubén Bonifaz Nuño
Ť Como un Hermes todo lo transfigura en poesía, señaló Hernán Lavín Cerda
Ť Una afirmación de Rubén deshace los nudos de la doble moral, dijo Gutiérrez Vega
CESAR GÜEMES
Tan juguetón como académico, lúdico y riguroso, poeta, ensayista, traductor y maestro de numerosas generaciones e intérprete del pensamiento clásico, Rubén Bonifaz Nuño, al cierre de la presentación de su nuevo libro Ovidio: arte de hacerse amar, efectuada la tarde de este jueves, dijo entre otras escasas pero muy hilarantes expresiones: ''Dado que Ovidio está muerto, no me importa que se quede con un poco de mi gloria".
En el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras lo que se esperaba una serie de comentarios especializados acerca del experto que es Bonifaz en letras clásicas, se convirtió sin más en un homenaje a la figura del poeta mexicano y, de paso, sobre la materia que aborda en su nuevo libro publicado por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Alquimista clásico y romántico
La
definición del mayor poeta nacional vivo corrió a cargo del
escritor Hernán Lavín Cerda: ''¿Quién es?,
¿qué significa Rubén Bonifaz Nuño en el aire
de México y no sólo de México? Para mí es el
alquimista clásico y romántico, que como un Hermes lo transfigura
todo en poesía, es decir, en el arte de la palabra. También
es la fraternidad: el amor por los sueños de las antigüedades
grecolatinas y precolombinas, la sabiduría de la compasión,
la maestría del espíritu que siempre viene de muy cerca y
de muy lejos, casi la paternidad de muchos o de varios o de algunos de
nosotros. Una paternidad que igualmente se rige por las leyes de la rotación
y la traslación como sucede con nuestra pobre, triste, rica y jubilosa
madre Tierra".
El tono por fortuna antisolemne de la presentación homenaje fue abonado también por Hugo Gutiérrez Vega, que se ganó el aplauso del respetable al afirmar: ''Nos encontramos frente a un libro que podría subtitularse El arte de fajar". Y luego hizo este trazo sobre el volumen señalado: ''Ovidio, poeta erótico mayor, maestro de amores de todas las formas y sabores, recomienda a las muchachas -dice Rubén, otro sabio en los temas del amor- que gocen de su juventud con todas sus potencias. Y que junto con los muchachos, a los que el poeta ve con regusto acerbo, sigan así hasta el fin, que desventuradamente llega siempre demasiado pronto". Señaló el director de La Jornada Semanal: ''Una afirmación de Rubén deshace todos los nudos de la doble moral, manifiesta en los lugares comunes y en los ataques que por años y años cayeron en los poemas de Ovidio. Así nos lo dice: 'Ovidio revela considerar el amor como el fundamento de la cultura'. Esta frase genial rinde culto a la vida y celebra los valores fundamentales de un humanismo capaz de formar a un ser humano que ama a los demás, pues sabe amarse a sí mismo, y que encuentra su mejor destino al mirarse en los ojos del otro".
Presentes en la mesa, Cintia Calderón y Claudio Molina, ambos cercanos a la obra de Ovidio y la de Bonifaz, apuntaron, primero ella: ''Para aquellos quienes piensan que sólo vale la pena amar entregándose, hay consejo. Así, cada quien decide cuántas precauciones quiere tomar y cuánto se quiere dejar llevar, pero nunca está de más conocer las artimañas que se esconden bajo la apariencia de amor por lo menos para poder reconocerlas cuando nos las apliquen. Así, Ovidio brinda dos tipos de consejos para dos tipos distintos de personas: los hombres, que según él no son muy adictos a amar, y las mujeres, que por su naturaleza no les queda otro remedio que amar, porque ellas, más cercanas a la virtud, no pueden imaginarse que se pueda sustraer a ellas".
Merecidos elogios
Claudio Molina atacó en su turno el tema de forma práctica, preguntándose para luego responderse: ''¿Por qué la intención de Rubén Bonifaz de traer hasta hoy conceptos del pasado que podrían ser ya caducos o pasados de moda? ¿Para qué nos sirve un método de hacerse amar si amar es una cualidad innata? Es muy fácil, en este nuevo siglo que comienza, la raza humana se encuentra con un nuevo reto: encontrar la forma más sencilla y correcta de hacer las cosas. Y quisiera que se entendiera esto como la forma más adecuada o el mejor camino para poder hacerlas".
A lo largo de casi dos horas aguardaron los asistentes que llenaron a tope el Aula Magna para escuchar a Bonifaz Nuño. Fue breve, demasiado quizá, aunque la espera para ver cómo se unía juguetonamente al homenaje valió la pena: ''Oír a los maestros que han hablado antes de mí me ha hecho dudar de uno de los principios fundamentales de mi vida: considerar merecido cualquier elogio que se me haga. Ahora creo que se han excedido. Entonces, como yo defiendo mucho mis principios, he pensado: no me elogiaron como escritor, sino como superior en años de ancianidad, cosa indiscutible; no me juzgaron como escritor, sino como amigo, campo en el cual soy competente; y en último término no me estaban elogiando a mí sino a Ovidio, y dado que Ovidio está muerto, no me importa que se quede con un poco de mi gloria. De tal manera que he ratificado mi principio fundamental: cualquier elogio que se me haga es merecido".
La risa y el aplauso fueron de pie. Y entre la firma de libros y los parabienes respondió para La Jornada una sola pregunta, sin perder su humor sardónico:
-¿Cómo se siente, don Rubén, cómo se mira en este homenaje?
-Muy conmovido... y un poco atarantado.